sábado, 26 de octubre de 2024

¡Atención, aficionados a ultras y competiciones!

 

Cerca del aeropuerto de Valladolid, en Villanubla (nombre muy bien puesto, así que llevad cuidado) hay un pueblecito, de lo más castellano-viejo, con un nombre de rancias raíces visigodas: Wamba. Su iglesia, que merece la pena visitar, aunque sólo sea por su bella rareza y ancianidad, tiene adosado un osario, de paredes repletas de restos de siglos, con un pequeño altar y una leyenda que, no siendo exclusiva de este lugar, contiene una advertencia cierta al curioso visitante, que no viene mal traída para lo que hoy vamos a tratar aquí: “Como te ves, me vi; como me ves, te verás”.

Y es que todos, siempre, caemos en la tentación de que lo anterior no tiene por qué pasarnos a nosotros. O sea, que nadie escarmienta en cabeza ajena, desoyendo a gente tan sabia como Jorge Manrique, que ya nos advirtió, hace siglos: “No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera, más que duró lo que vio, pues que nada ha de pasar en tal manera”.

Como reza el saludo cartujo, “morir, habemos” (con su respuesta “ya lo sabemos”), pero no se trata hoy de abundar en lo inevitable y bien sabido, sino en algo que se puede intentar evitar y que, desgraciadamente, sólo solemos constatar cuando ya llegamos tarde para ponerle solución. Se trata en este caso de mirar a nuestro alrededor, a los que nos precedieron en estos errores y tratar, por una vez, de escarmentar en cabeza ajena, como única forma de tratar de evitarnos males mayores.

Me refiero a la extraña manía que todos tenemos (o hemos tenido) de machacarnos con competiciones, ultras y otras barbaridades que solo soportamos, a medida que cumplimos años, a base de dolores, ibuprofenos y otras drogas que., como todas, tienen sus efectos secundarios, añadidoa al daño que insensatamente nos ocasionamos con este tipo de actividades.

Como dije en una entrada anterior, la evolución humana ha tenido, entre otras consecuencias negativas, el abuso de carga sobre las extremidades inferiores y la columna vertebral. Con el aumento de la esperanza de vida, es raro quién llega a una determinada edad sin padecer dolores de articulaciones (rodillas, caderas, columna) que suelen llegar a ser imposibilitantes, requiriendo arriesgadas, y a veces inútiles, intervenciones quirúrgicas.

También decía en la referida entrada que la marcha nórdica se nos presenta como una ayuda para disminuir (quién sabe si evitar) estos problemas, siempre que reaccionemos a tiempo y dejemos de repetir las referidas barbaridades y optemos por este benéfico, completo y accesible deporte, antes de que el daño deje de poderse prevenir.

Más, cumple, para ello, prestar oído al consejo de gente sensata que nos han precedido y, escarmentando en cabeza ajena, adquirir conciencia de que nuestras trabajadas articulaciones tienen fecha de caducidad, y conviene utilizarlas con cabeza para prolongar su vida útil e indolora, y no desperdiciarlas innecesaria e irracionalmente.

Practiquemos, pues, un deporte racional y completo, que no machaque nuestras frágiles articulaciones. Hagamos deporte sin hacernos daño. El dolor no es bueno para nada. Alejaos de quienes os digan que el dolor es necesario. Seguramente ellos todavía no lo han sentido en toda su crudeza y, ademas, se creen que nunca lo van a sufrir. ¡Que Dios les ayude!

viernes, 18 de octubre de 2024

Evolución y marcha nórdica

 


La evolución del ser humano desde una locomoción cuadrúpeda a otra bípeda es uno de los hitos más importantes en la historia de nuestra especie. Este cambio, que comenzó hace más de cuatro millones de años, se puede achacar a múltiples causas y generó importantes repercusiones en nuestro organismo.

Algunas de las causas de esta evolución pueden atribuirse a:

- Cambios climáticos y geográficos: Hace entre 5 y 8 millones de años, los bosques de África comenzaron a disminuir debido al enfriamiento global, lo que dio lugar a la expansión de sabanas abiertas. Los primates que vivían en estos ambientes comenzaron a desarrollar adaptaciones para moverse en terrenos más abiertos.

- Liberación de las manos: El uso de las manos para otras tareas fue otra ventaja crucial. Al caminar erguidos, las manos quedaron libres para manipular, transportar alimentos y crías, creación de herramientas y, más adelante, el uso del fuego.

- Desplazamiento, visión y vigilancia: Al estar de pie, los primeros homínidos podían tener una mejor visión del entorno, mientras se desplazaban a hábitats más favorables, lo que les permitía detectar depredadores desde mayor distancia, así como localizar fuentes de alimento y refugios.

Esta evolución tuvo repercusiones sociales y culturales muy favorables para el ser humano. Sin embargo, no todos los cambios fueron positivos. La transición al bipedalismo tuvo algunas repercusiones no deseadas sobre el organismo humano, con un profundo impacto en la anatomía y fisiología del cuerpo humano:

- La columna vertebral evolucionó de una forma más recta a una curvatura en forma de "S", lo que permitió mantener el equilibrio al estar de pie y caminar. Sin embargo, esto también provocó mayor susceptibilidad a problemas como el dolor lumbar y hernias discales, especialmente con la edad.

- Las extremidades inferiores se alargaron, y los pies evolucionaron para sostener el peso del cuerpo de manera eficiente, con un arco plantar que amortigua el impacto al caminar. Los dedos de los pies se acortaron y el dedo gordo se alineó con los demás, lo que mejoró la estabilidad en la marcha bípeda. Pero esta transición al bipedalismo también aumentó la presión sobre las articulaciones de rodillas y caderas, lo que ha llevado a un mayor riesgo de enfermedades como la osteoartritis y una mayor frecuencia de lesiones articulares en estas áreas.

- A medida que los homínidos desarrollaban el bipedalismo perfecto, la posición del agujero en la base del cráneo por donde pasa la médula espinal se movió hacia una posición más centrada, lo que facilitó mantener la cabeza erguida. Esto también estuvo acompañado por el aumento del tamaño cerebral favorecido por el uso de herramientas y el desarrollo de habilidades cognitivas más avanzadas. Pero esta evolución incrementó notablemente el peso soportado por la columna vertebral, sobre todo en regiones tan poco musculadas y estables como la cervical, incrementando con ello el riesgo de lesión es estas zona.

En este proceso evolutivo aparece desde principios de siglo la marcha nórdica, como el mejor apoyo la bipedestación perfecta, favoreciendo el perfeccionamiento postural erguido, la contribución de las extremidades superiores al equilibrio y el desplazamiento, la descarga de las articulaciones más perjudicadas con la evolución (rodillas, caderas y columna vertebral) y la completa activación y mejor oxigenación de todo el organismo humano, cerebro incluido.

Naturalmente, esta contribución a la evolución del ser humano pasa por que esta marcha nórdica se practique con una técnica correcta, y cumpla las tres condiciones LSD: lúdica, para que no nos cansemos de ella; sana, para que no nos hagamos daño; y deportiva, para que sea una actividad capaz de inducir cambios positivos en nuestro cuerpo.


Todo ello aconseja una práctica relajada y racional, alejada de competiciones, exageraciones y salidas multitudinarias, que nos permita mantener una buena atención sobre nuestra actividad (mindfulness), con una continua monitorización de lo que sucede en nuestro organismo.

Y, por supuesto, que esta práctica sea lo más asidua posible, de manera que … ya estás tardando en sacar los bastones del paragüero. No necesitas a nadie.

sábado, 12 de octubre de 2024

NUEVO CURSO DE INICIACIÓN (Y RE-INICIACIÓN) A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA

   

         El domingo, 27 de octubre, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación (y reiniciación, si quieres volver a intentarlo) a la marcha nórdica (el 6º de este año) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/dir//37.6215857,-0.9910311/@37.621471,-0.9910955,17z/data=!4m2!4m1!3e2?entry=ttu. Tras esta sesión, podrás mejorar sensiblemente tu forma de andar y estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, al tiempo que adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 26 de octubre.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica, da igual. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. El curso es también muy útil para senderistas, montañeros o corredores por montaña y de trail, si quieres sacar el máximo provecho de la utilización de tus bastones. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).