3 - DEFINICIÓN
La
caminata nórdica consiste en andar de forma natural y completa,
utilizando dos bastones con una técnica que nos permita obtener el
máximo beneficio de su uso.
Andar
de forma natural –
esto es, no haciendo nada distinto de lo que hacemos cuando salimos a
andar – y completa
– pues
no salimos a ver escaparates, ni flores
en el campo, sino a practicar el noble deporte de andar –
utilizando dos
bastones con una
técnica que nos
permita obtener el máximo beneficio de su uso
– desde la doble perspectiva de beneficios físico-saludables y de
eficacia en nuestro desplazamiento.
Para
andar
de
forma natural y completa
empezamos
por lanzar una pierna en la dirección hacia la que queremos ir,
comenzando desde la cadera, hasta que el pie toma
contacto
con el suelo, por
el talón, con
la pierna hiperextendida. El peso, ahora repartido entre las dos
piernas, pasará
a continuación
completamente al pie que acabamos de apoyar por el talón, mediante
la hiperextensión de la pierna y pie contrarios, en la que podemos
llamar fase de carga.
Esta pierna, así
liberada
de peso, comienza ahora su lanzamiento en la dirección de la marcha,
mientras que la pierna que soporta ya
todo
el peso mantiene nuestro cuerpo en una fase
de equilibrio,
que termina, tras pasar todo el peso desde el talón, a lo largo de
la curva de apoyo del arco plantar, y
metatarso,
en
una hiperextensión del pie, que abandona el suelo con un último
punto de contacto-impulsión en el dedo gordo (fase
de impulso),
coincidiendo con la toma de contacto del otro pie.
Durante
las cuatro fases descritas (toma de contacto, carga, equilibrio e
impulso), se produce un trabajo
activo del pie,
que va “empujando el terreno hacia atrás”, dando
como resultado, el impulso de nuestro cuerpo en la dirección de la
marcha. En
el enlace siguiente
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/04/mueve-tus-caderas.html
se
trata más en detalle la
biomecánica de la marcha, con
especial incidencia en la importancia de las cadera en todo el
proceso, algo que se suele obviar.
Al
andar, las piernas llevan el papel principal, pero los brazos no son
meros espectadores. El lanzamiento de cada pierna desde su primera
articulación (cadera-fémur)
da como resultado una torsión
de la cadera que, en el momento de la toma de contacto del pie
adelantado, no está orientada en la dirección de la marcha. Lo
mismo sucede, en sentido contrario, al lanzar la otra pierna,
resultando así un movimiento oscilante de nuestras caderas que, de
no tener brazos, resultaría en una progresión un tanto errática.
Para controlar esta rotación,
la torsión de la cadera (cintura pélvica) en un sentido, se
compensa con la torsión de los hombros (cintura escapular) en
sentido contrario, gracias al movimiento alternativo de los brazos en
coordinación con la pierna contraria (braceo).
El
braceo comienza desde el
hombro, y en él, el brazo se comporta como un péndulo que en
situación de reposo queda a lo largo del cuerpo, y que oscila tanto
por delante como por detrás de dicha posición, si nada se lo
impide. La amplitud del braceo
al andar está en función de la amplitud del paso (zancada).
Un
braceo natural
(no forzado), amplio
(desde el hombro, no desde el codo) y sin
obstáculos (mochilas,
bolsos, ropas de abrigo, etc) será condición esencial para que
podamos incorporar los bastones a nuestra andadura y desarrollar la
técnica que nos
permita obtener el máximo beneficio de su uso.
4-
LA TÉCNICA DIAGONAL (ALTERNATIVA)
La
mal denominada técnica diagonal de la marcha nórdica, se deriva de
la técnica alternativa del esquí de fondo y, en puridad, ese es el
nombre que debería tener, como veremos a continuación.
Manteniendo
en todo momento la naturalidad de la andadura y su braceo, ahora
llevando un bastón en cada mano, en el momento de la toma de
contacto del talón con el suelo, simultáneamente, tiene lugar la
toma de contacto de la punta del bastón del otro lado con el suelo,
y allí permanece hasta que el pie contrario lo abandona. Podríamos
decir que los bastones siguen en todo momento las vicisitudes del pie
contrario: caen al suelo con él y con él lo abandonan, en perfecta
coordinación, alternando consecuentemente los apoyos de ambos
bastones.
El
bastón se apoya (clava)
aproximadamente en la vertical
del centro de gravedad de nuestro cuerpo, firmemente sujeto por la empuñadura, de
manera que en ese momento el antebrazo forma un ángulo recto con el
bastón. La firmeza del agarre
en el momento de clavar es, con
toda seguridad, la clave de una
buena técnica y una garantía
contra accidentes. En el enlace
http://nordicartagena.blogspot.com/2018/07/la-importancia-de-agarrar-para-clavar.html
explico este extremo con más detalle.
En
el momento de clavar el bastón, el brazo se encuentra en la posición
más avanzada de su oscilación, y el codo está claramente por
delante del torso. El bastón
tiene una inclinación adelante que permite que una parte del empuje
realizado a lo largo del mismo se transforme, por descomposición de
fuerzas, en impulso de progresión que ayuda a toda
la fase de impulso de la pierna
y pie contrarios.
A
medida que continuamos empujando con el bastón sobre el suelo, el
agarre de la empuñadura se va suavizando y, llegando a la altura de
la cadera, ya es físicamente
imposible de
mantener y hemos de soltar la
empuñadura, por lo que se
traslada el empuje sobre el bastón, progresivamente,
al fiador que lo une a nuestra mano, que
nos va a permitir continuar la acción sobre el bastón mientras
completamos
la oscilación del brazo hasta su posición más retrasada, pasando
la mano por detrás de la cadera, nunca después del codo.
En el enlace
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/06/utilizacion-activa-de-los-bastones.html
se trata en detalle un defecto,
muy común últimamente, relacionado con esta última precisión.
Desde
allí, comienza la fase de recuperación del
bastón retrasado, al tiempo
que el pie contrario abandona el suelo, iniciando la oscilación del
brazo adelante, mientras la mano tira del bastón por medio del
fiador, hasta que vuelve a sujetarlo por la empuñadura, firmemente,
antes de volver a clavarlo, coincidiendo con la toma de contacto del
talón del pie
contrario con el suelo, siempre
por delante de la vertical de su rodilla.
Ver discusión en el enlace
siguiente
http://nordicartagena.blogspot.com/2019/06/la-entrada-de-talon-en-la-marcha-nordica.html
El
movimiento de las manos, empujando y recuperando los bastones,
siempre se mantiene por debajo del plano horizontal definido por las
caderas. Ahora, la amplitud del braceo (el tiempo que estamos
actuando sobre los bastones) es el que determina la amplitud del paso
(al contrario de lo que sucedía al andar sin bastones).
En
la ejecución del ejercicio nórdico es muy importante mantener una
postura erecta, sin mirar al suelo. La técnica, insisto, debe
permitirnos sacar el máximo beneficio físico de la utilización de
los bastones, y la postura va a ser fundamental para la mejor
tonificación de todos los músculos que sujetan nuestra columna.
Por la misma razón, una generosa movilización de hombros y caderas,
en contra-rotación) va a ser un complemento dorado para nuestra
práctica.
Existen
otras técnicas de marcha nórdica. Tantas como la imaginación y
coordinación del practicante le permitan. De todas, aparte de la
descrita, la más conocida es la denominada de “doble bastón”,
derivada de la técnica simultánea del esquí de fondo, en la que
los dos bastones se apoyan simultáneamente al tiempo que uno de los
pies cae al
suelo, realizando el empuje y la recuperación simultáneamente sobre
los dos bastones. Esta técnica resulta especialmente interesante
para superar fuertes desniveles del terreno, cuando tenemos una
pierna “tocada”, o cuando estamos intentando mejorar nuestra
técnica diagonal (continuar el
empuje sobre los bastones por
detrás de las caderas).
Próxima
entrega MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA (III).
VALOR DIFERENCIAL Y
OTRAS VENTAJAS DE LA MARCHA NÓRDICA.
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