martes, 4 de octubre de 2016

Marcha nórdica: el bálsamo de Fierabrás

Si Don Quijote hubiera vivido en nuestros días (no sé si lo resistiría), en lugar de hablar del bálsamo de Fierabrás citaría la marcha nórdica como remedio milagroso de todos los males.  En el enlace siguiente http://www.dmedicina.com/vida-sana/deporte/ejercicio-fisico/2016/09/30/como-mitigar-dolores-espalda-nordic-walking-114765.html podéis ver un breve artículo sobre los efectos que la contra-rotación (consecuencia de una buena técnica de marcha nórdica) produce sobre la columna.  Yo suelo decir a mis alumnos que se puede oír a columna diciendo "gracias, gracias".  Es por esto que siempre les aconsejo que no se queden en la técnica básica y procuren perfeccionarla.


En la misma página podéis ver otros artículos que pregonan las bondades psicofísicas de este deporte http://www.dmedicina.com/vida-sana/deporte/ejercicio-fisico/2016/04/10/beneficios-nordic-walking-parkinson-112327.html y http://www.dmedicina.com/vida-sana/deporte/ejercicio-fisico/2016/08/29/como-reducir-riesgo-cardiovascular-gracias-nordic-walking-114351.html.


Pero si no os duele nada (¡bendito sea Dios!), la marcha nórdica es la mejor manera de mantener ese estatus durante muchos años, de manera que...¡ a darle marcha a los bastones!

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