viernes, 20 de enero de 2023

COMPETICIONES DE MARCHA NÓRDICA EN MONTAÑA

Hace unos diez años, éramos una docena de locos enamorados de la marcha nórdica (MN) los que buscábamos cualquier ocasión de reunirnos y competir, sin árbitros ni reglamentos, en cualquier oportunidad que se nos presentaba. Por aquella época, soñábamos con que la Federación Española de Atletismo (FEA) acogiera nuestro deporte, se desarrollase un reglamento, y se organizasen competiciones, utilizando su experiencia con la marcha atlética, en la ilusión de que esto atraería gente joven a nuestra saludable pero añera disciplina.

Por la razón que sea (quizá porque sólo eramos unos pocos y no había negocio), la FEA (va sin segundas) no nos hizo ni caso, y finalmente fue la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) la que nos acogió en su seno. Yo, desde la Federación de Montañismo de la Región de Murcia (FMRM) me puse inmediatamente a redactar un reglamento de competición, acorde con la ubicación de la MN en este entorno, bastante diferente, por cierto, del que normalmente acoge a la marcha atlética, el deporte cuya competición más se parece al nuestro, por la obligatoriedad de observar limitaciones a la progresión (básicamente no correr) que repercuten sobre la velocidad que, a la postre, va a ser la que decida el podio de cada prueba.

Aquel reglamento, aprobado por el Comité de Marcha Nórdica CMN) y, posteriormente por la Asamblea General de la FMRM en 2016, fue anterior al primer reglamento de competición de la FEDME que, curiosamente, obvió todo lo que el de la FMRM había incluido sobre circuitos y diferentes técnicas que permitieran la competición sobre terrenos de montaña. Desgraciadamente, tanto el Presidente de la FMRM como su CMN, en lugar de pelear por la lógica inclusión de estas especificidades en el reglamento de la FEDME, optaron por copiar y pegar este para nuestra Región. Naturalmente, presenté mi inmediata dimisión del CMN de la FMRM, profundamente decepcionado por la falta de apoyo y empatía de compañeros y directivos.

Bueno, tras este pequeño relato histórico, para poner al lector en “situación”, el hecho relevante es que el reglamento de competición resultante, aparte de otros muchos defectos, adolece de una falta total de adecuación para la regulación y control de pruebas realizadas en un entorno de media o alta montaña.

Para empezar, el reglamento no limita en forma alguna la inclinación del terreno sobre el que se compite, obligando a los participantes a realizar una técnica diagonal imposible por encima de pendientes superiores al 10%.

El domingo pasado participé en una media maratón de montaña por la Sierra Gorda, Cartagena. Me gusta participar en pruebas de montaña en las que, siempre con mis bastones, corro, marcho o ando, según puedo o el terreno me aconseja, sin preocupación de reglamentos y árbitros que dejan bastante que desear, con dragoneras apropiadas (seguras) para el entorno y, por supuesto, con buena música.

Los organizadores, que por cierto realizaron, como de costumbre, un muy buen trabajo, cometieron el tremendo error de organizar también una competición de MN que coincidía en parte con el recorrido de la media maratón, lo cual me dio oportunidad de observar a muchos de los marchadores participantes en plena faena, no como los árbitros, ausentes en las partes más complicadas del recorrido.

Para ponerlo en pocas palabras, la totalidad de los competidores de MN que yo vi deberían haber sido descalificados de acuerdo con el actual reglamento de competición de MN. A pesar del loable esfuerzo realizado por todos ellos, los bastones “volaban”, se apoyaban fuera de las zonas permitidas, los codos no pasaban del torso, las manos no pasaban de la cadera, los pies no entraban de talón, … y todo ello por la sencilla razón de que en esos terrenos, todo ello es imposible. Otros errores, tales como la deficiencia en el agarre en el momento de apoyar el bastón, sí que son aplicables a los marchadores, y deberían corregirlo por el peligro que representa para su propia integridad física, pero este es un defecto propiciado por la dragonera de guantelete, que nuestro reglamento se empeña en mantener como obligatoria para la competición, sea esta dónde sea.

La mejor noticia es que creo que ninguno de los 32 participantes que completaron el recorrido acabó con lesiones de importancia.

En mi humilde opinión, esta competición de MN nunca debió realizarse en este entorno. Se puede entender la buena intención de los organizadores, disculpar su falta de familiarización con la normativa en vigor, pero es del todo incomprensible, al menos para mí, la permisividad de la FMRM y de los árbitros que, conocedores del reglamento (se supone), permiten una competición con semejante recorrido. Y poco me vale que se acotara algún “tramo libre de técnica”, designación que debería haber afectado a la mitad del recorrido, por decir algo. Pero entonces, ¿se podría calificar la competición como “de marcha nórdica”?

Pero bueno, en última instancia, cada competidor es muy libre de participar o no, a pesar de reglamentos, árbitros y recorridos. Al fin y al cabo, son ellos los que se la juegan.

Sinceramente, creo que para sacar los bastones del paragüero no hace falta arriesgarse tanto, y no poder hacer una buena técnica.



lunes, 9 de enero de 2023

NUEVO CURSO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA

 

Comienza un nuevo año, con nnnuevas oportunidades de mejorar tu vida.  Una de ellas es la práctica habitual de un deporte, la marcha nórdica, que te  proporcionará salud: corrige la postura y ayuda a prevenir/aliviar problemas de columna y articulares en general, mejora la circulación, la oxigenación y la producción de endorfinas, quema grasas, aumenta la resistencia y la autoestima … muy económico, apto para toda edad y condición física, desde niños y personas mayores y/o con movilidad reducida hasta deportistas de élite, y se puede practicar con diferentes ritmos e intensidades en cualquier lugar y momento.

El domingo, 22 de enero, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 1º de este año, 93º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/@37.620062,-0.9925477,15.5z. Tras esta sesión, mejorarás sensiblemente tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 21 de eneroSi tú ya has hecho el curso y piensas que puede ayudar a algún conocido, pásale el enlace.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).

lunes, 2 de enero de 2023

MARCHA NÓRDICA Y PASO DESLIZANTE

 

En la entrada Utilización Activa de los Bastones de julio del recién concluído año, cuya lectura recomiendo encarecidamente, hablaba sobre el "paso deslizante" o la "andadura a lo Groucho", insuficientemente definida, aunque extensamente vituperada, por nuestro pobre reglamento de competición de Marcha Nórdica (MN), cuya nueva versión "actualizada" acaba de ver la luz, con las mismas deficiencias del anterior, aunque añadiendo más confusión en el texto.  Francamente, parece como si quisieran poner a prueba la paciencia de los sufridos árbitros y competidores.

Pero no trato en esta entrada de corregir las faltas e incongruencias de este reglamento, algo que, por otro lado, doy por imposible a la luz de tanto "intento" (?) fallido por parte de sus responsables.  Lo que pretendo aquí y ahora es profundizar un poco más en la eficiencia de la marcha nórdica, tal como la prácticamos, comparada con la del paso deslizante o "a lo Groucho".  Debo advertir que no se trata, ni mucho menos, de un estudio sesudo, científico y profundo que, por cierto, no estaría de más que acometiera (o comisionara) el Comité de Marcha Nórdica de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escadada.  Lo que expongo a continuación se basa simplemente en la observación y experimentación personal del humilde nordimarchador que suscribe.

Nuesttro Diccionario define Eficiencia como la capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos.  En este caso, los resultados deseados se centran en la velocidad en el desplazamiento, mientras que los recursos empleados se traducen en el esfuerzo realizado.

Al marchar con el centro de gravedad unos centímetros más bajo, las piernas ligéramente flexionadas llevan a una toma de contacto del pie con el suelo por delante del talón, entre el tarso y el metatarso. En ese momento, la vertical de la rodilla del píe que toma contacto con el suelo se encuentra por delante del talón, y esta debería ser la referencia que tomasen los árbitros para decidir que se produce el paso deslizante (así lo hace el reglamento francés). En esta posición, si lo probamos, observaremos que aumenta sensiblemente la velocidad del desplazamiento, lo que parece una paradoja, ya que se disminuye la longitud de la zancada.  Para intentar comprender lo que pasa, recurriré a una comparación entre el paso de la marcha nórdica regular (MNR) y el de una marcha nórdica con paso deslizante (MND).

En la figura anterior, el marchador de la izquierda lo hace de forma ortodoxa, y al entrar de talón, el impacto sobre el suelo se traduce en una fuerza de reacción ascendente en la dirección de la pierna (A), con una componente vertical (B) que proporciona equilibrio y apoyo, y una componente horizontal (C), que se opone al avance del marchador.

El marchador de la derecha, con paso deslizante, experimenta también una fuerza de reacción ascendente en la dirección de la pierna (A), menor que el la del otro marchador, ya que el impacto tiene menor energía potencial (centro de gravedad más bajo) y viene amortiguado por las flexiones en pie, rodilla y cadera.  Son menorres, por tanto, las componentes B y C de la descomposición de la fuerza A, pero observamos que la componente horizontal (C) ya no se opone al avance del marchador, sino que apoya su progresión.

Esta pequeña diferencia hace que la progresión en el paso deslizante sea más homogénea, con el centro de gravedad del marchador siempre por delante de los puntos de apoyo de las piernas, mientras que en la marcha nórdica ortodoxa hay un tiempo en cada paso en el que el centro de gravedad está por detrás del pie adelantado, no pudiendo ser impulsado por esa pierna hasta que lo rebasa.

Si nos fijamos en el punto de apoyo del bastón que acompaña al pie adelantado en la MND, observaremos que se apoya mucho más cerca del pie que en el caso de la MNR.  Esto, aunque supone un menor impulso inicial sobre el bastón, proporciona una reconfortante sensación de seguridad (mayor apoyo y equilibrio), sobre todo cuando marchamos por terreno difícil (pedregoso o con desniveles), y acaba proporcionándonos una mayor impulsión en la fase final.

En la MND, el cuerpo del marchador adopta una posición menos erguida que en la MNR.  Esta posición, más de "corredor", con el centro de gravedad más adelantado, también favorece la rápida transición entre pasos que, a pesar de ser de menor longitud, consiguen una mayor velocidad gracias a que permite mayores ritmos.

La velocidad se muestra andando, reza el dicho.  Yo he hecho un recorrido de media montaña de 15 km, que suelo repetir con frecuencia, hoy por primera vez con paso deslizante en su totalidad, y he bajado casi 10' mi mejor marca con MNR.  

Cierto que la postura no resulta demasiado natural.  Todo depende del grado de flexión de las piernas.  No sé las repercusiones negativas que esa postura, mantenida en el tiempo, pueda tener para los practicantes de esta modalidad.  Yo, de momento, no noto nada raro.  Y tampoco Bernabé Rodriguez, gran representante de la MND, que yo sepa, ha tenido mayores problemas como consecuencia de su práctica mantenidda en el tiempo y en pruebas de muy largo aliento.

Yo, por ahora, sigo practicando mi MNR, totalmente ortodoxa, pero la experiencia de hoy es todo un descubrimiento de cara a las carreras por montaña y pruebas populares a las que a veces me apunto, en las que ya tengo una opción más que conbinar con la andadura, marcha y carrera nórdicas, según el terreno y el cuerpo me aconseje.

Y ya sabéis, con una u otra modalidad (os animo a que experimentéis todo), lo más importante es que saquéis los bastones del paragúero, todo lo que podáis .. y que disfrutéis con ellos.