El título de esta reflexión es
una larga polémica entre los amantes de la marcha nórdica de competición (MNC),
entre los que me cuento sin ningún rubor. Aunque debería comenzar diciendo que la polémica
está de más, por dos razones obvias:
una, porque creo que todos estuvimos siempre de acuerdo en que la MNC debería encuadrarse entre
las actividades de la Real Federación
de Española de Atletismo (RFEA); otra, porque desde junio del 2015, la federación
española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), acabó con esta polémica al
reconocer la marcha nórdica como una de sus actividades.
Así pues, no es de polémica de lo
que quiero hablar, sino de por qué la situación es la que es, y de cuál es mi
actitud ante ella. No pretende con esto
cambiar la forma de pensar de nadie, que respeto sinceramente, aún cuando no la
comparta; ni siquiera abrir un nuevo debate sobre un asunto que, para mí, está
cerrado (de momento, y esto lo explicaré al final). Se trata tan sólo de una reflexión personal,
en un intento de clarificar todo esto, para mí mismo, y para curiosos y/o
profanos despistados.
Creo que el hecho de que la FEDME se decidiera a “adoptar”
la marcha nórdica (MN) se debió a tres razones principales. Por una parte, la inacción de la RFEA , a mi modo de ver, movida
por intereses puramente crematísticos, entre los que no figura el
reconocimiento de una actividad que en las pruebas celebradas hasta la fecha no
mueve más de unas pocas docenas de participantes. Por otra parte, el hecho de que una gran mayoría
de practicantes de marcha nórdica hayan llegado a ella a través de la práctica
del senderismo o el montañismo, actividades ambas de la FEDME. Finalmente , la tercera razón
surge del sentimiento de necesidad de un organismo superior regulador, ante el
desconcierto creado entre los amantes de la MNC por la multiplicidad de escuelas existentes
en España, sin un mínimo acuerdo entre ellas acerca de la práctica de esta
modalidad, muchas de ellas incluso cuestionando la legitimidad de su propia
existencia (¿cuántas veces hemos oído aquello de que la MN es una actividad no
competitiva?).
Con relación a la primera de las
razones apuntadas, la similitud de la
MN con la marcha atlética en todo lo referente al control
técnico de las competiciones y la conveniencia de circuitos con pocos
desniveles, que favorezcan la práctica de la técnica diagonal, lejos de
estimular la carrera o el trote, hacen más que incomprensible la inacción de la RFEA. Para
mí, la falta de nordimarchadores provenientes del mundo de la marcha atlética,
puede ser una razón de esta inacción o falta de empatía, pero la principal,
creo que es la apuntada del número actual de participantes en las pruebas de
MNC. Es más que probable que cuando
estas pruebas empiecen a congregar en la línea de salida más de 300 participantes,
la RFEA se
replantee la situación y entremos entonces en una “guerra de federaciones”. Algo parecido a lo que sucede en la actualidad
con las carreras “de montaña”, o “por montaña”, según sea la RFEA o la FEDME la federación que
auspicie los ahora tan “suculentos” eventos.
La segunda y tercera razones
apuntadas fueron, seguramente, las que movieron a los nordimarchadores de la Federación Balear
de Montañismo y Escalada (FEBME), y después a las correspondiente federaciones
de montañismo de Andalucía (FAM), Ceuta y Murcia (FMRM), a reconocer la marcha
nórdica, incluida su faceta competitiva, entre sus actividades, dada la
potencialidad de la competición para el fomento de la práctica del deporte en
el que se compite (¿cuántos corredores habituales habría si no hubiesen campeonatos
a todos los niveles y carreras populares?).
Como dice el Comité de MN de la
FMRM , “La técnica de la
MN es una herramienta de gran utilidad para el practicante de
senderismo, montañismo y carreras de montaña.
Sin embargo, el valor principal de la MN reside en su potencialidad como deporte
específico, completo, saludable, apto para todos, económico y practicable en
cualquier entorno y condición”, siendo la finalidad de la MNC “fomentar la práctica de la MN
en general, dentro del las normas básicas de la deportividad”. Esta finalidad, creo yo, es independiente de
la federación que la prohije y fácilmente aceptable por tirios y troyanos.
Esta es la situación actual, nos guste o no y, en llegados a este
punto, caben dos posturas: ¿juego con
las reglas actuales e intento que la
MNC se desarrolle de la forma más lógica para conseguir su
finalidad, aunque esté dentro de la
FEDME ?, o ¿me constituyo en antisistema y bombardeo cualquier
iniciativa que venga de la FEDME ,
favorezca o no la MNC ?
Sin entrar en diatribas, que prometí no
iniciar en mi exposición de motivos del segundo párrafo, mi postura es la
primera, y desde el Comité de MN de la
FMRM , como vocal de competiciones, hago lo que puedo por
ello. Eso sí, dispuesto a participar en
todas las competiciones que mi parco bolsillo y mi esquinada situación en el
mapa patrio me permitan, las organice quién las organice, FEDME, anti-sistemas
o (estoy seguro), la RFEA ,
cuando la alineación en la salida de más de 300 nordimarchadores les haga “reconsiderar”
su falta de disposición hacia la marcha nórdica. Porque estoy seguro de que somos los que
amamos este deporte, convencidos de sus bondades en todos los planos, los que
lo haremos grande, por encima de escuelas, federaciones y cualquier otra forma
de visión interesada o excluyente.
Entiendo la postura de los antisistemas, aunque no la comparta. Si yo viviera en la mitad norte de España y
pudiera calmar mi frustración con los bálsamos de la MNC de nuestros vecinos transpirenaicos,
a lo mejor la compartiría más. Pero la
situación es la que es, o mejor dicho, la situación creo que es la que acabo
de intentar exponer. Espero haberlo
conseguido.
Nota aclaratoria: Esta reflexión va dedicada a posibles
lectores de allende nuestro entorno cartagenero, más preocupados por estos
temas. Mis disculpas para los visitantes
habituales de este foro, humildes nordimarchadores locales, sólo preocupados
por disfrutar de sus bastones lo más posible (Dios los bendiga), a los que he
castigado con esta perorata. Para
vosotros, a modo de disculpa, va dedicada la caminata de MN interclubes de
mañana, por el puerto de nuestra trimilenaria ciudad.
Solo hay un "pequeño" problema: la Federación de Montaña no está reconocida por el COI, mientras que la de IAAF si, y además es la federación más importante en los Juegos Olímpicos. Y eso incluye la federación francesa de atletismo.
ResponderEliminarDesde que la federación francesa atletismo admitió la marcha nórdica, se acabó el debate. Punto y final.
El COI acepta primero lo que viene de federaciones reconocidas y olímpicas. Nunca aceptará por delante a la FEDME (federación no olímpica) o al CSD.
El término antisistema debería aplicárselo a la FEDME, sería más preciso.
Cordialmente,
Aurora Gómez
Totalmente de acuerdo contigo, Aurora.
ResponderEliminarAntisistema es ir en contra de lo legalmente establecido a nivel internacional. Lo que no está reconocido por el COI es lo antisistema. Y eso es la FEDME y sus excursionistas.
Sergi