sábado, 4 de abril de 2020

MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA (VIII). MARCHA NÓRDICA Y COMPETICIÓN


11 - MARCHA NÓRDICA Y COMPETICIÓN

La mayoría de los practicantes de marcha nórdica llegan a este deporte bien orientados, buscando la salud que otros antes encontraron en él, y que ellos mismos habían perdido por la practica poco sensata de otro deporte menos saludable, o por la falta absoluta de actividad deportiva habitual.

Las competiciones pueden tener, sin duda, un efecto llamada para la práctica de cualquier deporte. No sé por qué razón el ser humano sigue compitiendo. Quizá sea una reminiscencia genética de aquellos tiempos en los que el que llegaba primero comía y se reproducía en exclusiva, o con precedencia sobre los demás, o puede que sea un entrenamiento para otras situaciones de nuestra vida. No lo sé. Pero sí sé que en la marcha nórdica, las competiciones producen dos efectos inmediatos a la mayoría de participantes: el falseamiento de la técnica (algo fundamental para la marcha nórdica y sus benéficos efectos) y las lesiones (que normalmente no suceden en la practica racional habitual de este deporte).

Sigo pensando, y cada vez estoy más convencido de ello, que la competición no le hace ningún bien a la marcha nórdica, ni a los que la practican. Los lectores habituales de este blog habrán podido seguir la evolución de mi pensamiento al respecto, desde entregado organizador y competidor, hasta la situación actual (en el enlace siguiente trato más a fondo el asunto http://nordicartagena.blogspot.com/2019/03/las-competiciones-no-hacen-la-marcha.html). El único efecto "beneficioso" que se esperaba de las competiciones de marcha nórdica: el atraer gente joven a este deporte, no se ha materializado en la práctica, tal como demuestran las listas de inscritos en competiciones, mientras que se estimula con estas oportunidades la participación de personas de edad (la media de los practicantes de marcha nórdica en España está sobre los 55 años), que han acudido mayoritariamente a la marcha nórdica por su bien merecida fama de deporte saludable, en competiciones que les apartan de la práctica deportiva técnica y racional, con el peligro de ocasionarles lesiones de difícil recuperación, sobre todo, a partir de una determinada edad.

No obstante lo anterior, mi dedicación a este deporte y mi lealtad a los que lo practican, me obliga a procurar que, mientras persista la competición, las condiciones en que se ésta se lleva a cabo, y el reglamento por el que se rija, sean lo más justos y racionales posible. Es lo que humildemente sigo intentando desde este pequeño foro.

Como árbitro de competiciones (aunque me niegue a arbitrar con un reglamento tan defectuoso) cada año me piden desde la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) comentarios para la revisión del reglamento, y cada año, religiosamente, los recopilo y los mando. En el enlace siguiente podéis ver los comentarios remitidos para la última revisión http://nordicartagena.blogspot.com/2019/08/propuesta-de-cambios-al-reglamento-de.html). Aunque algunas de mis propuestas acaban viéndose reflejadas en la nueva edición, estoy sinceramente convencido de que la FEDME y los responsables de marcha nórdica a nivel nacional y regional siguen sin comprender el valor diferencial de este deporte, pero, aparte de eso, admitiendo que tenga que haber competiciones, siguen sin entender que la base de este deporte es la técnica, y el reglamento actual persiste en no proporcionar a los árbitros los medios necesarios para asegurar que ésta se observa durante las competiciones: ni el reglamento da pautas mesurables y adecuadas para la observación de la técnica, ni los circuitos (tanto en su longitud como en el firme o en su pendiente) están reglados y acordes a los requisitos técnicos de este deporte, ni el número y preparación de los árbitros designados para cada prueba es suficiente para asegurar un arbitraje justo para todos.

Las competiciones de marcha nórdica se han convertido, además, desde mi humilde punto de vista, en terreno abonado para ex-competidores de running, que bien por falta de resultados en tan disputado entorno, o bien como consecuencia de lesiones producidas por dichas competiciones, han recalado en este, para ellos más asequible, mundo de las competiciones de marcha nórdica, con unas extraordinarias condiciones físicas para la carrera y la marcha rápida, pero sin suficiente dominio del manejo activo de los bastones, esencial para la práctica de la marcha nórdica, haciendo podio con una técnica más bien escasa (por decir algo), que ni el reglamento ni los árbitros actuales son capaces de corregir. Una pequeña muestra de lo que digo se puede ver en el enlace siguiente http://nordicartagena.blogspot.com/2019/06/utilizacion-activa-de-los-bastones.html.

No obstante lo dicho, cada quién es suficientemente mayor para decidir qué es lo que le conviene y quiere hacer con sus bastones. Qué es lo que espera de este deporte; qué vino buscando y qué ha obtenido de él. Vosotros mismos.

Y entre tanto, compitáis o no, no dejéis de sacar los bastones del paragüero cada día. Es la mejor medicina que hay en el mercado.

Próxima entrega MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA (IX). EL PRACTICANTE DE MARCHA NÓRDICA


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