miércoles, 23 de noviembre de 2016

DIEZ AÑOS CON BASTONES


 Por estas fechas, hace 10 años, mi vida cambió radicalmente. La vida me ofreció una maravillosa oportunidad, que pude aprovechar. Tras 35 años de intensa vida profesional, mis hijos con sus vidas encauzadas y mis hipotecas pagadas, tuve la oportunidad de elegir entre continuar hacia lo más alto de mi profesión o dedicar mi vida a esas actividades que, a partir de los 50, hemos llegado a la conclusión de que es lo que de verdad nos gustaría hacer el resto de nuestras vidas. No fui valiente; simplemente, la vida me lo puso fácil, y la elección fue sencilla.

Aparte de múltiples actividades, que no viene al caso mencionar aquí, una empresa que llevaba muchos años tejiendo en mis sesos era el paso del Pirineo, de costa a costa. Desde que, con 18 años, descubriera esa maravilla de la naturaleza que, desgraciadamente, tan pocos españoles conocen, siempre añoré la posibilidad de, algún día, poder acometer esa aventurilla. Y esta fue una de las primeras recompensas de mi decisión de cambio.

En noviembre del 2006, una vez concluida mi vida profesional activa, inicié la preparación de esa travesía que, entre junio y julio del 2007, me habría de llevar del cabo de Higer al de Creus, por lo más alto de esa preciosa cordillera, tras 36 inolvidables días y 840 kilómetros, con sus 40.000 metros de desnivel acumulado de subida, y otros tantos de bajada.

Sabía que no sería una empresa fácil. La preparación física, y mental, sería importante, y era muy consciente de que, aunque mi corazón y mi resistencia física, bien entrenados a lo largo de los años, lo resistirían, mis piernas no estaban a la altura del esfuerzo que les iba a exigir. De manera que me puse a pensar en la forma de compensar ese handicap: condritina y masajes de ácido hialurónico para mis articulaciones… y un par de bastones.

Casi desde el mismo momento que agarré los bastones por primera vez fui consciente de que había establecido un vínculo de por vida. No fue hasta unos meses más tarde cuando empecé oír hablar de la marcha nórdica. Sin embargo, desde el primer momento, mi aproximación racional y utilitaria hacia el uso de aquellas herramientas me llevó al desarrollo de una técnica, totalmente autodidacta que, con los años, descubriría que no se diferenciaba en casi nada de la llamada técnica diagonal de la marcha nordica.

Durante aquellos meses de preparación, mis frecuentes salidas por la sierra de Guadarrama con mi querido primer club de senderismo, Andarines.com, me sirvió para perfeccionar esta técnica y, sobre todo, para conocer gente maravillosa que, aunque no es exclusiva de la montaña, prolifera más por esos altos predios. Y descubrir, también, esa sierra, otra maravilla de nuestra geografía que muchos madrileños, con tenerla tan cerca, desgraciadamente nunca llegan a conocer y apreciar. Con ellos, mis amigos de Andarines, y mi sierra de Guadarrama, mantengo una comunión que ni los años ni la distancia han conseguido erosionar, aunque las ocasiones de volver a disfrutar juntos no sean nunca todas las que yo desearía.

A principio del 2007 era bastante insólito ver a alguien andando por la sierra con dos bastones. Tan insólito, que muchos me paraban para preguntarme sobre la conveniencia o dificultad de su uso. Y quizá fuera por lo frecuente de estas cuestiones por lo que Luis, mi añorado guía de Andarines, me propuso dar mi primer curso sobre la utilización de los bastones. Debió ser sobre abril o mayo, en la Casa de Campo, dónde tuve mi primera experiencia, casi mística, con la enseñanza de mis magros conocimientos sobre este asunto. Allí, con mi primer grupo de 20 andarines, fue dónde descubrí que los bastones no sólo eran una maravillosa ayuda para mis limitadas piernas y una racionalización del ejercicio de la marcha, implicando otras partes del cuerpo. Los bastones también eran (o debería decir que “sobre todo eran”) una oportunidad de sentirme útil ayudando a otras personas, mientras hacía algo que me encantaba.

Y, como suele pasar cuando descubres algo así, y la vida te lo permite, ya no lo dejé. A aquel curso le siguió otro...y otro, primero en Madrid, luego en Cartagena, al principio colaborando con la concejalía de asuntos sociales del Ayuntamiento, después tras descubrir el Centro Excursionista de Cartagena (CExC), con el incondicional apoyo de este increíble club, hasta llegar a rondar ya los 1000 alumnos iniciados en este increíble deporte.

Hace cuatro años, siempre con el apoyo moral y material del CexC, tras mucha documentación on-line (¡qué maravillosa herramienta esta internet!), y perfeccionamiento técnico autónomo, hice mi primer curso de instructor de marcha nórdica con la FENWA, en Alfás del Pí, seguido, dos años más tarde, por otro de FITTREK, en Collado Villalba. De ellos conservo muy gratos recuerdos y una buena amistad basada, como no, en el respeto y la admiración, con compañeros de cursos y mis formadores, Bernd y Mariano.

Luego vino mi interés por la competición, con aquella primera incursión en la media maratón de Córdoba, hace ahora dos años, de la mano de Andrés, otro enamorado de la marcha nórdica. Le seguirían otras competiciones, específicas de marcha nórdica, complementadas por mis frecuentes participaciones en carreras populares, “saliendo tras todos los corredores, para no estorbar, haciendo marcha nórdica (andando con bastones) y cubriendo el recorrido dentro del tiempo permitido para la prueba”, como hago siempre constar en la casilla de comentarios de mis inscripciones.

Este gusanillo de la competición, unido a mi inquietud por sentirme útil y a mi pasión por la promoción de la marcha nórdica, me llevó a la organización, en marzo del 2015, de mi primera competición, en Aranjuez, en el marco de la media maratón de esa preciosa ciudad en la que he tenido el privilegio de vivir tantos años, y contar con tantos amigos. El éxito de la segunda, este año y, sobre todo, el apoyo incondicional del CexC y de su incansable presidente, Salva, me animó a organizar una competición específica de marcha nórdica en Cartagena, el pasado octubre.

La Nordicartagena 2016 ha sido un hito en mi vida. La experiencia desarrollada en la preparación y ejecución de esta competición es inconmensurable. La respuesta de las gentes de la marcha nórdica de toda España, conocidos y no (Regina, Lluis, Montse, Javier, Bea, Ruth, Faustino, Pablo, Roberto, Marimar...), ha sido extraordinaria. Tanto, que ya estoy preparando la competición de Aranjuez, para el 12 de marzo, y la Nordicartagena 2017, para el 24 de septiembre, ... para vosotros.

Y sigo con mis cursos (el 11 de diciembre en Cartagena y el 17 en Aranjuez), y mis 12 km diarios, intentando perfeccionar mi técnica que, como los idiomas, otra de mis pasiones, nunca se acaba de dominar. Seguramente es que siento debilidad por las cosas de la vida que nunca llego a conocer del todo, como la religión y, sobre todo, mi mujer, Eugenia, que comparte (sufre, debería decir) pacientemente todas mis otras pasiones.

En fin, si habéis llegado hasta aquí, gracias por vuestra paciencia. Hoy tenía que escribir esto para dar las gracias a tantos, por tanto. Me siento un privilegiado...soy un privilegiado. … Bueno, me estoy poniendo demasiado sentimental, así que ya lo dejo.


Nos vemos por ahí, con nuestros bastones, … los próximos diez años, … sacadlos del paragüero todos los días, y quiera Dios que os procuren a todos tantas satisfacciones como a mí.

4 comentarios:

  1. Pues muchas felicidades porque esta es una de esas fechas que hay que celebrar, y a por otros 10 años más :)

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  2. Felicidades Piri,
    Y Muuuuchas gracias por transmitir tu pasión.Me ha cambiado la vida el haber conocido la marcha nórdica gracias a tu iniciación.
    Vengo de hacer unos kilómetros por la calle de la Reina (Aranjuez), espectacular en esta época, y llego a tope de energía
    Gracias Piri

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  3. Felicidades Piri,
    Y Muuuuchas gracias por transmitir tu pasión.Me ha cambiado la vida el haber conocido la marcha nórdica gracias a tu iniciación.
    Vengo de hacer unos kilómetros por la calle de la Reina (Aranjuez), espectacular en esta época, y llego a tope de energía
    Gracias Piri

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  4. ¡Grande, Piri!

    Como marchador y como persona. Una suerte para el Nordic contar con alguien como tú que tanto está haciendo por este deporte. Y una suerte conocerte personalmente y tenerte como amigo.

    ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES POR TU TRAYECTORIA!

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