A
medida que aumenta el número de practicantes de marcha nórdica,
observo una más generalizada “preocupación” por capitalizar la
enseñanza de todo lo relacionado con este deporte, sea en sus fases
de descubrimiento e iniciación o en las más restringidas de
formación de instructores.
Desde
hace años, hay quién ha visto en este nuevo deporte un potencial
como fuente de ingresos, y ha intentado por todos los medios a su
alcance limitar el “espacio de negocio”, tratando de vedar el
acceso a posibles competidores, utilizando en este proceso
herramientas no siempre aceptables.
Si
bien, en una sociedad de consumo y libre mercado, como la nuestra, es
del todo legitima la aspiración a obtener beneficios de la venta de
unos conocimientos o técnicas que han requerido una inversión en
tiempo y capital, no es menos cierto que el recurso a dudosos métodos
de publicidad engañosa y desleal descalificación de la competencia,
es una práctica desdeñable, que perjudica a los mismos que la
utilizan, y a toda la marcha nórdica en general.
Así,
si vender las enseñanzas de una u otra escuela como las mejores, es
practica habitual, y hasta cierto punto aceptable en este entorno, el
venderlas como las únicas legítimas y verdaderas, tratando de
desprestigiar a las demás como advenedizas, incapaces e incluso
irresponsables, es muestra de la propia incapacidad de quién así
obra para convencer de la única forma que a la postre funciona:
mostrando su competencia en la calidad y convencimiento de los
alumnos formados.
Una
de las formas más utilizadas en esa línea de desprestigiar a los
demás, consiste en resaltar la formación de base exigida a los
alumnos, o el número de horas lectivas nominalmente utilizadas en
los cursos de formación. Esto, en gran manera, no deja de ser una
falacia y un ejemplo más de publicidad engañosa.
Por
una parte, sin menospreciar la conveniencia de que un instructor
tenga conocimientos de ciencias del deporte y la salud, la iniciación
de alumnos en una práctica tan inocua, equilibrada y poco agresiva,
como la marcha nórdica, lejos de exigir una titulación en alguno de
estos campos, requiere unos fundamentos basados en el sentido común,
la experiencia en la utilización de los bastones, el dominio de la
técnica, la próximidad emocional (empatía) con los alumnos y sus
expectativas, y la capacidad didáctica del formador para transmitir
sus conocimientos, ilusión y experiencia a estos alumnos.
Por
otro lado, los que ya se han iniciado en la marcha nórdica, saben,
como yo, que todo lo que hay que enseñar en este campo no da para
mucho más de cuatro horas de curso de iniciación. Sin embargo, la
necesidad de “vender horas” de formadores, más negociantes que
convencidos de su labor, y últimamente, el empeño homogeneizador de
las escuelas federativas, desde la integración de la marcha nórdica
en las federaciones de montaña, ha hecho que los cursos de
iniciación pasen a tener un mínimo de 20 horas lectivas,
rellenando el currículum con marchas senderistas, primeros auxilios,
orientación, y otros “extras”, que sin menoscabo de los mismos,
poco o nada tienen que ver con lo que una persona viene buscando en
un curso de iniciación a la marcha nórdica. Todos estos extras,
que sin duda encajan mejor en muchos otros cursos (montañismo,
senderismo, barranquismo, escalada), restan visibilidad y
protagonismo a la verdadera esencia de un curso de iniciación a la
marcha nórdica: a saber, conocimiento y aprendizaje de las técnicas
de manejo de los bastones, las diferentes posibilidades que nos
ofrecen y la forma de evolucionar a partir de la técnica adquirida
en el curso.
Finalmente,
es práctica cada vez más habitual, en esa carrera continua en busca
de la “excelencia” basada en el incremento del número de horas
lectivas “tarifables”, la creación de nuevos, interminables,
grados “apilables” de formación. Tengo tres títulos de
instructor básico de marcha nórdica, sin que en ninguno de los
respectivos cursos me hayan enseñado mucho más de lo que yo ya
sabía por mi práctica con los bastones y mi experiencia didáctica.
Pero bien, agradezco sinceramente lo que todos ellos han aportado a
mi bagaje como formador. Sin embargo, no acabo de entender, ni
siquiera leyendo el currículum de los cursos que anuncian, qué más
me pueden enseñar en los demás “grados superiores”, que
continuamente se anuncian, para mejorar mi capacidad de iniciar a la
gente en la marcha nórdica. Una vez más, se trata de sumar horas
con fidelización, gestión de empresas, mindfulness, y otras
materias que, siendo de indudable interés, pienso que encajaría
mejor en otros cursos, o al menos no tienen nada que ver con lo que
yo espero de un curso de formación de instructores de marcha
nórdica. Igual estoy equivocado.
En
consonancia con todo lo dicho, creo sinceramente que cualquiera de
mis alumnos con tiempo de experiencia en la práctica de este
deporte, que se haya preocupado por perfeccionar su técnica, con
unos mínimos conocimientos teórico-prácticos, con suficiente
sentido común (el menos común de los sentidos), capacidad didáctica
y gusto por enseñar esta materia, que asista a algunas sesiones de
iniciación como observador/ayudante de un buen instructor, podría
estar en condiciones de dar cursos de iniciación, tan buenos o
mejores que los de dicho instructor, en cuanto adquiriese cierta
soltura y experiencia, sin ningún complejo ni merma con relación a
cualquier instructor “titulado” en alguno de curso de formación
de los que se venden en el mercado actual.
Hagamos
la prueba. Si ellos no se sienten capaces, o sus alumnos no se
muestran satisfechos, será que yo estoy equivocado. Pero, en
cualquier caso, con título o sin él, cobrando o no, sigamos
disfrutando y difundiendo este magnífico deporte.
Que gran razón tienes, Piri.
ResponderEliminarVivimos en una sociedad en la que se persigue ante cualquier otra premisa la monetización de cualquier actividad y aspecto de nuestras vidas.
Como muy acertadamente afirmas, es totalmente lícito buscar esta recompensa económica pero llega un punto en que tanto se quiere exprimir a la gallina que ésta deja de poner huevos.
La solución es muy sencilla: mi dinero lo gasto en lo que quiero. Mientras la gente esté dispuesta a gastarse los pelos en estas actividades formativas, totalmente superfluas a partir de cierto nivel, éstas seguirán existiendo. Mientras entre gente nueva la deporte, habrá dinero fresco, tendremos aceite para que la maquinaria vaya fina y todos tengan una sonrisa en los labios fruto de un bolsillo lleno, pero en cuanto la gente adquiera un nivel básico de conocimiento y se de cuenta de que los están exprimiendo, se terminará el chollo para los mercaderes.
Y sobre todo en un deporte donde los implementos son tan básicos y accesibles. Veremos zapatillas especiales para marcha nórdica, camisetas anti-roce para marcha nórdica, pantalones diseñados para la marcha nórdica, gorras especiales para marcha nórdica, podómetros especialmente calibrados para marcha nórdica... y habrá gente encantada de regalar sus nóminas a estos sangradores. Sin embargo, otros practicantes con criterio, adoptarán una postura equilibrada y más racional, sobre todo si están orientados por gente con las ideas claras. Como es tu caso.
Por eso me parece tan sumamente importante y destacable la labor que hacemos los responsables de actividades ofertadas gratuitamente.
Por eso me parece tan sumamente importante y destacable la labor que realizas compartiendo tus conocimientos y regalando tu tiempo a cambio de un rato de charla.
Así que gracias Piri por tu tiempo y por decir las cosas tan claras aunque les siente mal a algunos.
Periku.
Muy de acuerdo con tus observaciones. Y muchos que picaran en esas redes. Yo como autodidacta enseño a quien se presta pero tambien me encuentro quien me dice que es algo dificil de aprender sin cursar. Que mal lo venden..
ResponderEliminarQuisiera agradecerle su recomendacion sobre bastones Fzn. Excelentes. Y por su libro gratuito ANDAR SANO. Gracias a la marcha nordica he recuperado la deportividad que daba por perdida y he perdido 6Kgr en dos meses.Y bienestar general! Saludos a todos los libre-marchantes!
Muy interesante reflexión... y valiente además porque creo que coincide con lo que muchos piensan y pocos se atreven a decir.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con ese planteamiento inicial, que además comparto, sobre ese "negocio" que algunos ven en la marcha nórdica, ya sea desde un punto de vista de la venta de material relacionado con esta práctica, bastones por ejemplo, ya sea desde el punto de vista de la venta de "formación". En este último punto creo que hay que diferenciar muy bien lo que son los cursos de iniciación de los cursos para instructores.
Quiero dejar claro que me parece perfectamente legítimo y respetable intentar hacer un negocio de la marcha nórdica, pero lo que no se debe o no se puede es desprestigiar al que no tiene el título que tú ofreces e intento explicarme. A día de hoy los títulos de los instructores están otorgados por "pseudofederaciones" o asociaciones, y me "fastidia" un tanto cuando a alguna de estas asociaciones o pseudofederaciones -las llamo así porque creo que con este nombre llevan a engaño- se les llevan los demonios si alguien da cursos gratuitos o da los cursos cobrando pero no ha pasado por su caja a hacer el curso correspondiente.
Me inicié en la marcha nórdica por mi cuenta, viendo vídeos, leyendo y andando, tropezando, cruzándoseme los bastones, clavando mal... y mejorando poco a poco, porque uno va mejorando con la práctica. Reconozco, y siempre lo digo, que el curso de iniciación me vino muy bien, aprendí cosas interesantes, mejoré aspectos técnicos y... lo más importante de todo, creo yo, es que después seguí llevándo a la práctica eso que me habían enseñado. Puedo hacer diez cursos con diez instructores maravillosos, pero si luego no cojo los bastones podré poner poses bonitas y poco más.
Recomiendo a la gente que haga un curso de iniciación porque te da pautas, claves que te vienen bien, pero no nos engañemos el curso te sirve para tener unas herramientas, ahora lo que hay que hacer es utilizarlas.
Yo no he hecho curso de instructor, pero he contado a algunos amigos las ideas básicas y luego he ido con ellos a caminar y les he intentado corregir en la medida de lo posible, algunos de ellos me parece que tienen una técnica más que aceptable, pero han aprendido más de la práctica de hacer kilómetros con los bastones que de lo que yo les haya ido diciendo.
Entiendo que ahora la FEDME o las federaciones autonómicas intenterán "vendernos" sus títulos, entiendo que los instructores deberán volver a pasar por caja si quieren que su título esté homologado, entiendo que se quiera poner coto a un cierto intrusismo profesional, pero como bien dices la enseñanza de la marcha nórdica tiene lo que tiene, y yo no creo que un curso de muchas horas te enseñe más de lo que tú ya sabes