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miércoles, 9 de marzo de 2016

Pasado mañana salgo para Aranjuez

Pasado mañana salgo para Aranjuez.  El sábado tengo un curso de iniciación a la marcha nórdica, para el que hay 90 inscritos, aunque con 20 ya lo hicimos el último sábado de febrero.  Después del curso comeré con algunos de los instructores que se han ofrecido para colaborar en este evento, y algunos de los competidores que ya estén en el Real Sitio.  Por la tarde comprobaré el recorrido por última vez, y atenderé detalles de última hora… y rezaré, para que todo acabe bien.

Todo empezó hace más de un año, cuando me apunté a la IV media maratón de Aranjuez, añadiendo como siempre en el formulario de inscripción: “Participaré en la prueba haciendo marcha nórdica (con bastones).  Saldré tras todos los corredores, para no estorbar, y completaré el recorrido dentro del tiempo permitido para la carrera”. La escasez de competiciones a distancias asequibles, me ha llevado a utilizar esta opción que, a mí, me resulta bastante satisfactoria, y poco a poco va captando más adeptos en mi entorno (en la última competición, en Alcantarilla, ya éramos 7 nordimarchadores murcianos).  Algunos organizadores se ponen en contacto conmigo para interesarse por “ese asunto de la marcha nórdica”, y este fue el caso con Casi, Nacho y Emilio, los organizadores de la media de Aranjuez.  De ese contacto inicial surgió la I Competición 15 km Marcha Nórdica Aranjuéz-Sotos Históricos que, a pesar del poco tiempo de preaviso, reunió tres docenas de nordimarchadores en marzo del año pasado.

Este año lo hemos preparado con más tiempo.  La segunda edición de esta competición se incluyó desde el anuncio inicial de la media maratón de Aranjuez, en diciembre pasado, con un reglamento mejorado (espero), llegando al cierre de la inscripción con 90 nordimarchadores que, desde los puntos más distantes de nuestra geografía convergerán el domingo en Aranjuez para lo que espero sea una verdadera fiesta de la marcha nórdica española de competición.

Pero yo quería algo más.  Siempre he pensado que Aranjuez es un lugar ideal para la práctica de la marcha nórdica.  Kilómetros y kilómetros de calles arboladas y sin tráfico, a lo largo de preciosos jardines e inmensos sotos históricos, en la vega del Tajo.  Además, el lugar es inigualable para la celebración de competiciones a nivel nacional, dada su estratégica situación en el centro de la península, con una buena infraestructura hotelera y de comunicaciones.  De manera que, aprovechando el tirón de esta segunda edición, convoqué un curso de iniciación para el día anterior a la prueba, con la finalidad principal de fomentar la práctica de la marcha nórdica entre la población de las inmediaciones, contribuyendo así a la creación de una afición local que favorezca la perpetuación tanto de la practica como de la competición, y con la finalidad secundaria de “caldear” el ambiente para la prueba del día siguiente.

La preparación de la prueba no ha sido fácil.  Organizar un evento de estas características, que precisa personal de control y enjuiciamiento técnico de los participantes, no es tarea baladí cuando se hace a 400 km del escenario propuesto; y todo esto, gracias a Dios, al margen de la inscripción, siempre a cargo de los organizadores de la media maratón.  Primeramente intenté involucrar, o ilusionar si se quiere, a responsables locales del deporte y a clubes deportivos de Aranjuez, en la esperanza de que vieran la potencialidad de la marcha nórdica en Aranjuez. “Mi objetivo”, les decía, “es que sean los propios deportistas de Aranjuez los que, convencidos de las bondades de este nuevo deporte, se encarguen de su organización en el futuro, aunque yo siempre seguiré prestando toda mi colaboración y experiencia.”

Intento fallido.  Cero respuestas.  De manera que puse en marcha mi plan B (siempre hay que  tener uno): solicitar la colaboración personal entre los inscritos para el curso de iniciación.  Al fin y al cabo, si habían mostrado interés por este curso, algunos de ellos seguro que sabrían algo de esto y posiblemente se mostraría dispuestos a ayudarme.

Este plan B dio cierto resultado.  Entre las respuestas positivas de los consultados, las amistades que todavía conservo en Aranjuez de los años allí vividos, y los amigos instructores de marcha nórdica de Madrid, conseguí el apoyo necesario para organizar el control y arbitraje de la competición.  Sólo faltaba la formación y coordinación necesaria para adecuar ese apoyo a las necesidades concretas de esta competición, y eso lo conseguimos en dos intensas y frías mañanas, durante el último fin de semana de febrero, en Aranjuez.

Como decía al final del primer párrafo, espero que esto salga bien.  He puesto toda mi ilusión y  mi esfuerzo en ello, pero nada habría conseguido sin la desinteresada colaboración, ánimo y trabajo de esa gente entrañable de la marcha nórdica de la que hace poco hablaba en mi blog.  No vuelvo a citar aquí sus nombres porque sé que su generosidad sólo se ve superada por su modestia, que no quiero perturbar de nuevo con fama que, aunque merecida, ellos no desean.  A todos ellos, y a los que con tanta ilusión y entrega se han lanzado a la tarea de ayudarme en el control de esta competición, todo mi agradecimiento y mi amistad.

Es la primera vez que me involucro en temas de organización y ejecución de arbitraje de pruebas de marcha nórdica.  Soy consciente de mis limitaciones en este campo, al que acudo sólo con el bagaje de mi corta experiencia en competiciones, y mis muchas horas de observación y reflexión sobre técnica y competiciones.  Soy igualmente consciente de que seré criticado por lo que haga y lo que no haga y con quién lo haga o no lo haga.  Francamente, a estas alturas de mi vida, me da más o menos igual.  Simplemente pienso que esto tenía que hacerse y me ha tocado a mí el marrón.  Pero quiero asegurar a los que lean esto y vayan a participar en Aranjuez, que todo mi esfuerzo, y el del resto de los jueces, estará sólo centrado en un objetivo:  proporcionar a todos los participantes el mejor entorno posible de competición, velando por asegurar el respeto de la normativa de la competición.  Espero que sepan entender y aceptar nuestras limitaciones y errores.

Se lo recordaré a todos el domingo, media hora antes de la salida, en la reunión previa que tendremos en el cajón de los nordimarchadores, con el doble dorsal y los bastones que les diferenciará del resto de competidores, antes de mandar a los jueces a ocupar sus posiciones iniciales y de organizar a los competidores según los tiempos de progresión previstos.


No quiero acabar mi reflexión sin dar la bienvenida a esa decena de murcianos que acuden por primera vez a una competición de marcha nórdica, con las “alforjas” llenas de ilusión. Espero que a ellos, como a todos los demás, el esfuerzo les merezca la pena y que el año que viene, en marzo, todos volvamos a vernos en Aranjuez…y, ojalá que para entonces haya aficionados locales que se encarguen de la organización y el control, y yo pueda estar dónde me gusta, en el cajón, con todos los nordimarchadores. 

1 comentario:

  1. MUY IMPORTANTE: independencia de los jueces a la hora de hacer cumplir el Reglamento y aplicación del mismo, sin contemplaciones.

    Cualquier duda sobre amonestaciones o expulsiones en la prueba, provocará otro escándalo y aún mayor descrédito sobre el nordic español.

    Saludos

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