jueves, 14 de octubre de 2021

NORDICARTAGENA 2016, UN LUSTRO DESPUÉS

 

Acaba de cumplirse un lustro desde que organizamos la Nordicartagena 2016 y creo de justicia el dedicarle una breve entrada en este blog, que comparte con aquella nombre y devoción a la marcha nórdica.

Durante mi primer curso de instructor, en l'Alfás del Pí, me impactó que mi formador dijese, textualmente, que la "marcha nórdica es un deporte no competitivo". Yo no veía en aquellos tiempos (ni se me explicaron) razones para tal afirmación.  Pensaba yo, que la marcha nórdica, como cualquier otro deporte, precisa de la competición, cuanto menos, como atractivo para la gente joven; como reclamo para iniciarlos y engancharlos en la práctica habitual.

Así, me apunté a las escasas competiciones que por aquellos tiempos se organizaban en España en las que participase gente con bastones. Córdoba, Tarragona, Palencia, ... Incluso organizé un par de competiciones en Aranjuez, la segunda con más de un centenar de participantes, algo impensable para los números que se manejaban en la época.

La Nordicartagena 2016 fue algo especial.  El crisol dónde se fundieron todas estas experiencias y de dónde salieron las primeras competiciones oficiales en España. 

Nada habría sido posible sin el esfuerzo de todo un club, el Centro Excursionista de Cartagena, que con su presidente a la cabeza, se volcó en apoyar la iniciativa.  La Nordicartagena 2016 fue diferente de todo lo que se había hecho anteriormente porque fue la primera competición de marcha nórdica que contó con un reglamento (que tuvimos que hacer), arbitros (que tuvimos que formar), un circuito de tierra compactada de 2500m (al que se le dieron seis vueltas), utilización de tarjetas de amonestación (con una pizarra de contabilización), línea de salida por tiempos esperados (con marcador de posicionamiento para cada competidor), megafonía (con animador), control electrónico de tiempos (con alfombra registradora), bolsa del competidor, comida de confraternización, paseo turístico por Cartagena y su historia, charla técnica, y un seminario de instructores con exposición de material.

Con más de cincuenta miembros del equipo de otganización y más de ochenta participantes de toda España, el evento colmó todas mis expectativas.  Bueno, no todas.  La principal, que era atraer a la gente joven a la práctica de la marcha nórdica, no se consiguió.  Ni se ha conseguido en las decenas de competiciones oficiales que se han organizado desde entonces, dónde los participantes de menos de 40 años nunca llegan a un 10% de los inscritos, pasando más del 50% de los 50 años.

Y es que, como he repetido tantas veces, la marcha nórdica no es un deporte más, sino el deporte de la salud, por excelencia, y eso es algo que preocupa poco a la juventud.  La salud no se valora hasta que se pierde, y eso suele venir con la edad.  Y la salud que proporciona la práctica habitual de la marcha nórdica es fruto de una buena técnica en la utilización de los bastones.

Aunque el reglamento de competiciones siempre ha abogado por el "uso activo de los bastones", su redacción actual deja mucho que desear a la hora de proporcionar a los árbitros una herramienta útil y objetiva a la hora de valorar este aspecto fundamental de la técnica.  Esto ha dado lugar a que las competiciones sean terreno abonado para gente, de indudables condiciones físicas, que lo fían todo al andar rápido, haciendo un uso ficticio de los bastones, es decir, no empleando la técnica que es el fundamento de este deporte.

Tras el primer campeonato regional murciano, en el 2017, en el que subir a lo más alto del podio me supuso una lesión de la que tardé en recuperarme, terminé de convencerme de que, efectivamente, lo decía Bernd Goldschmit, en L'Alfás del Pí, cinco años antes, era cierto: "la marcha nórdica es un deporte (el mejor), no competitivo".  Ni la técnica necesaria para su práctica, ni la edad media de los prácticantes habituales de este deporte, aconsejan la celebración de competiciones (y menos con un reglamento defectuoso).  En cuanto al efecto llamada de las competiciones de marcha nórdica tienen sobre los más jóvenes, a las pruebas me remito.

Como miembro de la organización de la Nordicartagena 2016, me siento orgulloso de lo que hicimos, pero me alegro de la decisión posterior de no repetir la experiencia, visto lo visto.

Y ojo, quién quiera competir, que compita.  ¡Faltaría más!  Sólo un par de consejos por mi parte para quienes lo hagan: no os lesionéis, y volved a hacer marcha nórdica con una buena técnica en cuanto pase la competición, si podéis. 


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