Pasado mañana salgo para
Aranjuez. El sábado tengo un curso de
iniciación a la marcha nórdica, para el que hay 90 inscritos, aunque con 20 ya
lo hicimos el último sábado de febrero. Después
del curso comeré con algunos de los instructores que se han ofrecido para
colaborar en este evento, y algunos de los competidores que ya estén en el Real
Sitio. Por la tarde comprobaré el
recorrido por última vez, y atenderé detalles de última hora… y rezaré, para
que todo acabe bien.
Todo empezó hace más de un año,
cuando me apunté a la IV media maratón de Aranjuez, añadiendo como siempre en el
formulario de inscripción: “Participaré
en la prueba haciendo marcha nórdica (con bastones). Saldré tras todos los corredores, para no
estorbar, y completaré el recorrido dentro del tiempo permitido para la carrera”.
La escasez de competiciones a distancias asequibles, me ha llevado a utilizar
esta opción que, a mí, me resulta bastante satisfactoria, y poco a poco va captando
más adeptos en mi entorno (en la última competición, en Alcantarilla, ya éramos
7 nordimarchadores murcianos). Algunos
organizadores se ponen en contacto conmigo para interesarse por “ese asunto de
la marcha nórdica”, y este fue el caso con Casi, Nacho y Emilio, los
organizadores de la media de Aranjuez. De
ese contacto inicial surgió la I Competición 15 km Marcha Nórdica Aranjuéz-Sotos
Históricos que, a pesar del poco tiempo de preaviso, reunió tres docenas de
nordimarchadores en marzo del año pasado.
Este año lo hemos preparado con
más tiempo. La segunda edición de esta
competición se incluyó desde el anuncio inicial de la media maratón de
Aranjuez, en diciembre pasado, con un reglamento mejorado (espero), llegando al
cierre de la inscripción con 90 nordimarchadores que, desde los puntos más
distantes de nuestra geografía convergerán el domingo en Aranjuez para lo que
espero sea una verdadera fiesta de la marcha nórdica española de competición.
Pero yo quería algo más. Siempre he pensado que Aranjuez es un lugar ideal
para la práctica de la marcha nórdica. Kilómetros
y kilómetros de calles arboladas y sin tráfico, a lo largo de preciosos
jardines e inmensos sotos históricos, en la vega del Tajo. Además, el lugar es inigualable para la
celebración de competiciones a nivel nacional, dada su estratégica situación en
el centro de la península, con una buena infraestructura hotelera y de
comunicaciones. De manera que,
aprovechando el tirón de esta segunda edición, convoqué un curso de iniciación
para el día anterior a la prueba, con la finalidad principal de fomentar la práctica
de la marcha nórdica entre la población de las inmediaciones, contribuyendo así
a la creación de una afición local que favorezca la perpetuación tanto de la
practica como de la competición, y con la finalidad secundaria de “caldear” el
ambiente para la prueba del día siguiente.
La preparación de la prueba no ha
sido fácil. Organizar un evento de estas
características, que precisa personal de control y enjuiciamiento técnico de
los participantes, no es tarea baladí cuando se hace a 400 km del escenario
propuesto; y todo esto, gracias a Dios, al margen de la inscripción, siempre a
cargo de los organizadores de la media maratón.
Primeramente intenté involucrar, o ilusionar si se quiere, a
responsables locales del deporte y a clubes deportivos de Aranjuez, en la
esperanza de que vieran la potencialidad de la marcha nórdica en Aranjuez. “Mi
objetivo”, les decía, “es que sean los propios deportistas de Aranjuez los que,
convencidos de las bondades de este nuevo deporte, se encarguen de su
organización en el futuro, aunque yo siempre seguiré prestando toda mi
colaboración y experiencia.”
Intento fallido. Cero respuestas. De manera que puse en marcha mi plan B
(siempre hay que tener uno): solicitar
la colaboración personal entre los inscritos para el curso de iniciación. Al fin y al cabo, si habían mostrado interés
por este curso, algunos de ellos seguro que sabrían algo de esto y posiblemente
se mostraría dispuestos a ayudarme.
Este plan B dio cierto resultado.
Entre las respuestas positivas de los
consultados, las amistades que todavía conservo en Aranjuez de los años allí
vividos, y los amigos instructores de marcha nórdica de Madrid, conseguí el
apoyo necesario para organizar el control y arbitraje de la competición. Sólo faltaba la formación y coordinación
necesaria para adecuar ese apoyo a las necesidades concretas de esta competición,
y eso lo conseguimos en dos intensas y frías mañanas, durante el último fin de
semana de febrero, en Aranjuez.
Como decía al final del primer párrafo,
espero que esto salga bien. He puesto
toda mi ilusión y mi esfuerzo en ello,
pero nada habría conseguido sin la desinteresada colaboración, ánimo y trabajo
de esa gente entrañable de la marcha nórdica de la que hace poco hablaba en mi
blog. No vuelvo a citar aquí sus nombres
porque sé que su generosidad sólo se ve superada por su modestia, que no quiero
perturbar de nuevo con fama que, aunque merecida, ellos no desean. A todos ellos, y a los que con tanta ilusión
y entrega se han lanzado a la tarea de ayudarme en el control de esta competición,
todo mi agradecimiento y mi amistad.
Es la primera vez que me involucro
en temas de organización y ejecución de arbitraje de pruebas de marcha nórdica.
Soy consciente de mis limitaciones en
este campo, al que acudo sólo con el bagaje de mi corta experiencia en
competiciones, y mis muchas horas de observación y reflexión sobre técnica y
competiciones. Soy igualmente consciente
de que seré criticado por lo que haga y lo que no haga y con quién lo haga o no
lo haga. Francamente, a estas alturas de
mi vida, me da más o menos igual.
Simplemente pienso que esto tenía que hacerse y me ha tocado a mí el
marrón. Pero quiero asegurar a los que
lean esto y vayan a participar en Aranjuez, que todo mi esfuerzo, y el del
resto de los jueces, estará sólo centrado en un objetivo: proporcionar a todos los participantes el
mejor entorno posible de competición, velando por asegurar el respeto de la
normativa de la competición. Espero que
sepan entender y aceptar nuestras limitaciones y errores.
Se lo recordaré a todos el
domingo, media hora antes de la salida, en la reunión previa que tendremos en
el cajón de los nordimarchadores, con el doble dorsal y los bastones que les
diferenciará del resto de competidores, antes de mandar a los jueces a ocupar
sus posiciones iniciales y de organizar a los competidores según los tiempos de
progresión previstos.
No quiero acabar mi reflexión sin
dar la bienvenida a esa decena de murcianos que acuden por primera vez a una
competición de marcha nórdica, con las “alforjas” llenas de ilusión. Espero que a ellos, como a
todos los demás, el esfuerzo les merezca la pena y que el año que viene, en
marzo, todos volvamos a vernos en Aranjuez…y, ojalá que para entonces haya
aficionados locales que se encarguen de la organización y el control, y yo
pueda estar dónde me gusta, en el cajón, con todos los nordimarchadores.
MUY IMPORTANTE: independencia de los jueces a la hora de hacer cumplir el Reglamento y aplicación del mismo, sin contemplaciones.
ResponderEliminarCualquier duda sobre amonestaciones o expulsiones en la prueba, provocará otro escándalo y aún mayor descrédito sobre el nordic español.
Saludos