lunes, 2 de octubre de 2023

MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA - DEFINICIÓN, ANDAR DE FORMA NATURAL

 

3 - DEFINICIÓN

La caminata nórdica consiste en andar de forma natural y dedicada, utilizando dos bastones con una técnica que nos permita obtener el máximo beneficio de su uso.

En la entrada de hoy nos centraremos es la primera parte de la definición, en la que trataré de describír la andadura, algo que llevamos haciendo desde bien chiquitos, pero que poiblemente nunca nos hemos parado a analizar.

Andar de forma natural – esto es, no haciendo nada distinto de lo que hacemos cuando salimos a andar – y dedicada – pues no salimos a ver escaparates, ni flores en el campo, ni a charlar con los colegas, sino a practicar el noble y sano deporte de andar – utilizando dos bastones con una técnica que nos permita obtener el máximo beneficio de su uso – desde la doble perspectiva de beneficios físico-saludables y de eficacia en nuestro desplazamiento.


Para andar de forma natural y completa empezamos por lanzar una pierna en la dirección hacia
donde queremos ir, comenzando desde la cadera, hasta que el pie toma contacto con el suelo, por el talón (siempre por delante de la vertical de su rodilla), con la pierna hiper-extendida. El peso, ahora repartido entre las dos piernas, pasará a continuación completamente al pie que acabamos de apoyar por el talón, mediante la hiperextensión de la pierna y pie contrarios, en la que podemos llamar fase de carga. Esta pierna, así liberada de peso, comienza ahora su lanzamiento en la dirección de la marcha, mientras que la pierna que soporta ya todo el peso mantiene nuestro cuerpo en una fase de equilibrio, que termina, tras pasar todo el peso desde el talón, a lo largo de la curva de apoyo del arco plantar, y metatarso, en una hiperextensión del pie, que abandona el suelo con un último punto de contacto-impulsión en el dedo gordo (fase de impulso), que culmina al tiempo que se produce la toma de contacto con el suelo del otro pie.

Durante las cuatro fases descritas (toma de contacto, carga, equilibrio e impulso), se produce un trabajo activo del pie, que va “empujando el terreno hacia atrás”, dando como resultado (acción-reacción) el impulso decidido de nuestro cuerpo en la dirección de la marcha. En el enlace http://nordicartagena.blogspot.com/2019/04/mueve-tus-caderas.html se trata más en detalle la biomecánica de la marcha, con especial incidencia en la importancia de las cadera en todo el proceso, algo que desgraciadamente se suele obviar.

Al andar, las piernas llevan el esfuerzo principal, pero los brazos no son meros espectadores. El lanzamiento de cada pierna desde su primera articulación (coxofemoral) da como resultado una torsión de la cadera que, en el momento de la toma de contacto del pie adelantado, no está orientada en la dirección de la marcha. Lo mismo sucede, hacia el lado contrario, al lanzar la otra pierna, resultando así un movimiento oscilante de nuestras caderas que, de no tener brazos, resultaría en una progresión un tanto errática, a izquierda y derecha de la dirección en que realmente queremos ir. Para controlar esta rotación, la torsión de la cadera (cintura pélvica) en un sentido, se compensa con la torsión de los hombros (cintura escapular) en sentido contrario, gracias al movimiento alternativo de los brazos en coordinación con la pierna contraria (braceo), dando como resultado una progresión en la dirección deseada..

El braceo comienza desde el hombro, y en él, el brazo se comporta como un péndulo, que en situación de reposo queda a lo largo del cuerpo, y que oscila tanto por delante como por detrás de dicha posición, si nada se lo impide. La amplitud del braceo al andar está en función de la amplitud del paso (zancada).

El braceo se produce de forma natural y refleja, y su amplitud depende de la longitud de la zancada que demos en cada momento. Si intentamos mover los brazos de forma consciente, es muy probable que coordinemos el movimiento del brazo con el de la pierna del mismo lado, algo antinatural, pero al cerebro humano parece que le cuesta menos trabajo mandar que todo un lateral (brazo y pierna) se muevan simultáneamente en el mismo sentido.

Un braceo natural (no forzado), amplio (desde el hombro, no desde el codo) y sin obstáculos (mochilas, bolsos, ropas de abrigo, etc) será condición esencial para que podamos incorporar los bastones a nuestra andadura y desarrollar la técnica que nos permita obtener el máximo beneficio de su uso.

En la próxima entrada continuaré con la segunda parte de la definición, en la que trataré de describir la técnica diagonal o alternativa de utilización de los bastones, aplicada sobre la andadura natural que hemos visto aquí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si estás registrado en este blog, tus comentarios son más que bienvenidos. La moderación de comentarios, por mi parte, se limita a evitar los que falten al respeto mínimo debido a otras personas, y nunca a censurar opiniones contrarias a las mías.