“La
técnica de la Marcha Nórdica (MN) es una herramienta de gran
utilidad para el practicante de senderismo, montañismo y carreras de
montaña. Sin embargo, el valor principal de la MN reside en su
potencialidad como deporte específico, completo, saludable, apto
para todos, económico y practicable en cualquier entorno y
condición.”
El
párrafo anterior figura “todavía” en la declaración de
principios del Comité de Marcha Nórdica de la Federación de
Montañismo de la Región de Murcia (FMRM).
Y entrecomillo “todavía”, porque fue precisamente la falta de
cumplimiento de
este principio por parte de los
miembros del
Comité lo que me llevó a dimitir
del cargo que en él ocupaba,
hace ya un año.
Tampoco
la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME),
casi dos años después de reconocer la marcha nórdica como una de
sus especialidades
deportivas, parece haber comprendido la grandeza y unicidad
de este extraordinario deporte.
En
el B.O.E. del pasado 19 de enero, el Consejo Superior de Deportes
publica una resolución de 10 de enero por la que, a propuesta de la
FEDME, establece el plan formativo de la especialidad deportiva de
Marcha Nórdica, en el nivel I, con la finalidad de “garantizar la
homogeneidad de la formación de los entrenadores deportivos” de
dicha
especialidad, sobre
un bloque específico de 85 horas lectivas y un periodo de prácticas
de 150 horas.
Tras
una prueba de acceso, basada en la apreciación de la técnica de MN
del aspirante que, curiosamente, será evaluado por cualquiera
(Técnico de Media o Alta Montaña, Licenciado o Graduado en Ciencias
de la Actividad Física y el Deporte, Técnico Superior en Animación
de Actividades Físicas y Deportivas, Técnico en conducción de
actividades físicodeportivas en el medio natural) menos por quién
debería evaluarlo (un instructor de MN de reconocida experiencia),
el futuro técnico de MN recibirá las 85 horas de formación en
cinco áreas:
Área
1. Fundamentos de la marcha nórdica: 10 horas de
historia, material y beneficios de la MN.
Área
2. Formación técnica y metodología de la enseñanza de la marcha
nórdica: 15 horas
sobre cómo programar y dirigir una sesión de iniciación a la MN.
Área
3. Conducción en actividades de marcha nórdica: 40 horas
de itinerarios, seguridad y conducción de grupos.
Área
4. Medio físico y humano: 15 horas
más sobre itinerarios y meteorología.
Área
5. La marcha nórdica a nivel federativo: 5
horas de
eventos de promoción deportiva de marcha nórdica.
…
es
decir, que sólo
un
tercio del
tiempo de formación se dedica a la
marcha nórdica, y los otros dos, a asuntos que no tienen nada que
ver con esta disciplina, y que entran de lleno en otros ciclos
formativos de
la FEDME, relacionados
con el senderismo y el montañismo. No
puedo entender esta mezcolanza. Imagino que la formación reglada
exige un mínimo de horas que hay que “rellenar”, pero de ser
así, se me ocurre que mucho más útil para el futuro instructor, y
sobre todo para sus futuros alumnos, sería dedicar ese tiempo a
mejorar sus
conocimientos
de anatomía y morfología
humanas.
Con
la mitad del tiempo específico dedicado a la MN, en cualquiera de
los cursos de instructor que he recibido he tenido formación más
que suficiente para poder
desempeñarme
como instructor de este deporte (1700
alumnos formados hasta la fecha).
Como decía al principio, creo que la FEDME no ha entendido la
unicidad de la MN ni su valor como deporte específico, completo,
saludable, apto para todos, económico y practicable en cualquier
entorno y condición. Salir al monte, en grupo, con bastones o sin
ellos, está
muy bien, y yo a veces lo hago, pero
eso no es marcha nórdica,
tiene otros
nombres,
... es otra cosa … vamos,
creo
yo.
Esta
misma falta de comprensión de nuestro deporte se refleja también en
el actual Reglamento de Competiciones de Marcha Nórdica que, a pesar
de los tibios cambios incorporados
(http://nordicartagena.blogspot.com.es/2018/01/comentarios-sobre-el-reglamento-de.html),
parece seguir primando la utilización de recorridos en montaña,
poco
adecuados para la práctica y la exigencia de una buena técnica de
MN, demasiado largos para el cabal
enjuicimiento técnico por un número razonable de árbitros, que
resulte
económicamente asequible para el organizador de
la competición.
Árbitros que tienen que realizar su difícil labor de apreciación
técnica a simple vista, peligrosamente montados en una bicicleta, o
viendo pasar a los competidores un número demasiado
limitado de veces, debiendo aventurar un juicio unipersonal que puede
significar su descalificación o la anulación de sus justas
expectativas. Y
con competidores sometidos a una exigencia técnica que las
características del terreno no favorecen, enjuiciados por pocos y
poco experimentados árbitros que les
han
de aplicar un reglamento poco claro, de forma individual, conscientes
del daño que les
pueden
ocasionar por una injusta sanción y, por tanto, lógicamente reacios
a una puntual
aplicación de dicho reglamento.
Acabo
de asistir en Madrid a un curso de reciclaje de árbitros de marcha
nórdica de la FEDME. Mi serio y sincero involucramiento en el
estudio y desarrollo de normativa sobre organización y arbitraje de
competiciones de marcha nórdica, desde hace años, me han llevado a
intentar
participar
activamente en la revisión del reglamento actual. Aunque algunas de
mis aportaciones han sido recogidas en la nueva versión, esta
sigue sin ser,
ni con mucho, mínimamente
aceptable,
para
mí.
El
reglamento actual continúa
incluyendo conceptos difusos y contradictorios, que no permite
una buena
actuación arbitral. Pero, sobre todo, sigue careciendo de una
apreciación correcta de la unicidad de la MN, distinta de las
carreras por montaña y otras competiciones de la FEDME, y
sin reflejar la
necesidad de organizar las competiciones en circuitos reducidos (no
más de 2,5 km), de perfil y superficie adecuados a su exigencia
técnica, con sanciones colegiadas, lo más alejadas posible del
probable
error
de apreciación de un sólo árbitro. En tanto el reglamento de
competición no recoja estos mínimos, como
competidor, puedo someterme voluntariamente a su imperfección,
aceptarla y sufrirla, pero
como
árbitro y organizador, me siento moral y prácticamente
incapaz de someter a otros a sus
deficiencias y
arbitrariedad.
Este
año, por tanto, seguiré participando como competidor en algunas
pruebas, observando, recopilando información y experiencia y, si me
dejan y me
lo
siguen pidiendo, dando mi opinión y consejo sobre nuevos cambios a
introducir, aunque, no creo que se aparten mucho de lo dicho en el
párrafo anterior. Sinceramente
espero que la próxima revisión nos proporcione un reglamento
bastante mejor que el actual, a la altura de este único
y extraordinario deporte de
mis entretelas.
En el tono de la entrada detecto un cierto pesar..., por no ser más contundente con el calificativo :)
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que dices, como no podría ser de otra manera, la marcha nórdica es lo que es y no lo que desde determinados estamentos se pretende que sea. Al final a los futuros instructores de marcha nórdica se les da una formación que quiere cumplir con determinados requisitos, pero en definitiva lo que hay detrás es un intento más o menos claro de que para tener un "título" hay que pasar por caja. No dudo de que muchos, la inmensa mayoría de los que tengan ese título, serán magníficos instructores, pero tampoco dudo de que hay extraordinarios instructores, igual que hay extraordinarios árbitros y extraordinarios competidores que no han recibido ningún curso para ser árbitros o competidores. A mí me parece que la marcha nórdica es bastante más sencilla de lo que pretenden hacernos ver, pero bueno, allá cada cual. Abrazos desde Aranjuez.
Creo que llevas mucha razón en todo lo que dices. La marcha nórdica es mucho más sencilla de lo que nos quieren "vender". Se puede disfrutar desde el primer minuto y el perfeccionamiento de la técnica depende mucho de cada practicante, y poco del número de cursos que te pagues.
ResponderEliminar