jueves, 12 de diciembre de 2019

SOBRE BASTONES

Esta entrada contiene un intercambio de correos electrónicos con un lector de este blog, que publico por considerar de interés general, tras su preceptiva autorización.  En este caso, dado que Mauricio y yo estamos bastante en sintonía, a pesar de no conocernos, la publicación resulta, además, un placer.  Pero, como ya he dicho en repetidas ocasiones, no me importa publicar puntos de vista opuestos a los míos.  Creo que las diferencias de opinión, bien fundamentadas y respetuosas, siempre son positivas y enriquecedoras.  

¡Ah! y si alguien ha experimentado los bastones de que habla Mauricio y quiere darnos su opinión, estaré encantado de compartirla aquí.  Fabricantes y vendedores, por favor, absténganse.



miércoles, 11 de diciembre de 2019 15:01

Estimado amigo:

Hace tiempo que te sigo (silenciosamente) en tu blog, fundamentalmente porque aprendo, pero sobre todo porque suelo estar muy de acuerdo con tus comentarios.

Querría hacerte una consulta: ¿has probado los bastones TSL? En caso afirmativo me gustaría conocer tu opinión sobre el sistema de enganche de las dragoneras, que parece que giran 360º con lo que en caso de caída impedirían una eventual fractura del pulgar (??).
También me gustaría saber tu evaluación del sistema del crossover. A mi me cuesta creer que sea eficiente en tierra, pero ellos mantienen lo contrario.......

Muchas gracias por tu atención. Recibe un cordial saludo

Mauricio Velayos

PD.- Yo llevo siempre unos bastones plegables conmigo, para evitar que se queden en el paraguero

El jue., 12 dic. 2019 a las 8:51, José Antonio Pérez González (<piripon@hotmail.com>) escribió:

Mauricio,

tengo unos TSL, pero antiguos, sin esas modernidades de las que me hablas.  También tengo unas raquetas de nieve TSL, con muy buen resultado.  En mi limitada experiencia, los bastones de trekking normales son más que suficientes (y casi los mejores... desde luego los más seguros para tus manos en caso de caída) para practicar marcha nórdica en cualquier entorno.  Todos estos inventos no son más que intentos (comprensibles desde un punto de vista puramente mercantil) de las marcas para seguir vendiendo algo que normalmente dura toda una vida: los bastones.  Mi consejo es que no te gastes más de 30€ en unos bastones, y que los saques todos los días.  Esto es lo importante.  Lo demás, desde mi humilde punto de vista, son tonterías y pocholeo.  Gracias por seguir mi blog, y te invito a que contribuyas al mismo con tus propios puntos de vista (si me autorizas, publicaré tu consulta y mi respuesta).

Un afectuoso saludo,
José A. Pérez González
-Piri-

Jue 12/12/2019 8:40

Gracias por tu rápida respuesta. Por supuesto puedes publicar mi consulta.

Yo provengo del mundo de la carrera (hoy running), pero tengo 64 años y ya iba de lesión en lesión. Hace 4 años comencé a hacer NW, por mi cuenta, con mis bastones de senderismo y me gustó tanto que me envicié y me compré unos especificos de NW. Estaban muy bien para ir por una pista, pero cuando me movía por el monte iba mucho más seguro con mis bastones de aluminio del decathlon. Me gusta más la empuñadura y además, ante una caida o un tropezón son más seguros y no te retuercen las manos. Por eso mi hizo gracia cuando descubrí tu blog y vi que, desde hacía mucho tiempo, aconsejabas exactamente lo mismo que yo había "descubierto".

Parece que lo de los bastones TSL está pensado precisamente para impedir el retorcimiento de mano. Eso lo dicen ellos, claro (no van a decir que no sirve de nada). Por eso quería recabar la opinión de alguien que los hubiera probado y supiera si sirve de algo o es un engañabobos. Ayer mismo me dijeron que es posible comprarlos (o verlos) en una tienda de deportes del Rastro. Este fin de semana intentaré verlos a ver que me parecen. Ya te diré algo por si quieres tener el dato.

Un cordial saludo

Mauricio 

miércoles, 4 de diciembre de 2019

CURSO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA



El domingo, 15 de diciembre, de 08.30 a 13.30, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 8º de este año, 73º en total) en Cartagena, en una colaboración del CExCartagena con Mudos Trail y Vista Alegre Trail, en el colegio de Vista Alegre, C/. Miguel de Cervantes, s/n, C.E.I.P. Carthago.  Tras esta sesión, mejorarás tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios.  Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este  formulario de inscripción.
El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de marcha nórdica o de senderismo.  Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo.  Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.  Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo, José Antonio Pérez González (Piri) - 659657981 (nordicartagena@outlook.com).



lunes, 2 de diciembre de 2019

REFLEXIONES “PENSIONISTAS”


Aunque el título de la entrada de hoy pueda parecer un tanto fuera de lugar en este blog, en realidad no lo está tanto si tenemos en cuenta que la mayoría de los que practicamos regularmente el noble ejercicio nórdico somos pensionistas, o aspirantes a serlo en un futuro más o menos cercano. Y es que, a pesar de los muchos y loables intentos fracasados (entre ellos los míos) de traer a este deporte practicantes por debajo de los 40, las listas de inscritos para las competiciones siguen demostrando que éstos siguen siendo “rara avis” que apenas llega a un 5% del total, estando las medias de edad por encima de los 55 años. Y eso hablando de competiciones, a las que no acuden, ni de cerca, la mayoría de los prácticantes habituales que, por la estadística de mis cursos de iniciación, y a falta de datos más generales y contrastados, se mueve también en el entorno de “pensionistas y aspirantes”.

Por otra parte, resulta más que apropiada la reflexión en este grupo humano que, desde antiguo y en las civilizaciones más variadas, ha constituido un referente de buen gobierno y consejo para la intendencia de los asuntos de la comunidad. Y es que lo mucho vivido deja un poso que, en tanto no se te va la cabeza del todo, puede suponer una fuente de buen juicio, sentido común, del que nuestra sociedad anda, desgraciadamente, tan dolorosamente falta.

Aclarados estos puntos, mis reflexiones de hoy no girarán entorno al sistema estatal de pensiones (suponiendo que algo así realmente exista), a sus probabilidades de supervivencia en el futuro más o menos próximo, ni a la preocupación que todo esto debería generar entre nuestros políticos, si realmente les preocupase solucionar problemas reales de nuestra sociedad, más allá de la redondez de su ombligo (me refiero al suyo personal y al de sus respectivos partidos). No. No gasto tiempo en reflexionar sobre asuntos que yo no puedo arreglar (por eso no estoy en política y me limito a intentar ayudar a arreglar asuntos más “a mano”). Mis reflexiones de esta entrada versan sobre asuntos mucho más mundados, tales como salud, dolores y esas cosas que ocupan el día a día de nuestro “añero” colectivo, y que nosotros bien podemos intentar arreglar, dentro de nuestros medios y capacidades, por supuesto.

Y es que, como dice mi amigo Juan, que en esto del “pensionismo” me lleva un decenio, “el día que me despierte y no me duela nada, seguro que me he muerto”. ¡Tan normal se nos hace la presencia del dolor en nuestras vidas con el paso de los años! Pero esto no tiene por qué ser necesariamente así. No lo es en mi caso, y yo soy de los que les gusta no creerse una excepción.

Diego, otro amigo pensionista que disfruta reflexionando en voz alta sobre asuntos de enjundia, que yo escucho encantado, convencido como estoy de su buen juicio y lógica, dice que el ser humano está “calculado” para una vida media de 40 años, y que solo los avances tecnológicos, de producción y procesamiento de alimentos, médicos y farmacológicos, han conseguido aumentar la esperanza de vida por encima de los 80 años. Cuando surge el tema de la contaminación y el de la sobre utilización de productos químicos y tecnología, el siempre dice “si en los últimos cien años hemos doblado la esperanza de vida ¡será que no estamos haciendo las cosas tan mal!” Yo ya he pasado 25 años de los 40 para los que, según Diego, me diseñaron y, mirando a mi alrededor, me sorprende ver los problemas de salud de la gente de mi edad o, mejor dicho, me sorprende que yo no tenga todos esos dolores que a ellos torturan. Y pienso yo “¿Será por mis dos horitas diarias de ejercicio nórdico?” Oye, pues igual sí … porque en casi todo lo demás, mi vida es bastante parecida a la suya.

Pero sigo mirando a mi alrededor. Luis y Faustino son dos compañeros de correrías montaraces que me llevan 15 años en “pensionismo”, caminatas … y salud. Los dos han sido de los primeros alumnos de mis cursos de iniciación a la marcha nórdica y me los suelo encontrar en el monte, en mis salidas diarias, y siempre que les pregunto cómo les va, me contestan lo mismo: “aquí, envejeciendo lo más dignamente posible”, mientras siguen su marcha. ¡Cuánta sabiduría! Ellos lo han entendido perfectamente. Estaremos aquí hasta que Dios quiera, y cómo Dios quiera, pero la máxima de “a Dios rogando y con el mazo dando” es totalmente cierta y de necesaria aplicación si queremos, como Luis y Faustino, envejecer dignamente y minimizando tanto como sea posible nuestra dosis de dolores y pérdida de movilidad articular, propia de la edad.

Mi contribución “reflexiva” a todas estas de mis amigos es en realidad una consecuencia de todas ellas: “lo que hoy no muevas por molestias o pereza, seguramente mañana no lo podrás mover, aunque quieras, y además te dolerá”.

El ejercicio nórdico pone en movimiento la mayoría de articulaciones y grupos musculares de nuestro organismo, en una sincronía completa y equilibrada, contribuyendo a mantener nuestro cuerpo y nuestro cerebro tonificados y oxigenados. Un buen calentamiento antes del ejercicio, y unos buenos estiramientos tras el mismo, incidiendo más en las zonas en las que percibamos alguna molestia, por tenue que sea, serán el complemento ideal para obtener los mejores resultados. Si a todo eso añadimos una vida sin demasiados excesos y una alimentación sana y variada, siempre será lo que Dios quiera, … pero nosotros habremos puesto de nuestra parte todo lo posible.

Así que, ya sabes, aplícate el cuento, saca los bastones del paragüero y tírate a la calle, a gastar zapatillas, con buena músiquita. Todo lo que gastes en zapatillas, lo ahorrarás en médicos, medicinas … y dolores.