El título de la entrada de hoy, como podéis imaginar, indica su carácter de secuela de la publicada en julio del año pasado, que recomiendo leer (o releer) para darle una explicación lógica a lo que hoy cuento.
En aquella ocasión hablaba de mis dos pares de zapatillas en uso (alterno), unas Sauconi Excursion GTX, que pasando ampliamente de los 3000 km sigo utilizando a plena satisfacción, sin un desgaste que me haga prever una próxima "jubilación", y las entonces recién estrenadas Joma Shock Trail, mucho más baratas, a las que ya les he hecho más de 1000 km, colmando mis expectativas de estabilidad, comodidad y resistencia de la puntera, pero a las que les he detectado fallos en la durabilidad del textil (lógicos con su precio) y una suela con muy poca adherencia a superficies duras en días de lluvia, que me impiden repetir este modelo en el futuro.
Ya os contaré cómo se portan. Mientras tanto, no dejéis los bastones en el paragüero, porfa.
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