En la entrada anterior de este blog
nordicartagena-2019-taller-de-marcha-nórdica-en-montaña
explicaba la organización de una serie de actividades relacionadas
con este tema, y encuadradas bajo el nombre genérico de
Nordicartagena 2019. Hoy comenzamos con la primera entrada dedicada
al material aconsejable (yo diría que exigible) para la práctica de
esta actividad en tan demandante
entorno.
Siempre
que mis alumnos me preguntan si se puede hacer marcha nórdica en el
monte, mi respuesta es clara y automática: ¡SÍ! Tampoco tengo
dudas con la pregunta siguiente: ¿Cuándo se puede hacer marcha
nórdica en el monte? Respuesta: Siempre que el monte nos lo
permita. Esto, que parece una perogrullada, no lo es tanto cuando
explico la respuesta: Si la amplitud del camino, el suelo, el equipo
que tenemos que transportar y la inclinación del terreno, nos lo
permite, siempre que podamos utilizar la técnica de la marcha
nórdica, será mejor para nuestra progresión y para nuestro cuerpo.
Naturalmente,
la técnica de la marcha nórdica, aprendida y practicada en terreno
llano y superficie regular, tendrá que adaptarse adecuadamente a las
características del terreno; pero ésto será motivo y tema para
otras reflexiones por venir. Sin embargo, un asunto que conviene
tener muy presente en todas estas reflexiones es la mayor
probabilidad de tropiezos, resbalones y caídas, como
consecuencia de los obstáculos, iregularidades e inclinación del
terreno por el que nos movemos, que afectará, no sólo a la técnica
usada, sino también al material que utilicemos. Hoy, como dije al
principio, toca hablar del equipo aconsejable en la práctica de la
marcha nórdica en montaña, y dentro de éste, empezaré por el más
específico de nuestra actividad: los bastones.
Los
que me conocen saben que siempre he argumentado (y demostrado
prácticamente en cuantas ocasiones he tenido) que se puede hacer una
perfecta técnica de marcha nórdica con bastones de senderismo.
Esto me ha costado no pocas miradas y comentarios, entre escépticos
y recelosos, de puristas y vendedores de bastones… pero eso es una
constante de mi vida, y mis espaldas son anchas … Yo sigo dando
mis clases de iniciación con un bastón de “marcha nórdica” en
una mano, y otro de senderismo en la otra, y desafiando a mis alumnos
a que detecten alguna diferencia en mi técnica.
Si
la práctica se va a realizar por pistas y caminos sin dificultades,
la utilización de un tipo u otro de bastones puede ser más o menos
aleatoria, o a capricho del usuario. Sin embargo, un aspecto que
habrá que tener en consideración es el peso de los bastones en el
más que probable caso de que tengamos viento racheado en nuestro
recorrido por la montaña. Los bastones de marcha nórdica suelen
ser más ligeros que los de senderismo, y esto, con viento, no es una
ventaja, que digamos.
Al
aumentar a posibilidad de tropiezo y caída con la dificultad del
terreno, debemos teneer en cuenta que una caída, con unos bastones
estrechamente unidos a la mano por un fiador de marcha nórdica,
supone un riesgo añadido de lesión si la mano cae sobre el bastón
en el acto reflejo de ir a apoyarla en el suelo, o es retorcida en
forma alguna por esta ligadura. El fiador de bucle de cinta de los
bastones de senderismo permiten, en caso de caída, una separación
mano-empuñadura que puede reducir este peligro.
Si
la caída es por deslizamiento y “sentada”, lo más normal en
bajadas por pendientes pronunciadas, la unión rígida a la mano por
medio del fiador de los bastones de marcha nórdica puede llevar, en
caso de que uno de los bastones quede fijado en el terreno, a una
peligrosa distensión de alguna articulación (hombro, codo o muñeca)
de la extremidad fijada, o a la rotura del bastón, siempre de más
fácil reposición que la articulación … y menos dolorosa.
Si
la práctica por montaña transcurre por parajes en los que tenemos
que recurrir a las manos para alguna trepadita, los bastones de
marcha nórdica se convertirán en un engorro, y tendremos que
meterlos en la mochila. Pero normalmente, estos bastones no suelen
ser de tres tramos, por lo que su alojamiento en espacios reducidos
se ve, normalmente, dificultado. El fiador de bucle de cinta de los
bastones de senderismo nos permite dejar los bastones colgando de las
muñecas para utilizar las manos en pequeñas trepadas, y su normal
estructura en tres tramos facilita la adaptación al interior o
exterior de las mochilas, si esta situación se prolonga en el
tiempo.
También
en descensos por pendientes inclinadas o escalonadas, los fiadores de
bucle de cinta de los bastones de senderismo, así como el
engrosamiento final de su empuñadura, nos permiten una mayor
versatilidad de movimientos y apoyos y, en suma, una mayor seguridad
en la bajada. La mayoría de los nordimarchadores que van a la
montaña con bastones dotados de dragoneras de marcha nórdica, lo
que suelen hacer en las bajadas es soltar dichas ataduras, con lo que
soslayan el peligro citado, pero dejan de tener los beneficios de un
fiador (eventual apoyo y seguridad de que no perdemos el bastón).
Si
la practica en montaña se realiza en tiempo invernal, en el que
necesitamos utilizar unos guantes gruesos, la elección de bastones
de senderismo resulta forzosa. Además, estos bastones nos
permitirán la colocación de rosetas especiales para nieve, en caso
necesario, algo que los bastones de marcha nórdica normalmente no
admiten.
Resumiendo,
gracias a que podemos hacer marcha nórdica con bastones de
senderismo, podemos escoger este tipo de bastones para ir al monte
sin sacrificar las ventajas que la técnica de la marcha nórdica
proporcionan a quien la practica. Sólo en caso de recorridos
conocidos por pistas y caminos con buen firme y sin grandes
desniveles, se podrían utilizar bastones de marcha nórdica sin
peligro para la integridad física y la comodidad del andarín. En
otras circunstancias, y en cualquier caso de duda, mejor utilizar los
bastones de senderismo… eso sí, sujetos de manera que podamos
aplicar la técnica de la marcha nórdica. Yo utilizo los Forclaz
500 Light Antishock de Decathlon (14,99€), con una excelente
relación calidad/precio.
El
siguiente material, en orden de importancia para el nordimarchador en
la montaña, son las zapatillas. Tanto por motivos de
seguridad, como de tracción, no debemos utilizar unas zapatillas
normales de running para esta actividad. En montaña, son
imprescindibles unas buenas zapatillas de trail, que aseguren la
adecuada protección del pie (suela y puntera), estabilidad (planta y
talón), al tiempo que nos proporcionen un buen agarre todo-terreno y
la necesaria flexibilidad que permita el movimiento de las 23
articulaciones de cada pie. Todas estas características, que suelen
chocar entre sí, convierten la elección de unas buenas zapatillas
para la práctica de la marcha nórdica en montaña en un desafío
que sólo podremos superar a base de ensayo y error, atemperado, si
acaso, por el buen consejo de los que llevan más tiempo
utilizándolas. Por si el mío os vale, yo utilizo actualmente dos
modelos: las Saucony Xodus ISO 2, muy cómodas incluso para asfalto,
y las Asics Fujitrabuco GTX, un poco más duras, para terrenos con
más piedra suelta o lluvia. Los dos modelos están en torno a los
150€, aunque se pueden encontrar on line a mitad de precio.
Aparte
de bastones y zapatillas, es recomendable en montaña, siempre que no
haya que llevar demasiado equipo, la utilización de riñoneras o
mochilas de hidratación, en lugar de mochilas normales, que
dificultan la buena ejecución de la técnica diagonal. Mallas
largas o piratas, y manguitos, de compresión que, además de
proporcionar sujeción para rodillas y codos, suponen una cierta protección
contra espinas y otros matorrales. Guantes, braga de cuello, gorro,
protección solar, cortavientos, y todo aquello que en buena lógica
convenga para el terreno, época del año y meteorología del día de
la práctica.
Aunque
no forma parte del equipo en puridad, tanto la elección de cada uno
de sus componentes, como la decisión final sobre la salida al monte,
deben hacerse siempre a la luz de un material altamente sensible y,
desgraciadamente, no siempre disponible: el sentido común.
La montaña, aunque cómo decía el abuelo de Víctor Manuel, sea “tu
amiga más fiel, nunca te engaña”, hay que conocerla, respetarla e
interpretarla siempre desde la seriedad y el sentido común, porque tampoco suele
perdonar si nos equivocamos con ella.
Y
ya sabes, con unos u otros, en el monte o dando la vuelta a tu
manzana, lo más importante es que tus bastones no duerman el sueño
de los justos en el paragüero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si estás registrado en este blog, tus comentarios son más que bienvenidos. La moderación de comentarios, por mi parte, se limita a evitar los que falten al respeto mínimo debido a otras personas, y nunca a censurar opiniones contrarias a las mías.