sábado, 23 de enero de 2016

Marcha nórdica: ¿federación de montaña o de atletismo?

El título de esta reflexión es una larga polémica entre los amantes de la marcha nórdica de competición (MNC), entre los que me cuento sin ningún rubor.  Aunque debería comenzar diciendo que la polémica está de más, por dos razones obvias:  una, porque creo que todos estuvimos siempre de acuerdo en que la MNC debería encuadrarse entre las actividades de la Real Federación de Española de Atletismo (RFEA); otra, porque desde junio del 2015, la federación española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), acabó con esta polémica al reconocer la marcha nórdica como una de sus actividades.

Así pues, no es de polémica de lo que quiero hablar, sino de por qué la situación es la que es, y de cuál es mi actitud ante ella.  No pretende con esto cambiar la forma de pensar de nadie, que respeto sinceramente, aún cuando no la comparta; ni siquiera abrir un nuevo debate sobre un asunto que, para mí, está cerrado (de momento, y esto lo explicaré al final).  Se trata tan sólo de una reflexión personal, en un intento de clarificar todo esto, para mí mismo, y para curiosos y/o profanos despistados.

Creo que el hecho de que la FEDME se decidiera a “adoptar” la marcha nórdica (MN) se debió a tres razones principales.  Por una parte, la inacción de la RFEA, a mi modo de ver, movida por intereses puramente crematísticos, entre los que no figura el reconocimiento de una actividad que en las pruebas celebradas hasta la fecha no mueve más de unas pocas docenas de participantes.  Por otra parte, el hecho de que una gran mayoría de practicantes de marcha nórdica hayan llegado a ella a través de la práctica del senderismo o el montañismo, actividades ambas de la FEDME.  Finalmente, la tercera razón surge del sentimiento de necesidad de un organismo superior regulador, ante el desconcierto creado entre los amantes de la MNC por la multiplicidad de escuelas existentes en España, sin un mínimo acuerdo entre ellas acerca de la práctica de esta modalidad, muchas de ellas incluso cuestionando la legitimidad de su propia existencia (¿cuántas veces hemos oído aquello de que la MN es una actividad no competitiva?).

Con relación a la primera de las razones apuntadas, la similitud de la MN con la marcha atlética en todo lo referente al control técnico de las competiciones y la conveniencia de circuitos con pocos desniveles, que favorezcan la práctica de la técnica diagonal, lejos de estimular la carrera o el trote, hacen más que incomprensible la inacción de la RFEA.  Para mí, la falta de nordimarchadores provenientes del mundo de la marcha atlética, puede ser una razón de esta inacción o falta de empatía, pero la principal, creo que es la apuntada del número actual de participantes en las pruebas de MNC.  Es más que probable que cuando estas pruebas empiecen a congregar en la línea de salida más de 300 participantes, la RFEA se replantee la situación y entremos entonces en una “guerra de federaciones”.  Algo parecido a lo que sucede en la actualidad con las carreras “de montaña”, o “por montaña”, según sea la RFEA o la FEDME la federación que auspicie los ahora tan “suculentos” eventos.

La segunda y tercera razones apuntadas fueron, seguramente, las que movieron a los nordimarchadores de la Federación Balear de Montañismo y Escalada (FEBME), y después a las correspondiente federaciones de montañismo de Andalucía (FAM), Ceuta y Murcia (FMRM), a reconocer la marcha nórdica, incluida su faceta competitiva, entre sus actividades, dada la potencialidad de la competición para el fomento de la práctica del deporte en el que se compite (¿cuántos corredores habituales habría si no hubiesen campeonatos a todos los niveles y carreras populares?).  Como dice el Comité de MN de la FMRM, “La técnica de la MN es una herramienta de gran utilidad para el practicante de senderismo, montañismo y carreras de montaña.  Sin embargo, el valor principal de la MN reside en su potencialidad como deporte específico, completo, saludable, apto para todos, económico y practicable en cualquier entorno y condición”, siendo la finalidad de la MNC “fomentar la práctica de la MN en general, dentro del las normas básicas de la deportividad”.  Esta finalidad, creo yo, es independiente de la federación que la prohije y fácilmente aceptable por tirios y troyanos.

Esta es la situación actual, nos guste o no y, en llegados a este punto, caben dos posturas:  ¿juego con las reglas actuales e intento que la MNC se desarrolle de la forma más lógica para conseguir su finalidad, aunque esté dentro de la FEDME?, o ¿me constituyo en antisistema y bombardeo cualquier iniciativa que venga de la FEDME, favorezca o no la MNC?  Sin entrar en diatribas, que prometí no iniciar en mi exposición de motivos del segundo párrafo, mi postura es la primera, y desde el Comité de MN de la FMRM, como vocal de competiciones, hago lo que puedo por ello.  Eso sí, dispuesto a participar en todas las competiciones que mi parco bolsillo y mi esquinada situación en el mapa patrio me permitan, las organice quién las organice, FEDME, anti-sistemas o (estoy seguro), la RFEA, cuando la alineación en la salida de más de 300 nordimarchadores les haga “reconsiderar” su falta de disposición hacia la marcha nórdica.  Porque estoy seguro de que somos los que amamos este deporte, convencidos de sus bondades en todos los planos, los que lo haremos grande, por encima de escuelas, federaciones y cualquier otra forma de visión interesada o excluyente.

Entiendo la postura de los antisistemas, aunque no la comparta.  Si yo viviera en la mitad norte de España y pudiera calmar mi frustración con los bálsamos de la MNC de nuestros vecinos transpirenaicos, a lo mejor la compartiría más.  Pero la situación es la que es, o mejor dicho, la situación creo que es la que acabo de intentar exponer.  Espero haberlo conseguido.

Nota aclaratoria:  Esta reflexión va dedicada a posibles lectores de allende nuestro entorno cartagenero, más preocupados por estos temas.  Mis disculpas para los visitantes habituales de este foro, humildes nordimarchadores locales, sólo preocupados por disfrutar de sus bastones lo más posible (Dios los bendiga), a los que he castigado con esta perorata.  Para vosotros, a modo de disculpa, va dedicada la caminata de MN interclubes de mañana, por el puerto de nuestra trimilenaria ciudad.


2 comentarios:

  1. Solo hay un "pequeño" problema: la Federación de Montaña no está reconocida por el COI, mientras que la de IAAF si, y además es la federación más importante en los Juegos Olímpicos. Y eso incluye la federación francesa de atletismo.

    Desde que la federación francesa atletismo admitió la marcha nórdica, se acabó el debate. Punto y final.

    El COI acepta primero lo que viene de federaciones reconocidas y olímpicas. Nunca aceptará por delante a la FEDME (federación no olímpica) o al CSD.

    El término antisistema debería aplicárselo a la FEDME, sería más preciso.

    Cordialmente,

    Aurora Gómez

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  2. Totalmente de acuerdo contigo, Aurora.
    Antisistema es ir en contra de lo legalmente establecido a nivel internacional. Lo que no está reconocido por el COI es lo antisistema. Y eso es la FEDME y sus excursionistas.

    Sergi

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