miércoles, 30 de noviembre de 2022

Marcha Nórdica, deporte no competitivo


El pasado 22 de noviembre se celebró en San Pedro del Pinatar el Campeonato Regional de Marcha Nórdica de la Región de Murcia 2022.
En total participaron 41 marchadores, (31 hombres y 10 mujeres), de los que tan sólo una treintena eran de la Región. Hubo 3 participantes por debajo de los 40 años, mientras que 31 superaban los 50 años, y 16 de ellos tenían más de 60 años.


Aquí hago una pausa, para que el astuto lector “digiera” estos datos. .../…


Cuando, hace ya algunos años, traté de fomentar la marcha nórdica competitiva, pensando que habría de atraer “sabia nueva” a este deporte, me equivoqué totalmente. No hice caso a “mis mayores” que insistían en que la marcha nórdica no era un deporte competitivo. La comprobación de esta realidad, junto con la realización del peligro que la competición tiene para ciertas edades, la desvirtualización y degradación que la competición inflige en la técnica de la marcha nórdica, agravada por un reglamento bastante defectuoso y el escaso número de árbitros por competición, sin entrar en la bondad de su preparación y su idoneidad para la tarea, me llevo a abjurar de las competiciones de marcha nórdica y, consecuentemente, de mi participación en ellas como competidor, juez o simple participante.

La observación de resultados y grabaciones de competiciones, no hace más que reafirmar mis ideas. Los organizadores podrán argumentar que, aparte del campeonato en sí, se montan pruebas promocionales y para categorías menores, en las que a veces hay una participación mayor que en el propio campeonato. Es cierto, y deberían preguntarse por qué pasa esto. ¿Dónde se quedan estas “promesas”?

Quizá el hecho que que se organicen “pachangas”, en las que los árbitros no intervienen o actúan más bien como “bienintencionados consejeros” tampoco hace un gran favor a la marcha nórdica como actividad deportiva, sana y duradera, que exige una cierta disciplina técnica para que pueda rendir sus tan cacareados (y ciertos) resultados. Quizá el encuentro con la realidad de que el practicar una buena técnica en una competición te aleja de los puestos de podio, es demasiado duro para todos estos chicos. O puede que sea la decepción de ver que alguien, que no hace lo que les han explicado que es la marcha nórdica, accede al podio que a ellos se les niega por mor de un mal reglamento, jueces insuficientes, mal preparados o predispuestos hacia aquellos.

Paso ya de los 2700 alumnos iniciados en más de 90 cursos. Algunos de ellos compiten, a pesar de mis consejos, que nunca van más allá de eso: un bienintencionado consejo. Algunos de ellos, que cuando empezaron a practicar me hablaban de las maravillas de este deporte, van ahora de lesión en lesión, y reniegan de las competiciones, a las que, curiosamente, siguen yendo. La humana condición tiene estas contradicciones.

Yo mismo participo de cuando en vez en alguna carrera popular. Me gusta estar en el “mogollón”, y oler a Reflex (desde la tranquilidad de que yo no lo necesito, claro). Pero salgo el último, y voy pendiente de hacer una buena técnica y de no hacerme daño. Sin posibilidades de ganar (por si acaso), ni árbitros que me digan tonterías, hago un sano ejercicio nórdico, andando, marchando o corriendo con mis bastones, según me pide el cuerpo y el recorrido. Y siempre acabo satisfecho.

La marcha nórdica sigue siendo un deporte no competitivo, al menos de momento, pero quien quiera competir, que lo haga … y que le vaya bien. Pero, por favor, al menos entre competición y competición, sacad los bastones del paragüero y haced una buena técnica. Vuestro cuerpo os lo agradecerá.