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- MARCHA NÓRDICA Y COMPETICIÓN
La
mayoría de los practicantes de marcha nórdica llegan a este deporte
bien orientados, buscando la salud que otros antes encontraron en él,
y que ellos mismos habían perdido por la practica poco sensata de otro deporte menos saludable, o por la falta absoluta de actividad
deportiva habitual.
Las
competiciones pueden tener, sin
duda, un efecto llamada para la
práctica de cualquier deporte. No sé por qué razón el ser humano
sigue compitiendo. Quizá sea una
reminiscencia genética de aquellos tiempos en los que el que llegaba
primero comía y se reproducía en exclusiva, o con precedencia sobre los demás, o puede que sea un
entrenamiento para otras situaciones
de nuestra vida. No lo sé.
Pero sí sé que en la marcha
nórdica, las
competiciones producen dos
efectos inmediatos a la mayoría de participantes: el falseamiento
de la técnica (algo
fundamental para la marcha nórdica y sus benéficos
efectos) y las lesiones
(que normalmente no suceden en la practica racional habitual de
este deporte).
Sigo
pensando, y cada vez estoy más convencido de ello, que la
competición no le hace ningún bien a la marcha nórdica, ni a los
que la practican. Los
lectores habituales de este blog habrán podido seguir la evolución
de mi pensamiento al respecto, desde entregado organizador y
competidor, hasta la situación actual (en el enlace siguiente trato
más a fondo el asunto
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/03/las-competiciones-no-hacen-la-marcha.html).
El
único efecto "beneficioso" que se esperaba de las
competiciones de marcha nórdica:
el atraer gente joven a este deporte, no se ha materializado en la
práctica, tal
como demuestran las listas de inscritos en competiciones, mientras
que se estimula con estas oportunidades la participación de personas
de edad (la media de los practicantes de marcha nórdica en España
está sobre los 55 años), que han acudido mayoritariamente a la
marcha nórdica por su bien merecida fama de deporte saludable, en
competiciones que les apartan de la práctica deportiva técnica y racional, con el peligro de ocasionarles
lesiones de difícil recuperación, sobre todo, a partir de una determinada edad.
No obstante lo
anterior, mi dedicación a este deporte y mi lealtad a los que lo
practican, me obliga a procurar que, mientras persista la
competición, las condiciones en que se ésta se lleva a cabo, y el
reglamento por el que se rija, sean lo más justos y racionales
posible. Es lo que humildemente sigo intentando desde este pequeño
foro.
Como árbitro de
competiciones (aunque me niegue a arbitrar con un reglamento tan
defectuoso) cada año me piden desde la Federación Española de
Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) comentarios para la revisión
del reglamento, y cada año, religiosamente, los recopilo y los mando. En el enlace
siguiente podéis ver los comentarios remitidos para la última
revisión
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/08/propuesta-de-cambios-al-reglamento-de.html).
Aunque algunas de mis propuestas acaban viéndose reflejadas en la
nueva edición, estoy sinceramente convencido de que la FEDME y los
responsables de marcha nórdica a nivel nacional y regional siguen
sin comprender el valor diferencial de este deporte, pero, aparte de
eso, admitiendo que tenga que haber competiciones, siguen sin
entender que la base de este deporte es la técnica, y el reglamento
actual persiste en no proporcionar a los árbitros los medios necesarios
para asegurar que ésta se observa durante las competiciones: ni el
reglamento da pautas mesurables y adecuadas para la
observación de la técnica, ni los circuitos (tanto en su longitud como en el firme o en su pendiente) están reglados y acordes a los
requisitos técnicos de este deporte, ni el número y preparación de
los árbitros designados para cada prueba es suficiente para
asegurar un arbitraje justo para todos.
Las
competiciones de marcha nórdica se han convertido, además,
desde
mi humilde punto de vista, en terreno abonado para ex-competidores
de running, que bien por falta de resultados en tan disputado
entorno, o bien como consecuencia
de lesiones producidas por dichas competiciones, han recalado en
este, para ellos más asequible, mundo de las competiciones de marcha
nórdica, con unas
extraordinarias
condiciones físicas para la carrera y la marcha rápida, pero sin suficiente dominio del
manejo activo de los bastones, esencial
para la práctica de la marcha nórdica,
haciendo podio con una técnica más
bien escasa (por decir algo),
que ni el reglamento ni los árbitros actuales son capaces de
corregir. Una pequeña
muestra
de lo que digo se puede ver en el enlace siguiente
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/06/utilizacion-activa-de-los-bastones.html.
No obstante lo dicho, cada quién es suficientemente mayor para decidir qué es lo que le conviene
y quiere hacer con sus bastones. Qué es lo que espera de este deporte; qué vino
buscando y qué ha obtenido de él. Vosotros mismos.
Y entre tanto,
compitáis o no, no dejéis de sacar los bastones del paragüero cada
día. Es la mejor medicina que hay en el mercado.
Próxima
entrega MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA (IX).
EL
PRACTICANTE DE MARCHA NÓRDICA
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