En diciembre de 2014, espoleado por mi debut en el mundo de la marcha nórdica competitiva, me inscribí para los 10.900 m solidarios (la primera vuelta a un circuito que doblarían los inscritos para la Media Maratón de Cieza). Aquel año, experimentando con mi primera inscripción "para hacer marcha nórdica, saliendo tras todos los corredores, para no estorbar, y completando el recorrido dentro del tiempo permitido por el reglamento de la prueba", fui el único inscrito.
En el 2015, me acompañó Pepe Campillo, uno de mis alumnos, también "picado" por el gusanillo de la marcha nórdica competitiva... y este año, después de la Nordicartagena, hemos sido nueve los que aparecemos en la foto, tras todos los corredores, los que tomamos la salida, bajo una lluvia que nos acompañaría durante todo el recorrido, pero que poco o nada notamos una vez que empezó a correr el crono.
Lo de menos es el tiempo que hicimos. Lo importante fue poner esos nueve pares de bastones en la línea de salida de una media maratón urbana. Lo bueno fue la preparación previa a esta competición. Encontrarnos con la inesperada sorpresa de los nordimarchadores de Elche que acudieron a la cita. La satisfacción de completar la prueba, cumpliendo las expectativas personales de cada uno. Disfrutar con nuestros bastones, en un ambiente de competición, oliendo a réflex... Por no hablar del bien ganado vermut y la reparadora comida, en inmejorable compañía.
Gracias a todos por venir. En el 2017, más. Pero, si no te animas, no por eso dejes de sacar tus bastones del paragüero todos los días, y disfrutar con ellos.
Me parece muy interesante lo de participar en estas pruebas que no incluyen la marcha nórdica entre las opciones por dos motivos, por una parte se da visibilidad a la marcha nórdica y por otra supongo que puede hacer plantearse a los organizadores dar una oportunidad a esta disciplina, y ojo que nueve no es un número para despreciar. Espero que en diez días en Aranjuez lleguemos a los quince ;) Abrazos.
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