domingo, 11 de diciembre de 2016

La satisfacción de enseñar marcha nórdica

Cada vez disfruto más con mis cursos de iniciación.  El de esta mañana ha sido una delicia. La totalidad de los asistentes (16) han conseguido un asombroso nivel en las cuatro horas del curso, y un grado de ilusión por lanzarse a la práctica que no había visto antes en mis casi 1000 alumnos formados.  ¡Me he quedado sin bastones, y muchos de los alumnos han quedado para empezar a practicar esta misma tarde, después de la paliza de la mañana!  No hay nada que pueda producir más satisfacción a un enseñante...o sí:  al curso también ha asistido Miguel, un alumno que vino hace unos meses desde Almería con su mujer y un hijo, y luego volvió para participar en la Nordicartagena.  Miguel ha hecho ahora un curso de monitor de marcha nórdica con la Federación Andaluza de Montaña y ha querido completar su formación asistiendo como observador al curso de hoy.  Espero que le haya sido de provecho y que mis consejos le sean de ayuda en el camino que ahora emprende.  Es un orgullo y una enorme satisfacción pensar que yo haya podido contribuir en algo a la semilla que este nuevo instructor, con tantas ganas e ilusión, seguro que va a conseguir plantar en Almería. ¡Suerte, maestro!

Y ya sabéis, a los bastones del paragüero no hay que darles tregua.  Que los disfrutéis.

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