sábado, 29 de diciembre de 2018

Bastones, pistas, blogs, y tal.

Hoy llueve en Cartagena ¡bendito sea Dios!  Una de esas raras ocasiones, aunque estos últimos meses no podemos quejarnos.  Es una lluvia de esas que haría sonreír a un gallego, por lo exagerado del término, y que en otros momentos y lugares de mi vida no me habría desviado un ápice de mis rutinas deportivas.  Pero aquí,este orballo persistente, me tiene toda la mañana pendiente de un claro para tirarme a la calle con mis bastones.

A cambio, esta poco usual situación me da la oportunidad de retomar, por unos minutos, esta otra afición mía, que es escribir.  Me gusta escribir.  La razón de ser de este blog es doble: por un lado, ofrecer una oportunidad de compartir experiencias y sensaciones acerca de este bendito deporte de la marcha nórdica (razón confesada), en la esperanza de que puedan resultar útiles a otros; pero por otro lado (razón que ahora confieso), con este blog puedo satisfacer, en parte, mi necesidad de sentarme delante del ordenador y contar (o intentar contar) lo que siento, aunque procuro limitar mis "reflexiones" a asuntos relacionados con mi práctica deportiva, tal como reza en la introducción al blog, en la esperanza de que nadie se sienta engañado o defraudado por lo que lea.

Y esa es otra.  Muchas veces me he preguntado por qué escribimos.  En mi caso, no es por ganarme una vida, que gracias a Dios, tengo suficientemente cómoda y segura (hasta dónde estos convulsos tiempos y gobiernos nos permiten tal aseveración).  Si me apuráis, ni siquiera escribo muchas veces con la esperanza de que lean mis pobres letras más de una docena de despistados e incondicionales (muchas gracias a unos y otros).  Simplemente, siento la necesidad de escribir, y me siento mucho mejor después de hacerlo.  

Muchas veces no tengo tiempo para escribir la mayoría de las reflexiones que, curiosamente, me vienen a la cabeza mientras ando por ahí con mis bastones.  Y es que la vida de un jubilado (al menos la mía y la de otros que conozco) esta demasiado llena y no da de sí para hacer todo los que quisiéramos.  Con tanto tiempo para pensar, que antes estaba cubierto por el atareado día a día, caes en la cuenta de todas las cosas que te gustaría hacer, y el día no tiene horas suficientes para todo.

Pero bajando de los etéreos terrenos de la divagación a los más concretos de nuestro tema estrella, estos días de vacaciones he vuelto a retomar mi práctica deportiva en pista de atletismo.  Esta afición me viene de mis muchos años viviendo en Aranjuez, junto a la pista de atletismo que había alrededor del campo del fútbol.  Cuando volvía de mi trabajo en Madrid, la mayor parte del año era ya noche cerrada y esa pista, iluminada para el entrenamiento del CF Aranjuez, era una oportunidad, prácticamente única, de hacer ejercicio entre semana.

Mucho ha mejorado la cosa desde aquella pista de ceniza, de seis calles, a la de tartán de ocho calles a la que ahora voy aquí, en Cartagena.  Pero la sensación general, del entorno, es la misma: la de estar entre colegas, con un objetivo común de disfrutar de un ejercicio saludable.  ¡La verdad es que anima!  Si nunca lo habéis intentado, os aconsejo que lo probéis.

Después de mi trabajo de core, mi desayuno y buen calentamiento, salgo de casa y tengo unos dos kilómetros de recorrido urbano de marcha nórdica hasta la pista.  Una vez allí, suelo hacer unos cuatro kilómetros corriendo con mis bastones, a unos 5:30'/km, y otros dos kilómetros de marcha nórdica, a unos 7'/km, para regresar a casa por el mismo camino y marcha de la ida.  A veces alterno un kilómetro de carrera con medio de marcha en la pista, o dejo los bastones y le doy unas cuantas vueltas corriendo con los demás.  Lo que me pida el cuerpo, que a estas edades es sabio, y sabe lo que es mejor para mí.

Otros días, sobre todo los fines de semana, que la pista suele estar cerrada, sigo haciendo mis 10-12 km de asfalto, pista y senda, subiendo unos 100 o 200 metros de desnivel acumulado, en los que procuro combinar algunos tramos de carrera con bastones, dentro de la práctica habitual de mi marcha nórdica.  Y todo ello, siguiendo los diferentes ritmos que me marca mi MP3, con mis músicas favoritas.

Y vale por hoy.  Ahora voy a asomarme de nuevo a ver si ha dejado de llover, porque me parece oír la amarga queja de mis bastones, que no entienden de meteorología y se preguntan extrañados que pasa hoy que los tengo olvidados en el paragüero, mientras que todos los paraguas ya han desaparecido de allí.

viernes, 21 de diciembre de 2018

LA MAGIA DE MIS BASTONES




 Cuando, hace ya más de una docena de años, decidí y pude hacer realidad mi viejo sueño de cruzar el Pirineo de mar a mar, enfrentado a la cruda realidad de unas piernas genéticamente poco dotadas y huérfanas del duro entrenamiento que requiere la superación diaria de grandes desniveles, recurrí al uso de bastones para poder enfrentarme al reto.

Desde el primer día que los agarré, pude percibir la magia que de ellos emanaba. Como las espinacas a Popeye, los bastones me trocaron, casi de la noche a la mañana, en casi todo un campeón, capaz de casi cualquier empresa, al menos en lo que a travesías montañeras toca.

Los bastones me permitieron, como los polvitos mágicos de Campanilla, volar en poco más de un mes por lo más alto del Pirineo, desde el Cantábrico de Baroja al Mediterráneo de Serrat, descubriendo la belleza y la magia de pueblos, collados y valles que difícilmente tengan parangón en nuestro país.

Pero, además, los bastones me dieron algo que yo no esperaba y que, pasado el medio siglo, se valora enormemente: salud. La salud es también una magia cuando vamos alcanzando esos estadios de nuestra vida en los que cada vez va siendo más fácil no tenerla. ¡No hay cómo perder algo para valorarlo! Ningún deporte, medicina o dieta alimenticia, me ha proporcionado el bienestar y la salud que me da la practica habitual de ejercicio con mis bastones.

Y, por si fuera poco, en un momento de mi vida en el que la acumulación de años me rinde cada vez más inútil y poco capaz de hacer algo por los demás, los bastones me han proporcionado la mágica oportunidad de poder transmitir a otros esa magia que les permita mejorar su salud, recuperar un poco la alegría de vivir, practicando un deporte sencillo, equilibrado, completo, económico, válido para todos y para todo, que no necesita un tiempo o espacio especial. Mis 65 cursos de iniciación y mis más de 2000 alumnos, han sido fruto de esa magia.

De modo que, así los veo. Ahí, durmiendo la noche en el paragüero, esperando, como yo, que llegue el nuevo día, para volver a disfrutar juntos de su magia. Para volver a volar agarraditos los dos, como decía María Dolores Pradera, esos diez kilómetros de cada día, olvidados de mis años, saludando a otras gentes que disfrutan, como yo, de la magia de sus bastones, agradecido por la oportunidad de haber mejorado algo sus vidas. Y es que, al final del día, eso es lo mejor que te da la vida: la magia de poder hacer un poco más fácil y agradable las vidas de quienes se cruzan en tu camino.

Feliz Navidad.  Disfruta de la magia de tus bastones y transmítela a tus seres queridos.  ¡Que Dios os bendiga!

jueves, 20 de diciembre de 2018

VI Cross Trail Calas de Bolnuevo

Me acabo de inscribir para la prueba de 11 km del VI Cross Trail Calas de Bolnuevo, el último domingo de enero. Como en las tres ediciones anteriores que he participado, saldré con mis bastones tras todos los corredores y disfrutaré de un recorrido espectacular, sin árbitros ni reglamentos defectuosos, haciendo marcha nórdica la mayor parte del tiempo, pero corriendo con mis bastones cuando el terreno y el cuerpo me lo pida. En el enlace siguiente tienes todos los detalles de esta prueba (y de la media maratón) y la pasarela para la inscripción https://www.lineadesalida.net/carreras/vi-cross-trail-calas-de-bolnuevo/ .  Son 12€ si te inscribes antes del 9 de enero y no hay precio especial para federados de ninguna "marca".  Si te animas, nos vemos allí, tras los corredores, delante de los senderistas.  Pero vayas o no, no dejes de sacar tus bastones del paragüero, todos los días.

viernes, 14 de diciembre de 2018

No hay marcha nórdica sin técnica


Hay gente que, aún reconociendo los beneficios de la marcha nórdica, no da a la técnica la importancia que tiene. Y es que la costumbre de andar, de por sí, es beneficiosa. Y más aún la costumbre de andar con unos bastones que, mal que bien, siempre nos van a proporcionar equilibrio y apoyo, muy bien venido cuando los años y las lesiones nos hacen triste y dolorosamente conscientes de la debilidad y fragilidad de nuestras piernas.

Hay mucha gente por ahí (no señalo a nadie) que piensa que hace marcha nórdica porque anda con bastones, y porque nota la diferencia de usarlos a no usarlos. Pero la marcha nórdica es mucho más que eso, y los beneficios que nos puede reportar son estratosféricamente mayores que los que percibimos con el simple “andar con bastones”. Y es una pena que tanta gente, quedándose en la antesala de este extraordinario deporte, por desconocimiento o autosuficiencia, se vea privada de tantos y tan buenos dividendos.

La marcha nórdica consiste en andar de forma natural y completa, utilizando dos bastones con una técnica que nos permita sacarles el máximo beneficio. Cuando hacemos marcha nórdica, no inventamos una nueva forma de andar; el movimiento natural de la marcha se mantiene (yo diría que se perfecciona) cuando andamos con los bastones; pero andando de forma completa, es decir, no saliendo a pasear y fotografiar las mariposas, o ver escaparates, o hablar por el móvil … vamos, lo que viene siendo salir a ANDAR. Pero, además (y esto es lo que diferencia la marcha nórdica del simple andar con bastones) lo hacemos utilizando los bastones con una técnica que nos permita hacer de ellos herramientas perfectas para obtener los máximos beneficios de su uso, tanto para nuestra propia salud (poniendo en movimiento el mayor número posible de músculos y articulaciones de nuestro cuerpo) como para nuestra progresión (facilitándonos un desplazamiento lo más eficaz y seguro posible).

El curso de iniciación a la marcha nórdica, la bondad del instructor y la atención y el interés con que los alumnos lo sigan, van a marcar de forma crucial el futuro de los mismos como nordimarchadores y, sobre todo, los beneficios que van a conseguir con la práctica de este deporte. El curso debe proporcionar a los asistentes una base técnica suficiente para que puedan empezar a practicar, disfrutando de sus bastones, y a percibir las posibilidades de este deporte; pero también debe proporcionarles una clara visión anticipada de la técnica completa y de sus beneficios, así como de los métodos y pautas para conseguirla. El instructor debe tener todo esto claro y sistematizado, para ser capaz de transmitirlo a los alumnos en el tiempo disponible, y éstos deben salir con una idea muy clara de sus posibilidades actuales, el camino a seguir, y los beneficios a los que pueden aspirar con el posterior perfeccionamiento técnico.

Un braceo amplio y coordinado, con un agarre potente del bastón al clavar, con un trabajo activo del pie desde el talón a la punta, con una buena contrarrotación de caderas y hombros, adecuada inclinación de los bastones y suficiente tracción/impulso sobre ellos, nos asegurará un sano ejercicio para todas nuestras articulaciones, incluidas las 67 de nuestra columna vertebral, tan importante y tan olvidada (hasta que nos duele por ese mismo olvido), o las 23 de cada extremo de nuestras cuatro articulaciones, tan obviadas y descuidadas (hasta que las deformaciones y la artrosis nos las recuerdan), bien oxigenadas y regadas por un sistema circulatorio adecuadamente ejercitado.

Esta es la diferencia. Cualquier ejercicio es preferible a la inactividad, y nos proporciona ventajas apreciables. Pero la marcha nórdica, con su buena técnica, marca una clara diferencia con los demás deportes, y merece la pena el esfuerzo de su perfeccionamiento. Eso lo sabemos bien los que hemos convertido su práctica cotidiana en religión y, como buenos evangelistas, tratamos de ransmitir nuestra experiencia a cuantos quieran escucharnos.

No es este un deporte para competir, aunque se pueda hacer, ni para socializar y disfrutar de la naturaleza, aunque también sea posible. Para eso ya están las carreras y el senderismo. La verdadera bondad de este deporte, lo que lo hace único, es la posibilidad de nos da, a todos, en cualquier entorno, de disfrutar haciendo un ejercicio sano, equilibrado, racional y completo. Las sensaciones que nos aportará la práctica habitual de una buena técnica nos animará a gastar más en zapatillas, en la inteligencia de que lo ahorraremos en médicos y medicinas.

De manera que, ya sabes, saca tus bastones del paragüero y trata de mejorar tu técnica, pero sobre todo, no dejes de disfrutar con la marcha nórdica.

martes, 4 de diciembre de 2018

Nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica en Cartagena


El domingo, 16 de diciembre, de 08.30 a 13.30, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 10º y último de este año, 65º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras que hay junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de la calle Juan Fernández https://www.google.es/maps/@37.620062,-0.9925477,15.5z . Tras esta sesión, mejorarás tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conoci­mientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este formulario: https://goo.gl/forms/4flQW1Sx9VPW8IMM2
El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos o de ciclismo, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de marcha nórdica o de senderismo. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.
Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,
José Antonio Pérez González (Piri) - 659657981 (nordicartagena@outlook.com).


CENTRO EXCURSIONISTA DE CARTAGENA

martes, 27 de noviembre de 2018

Marcha nórdica en montaña

El domingo pasado, 25 de noviembre, tras varios meses de duro trabajo, y una última semana de total locura, tuvo lugar en la sierra litoral que discurre entre Cartagena y La Azohía, la XII Cartagena Trail, un evento que incluía una maratón de montaña (campeonato regional) de 44 km, una carrera promocional por montaña de 18 km y un prueba de marcha nórdica no competitiva de 16 km.

Si bien el esfuerzo principal esta centrado en las competiciones de carreras por montaña, toca aquí, tras reconocer el esfuerzo, la dedicación y el bien hacer del equipo de organización y de todo el Centro Excursionista de Cartagena, dedicar unas líneas a la prueba de marcha nórdica no competitiva que, por segundo año consecutivo, se incluye en esta edición de la CTTrail.

El exigente entorno de esta prueba, la edad media de los practicantes actuales de marcha nórdica y las exigencias técnicas de este deporte, hacen que los recorrido en linea por montaña no sean los escenarios más aconsejables para competiciones de marcha nórdica.  Tampoco el reglamento actual de competiciones de marcha nórdica prevé las distintas técnicas, espacios y limitaciones  que deberían observarse para una competición en tales lugares.  Sin embargo, no queremos, ni estamos dispuestos, a renunciar a la inmensa satisfacción de disfrutar haciendo marcha nórdica en un paraje como el de la sierra del Roldán, en buena compañía y camaradería, como hicimos el domingo.

No me cansaré de repetir la necesidad de aunar los aspectos lúdico, de salud y deportivo (LSD) que deben caracterizar a toda prueba de marcha nórdica, ni la conveniencia de adecuar nuestro material a las exigencias del entorno, usando bastones de senderismo que eviten lesiones por caídas con las manos "pegadas" a las empuñaduras, ni la prioridad asignada a las funciones de apoyo y equilibrio de los bastones, sobre las de impulso y retención.  Disfrutar de la belleza del entorno, sin hacernos daño, y realizando un ejercicio equilibrado y completo, es algo que sólo la práctica sensata (sin la presión de la competición) de la marcha nórdica en montaña nos puede proporcionar.

En Cartagena tenemos la inmensa fortuna de tener los montes a tiro de piedra, de manera que sólo tienes que sacar los bastones del paragüero y salir hacia Tentegorra, Roldán, Sierra de la Estrella, San Julián, Atalaya, Galeras, ...  y si no te van los desniveles, tampoco el moverse por la ciudad con ellos es mal negocio. ¡Vamos ya!  ¿A qué esperas?

lunes, 19 de noviembre de 2018

Próximo curso de marcha nórdica

Este mes y el que viene tengo los domingos de mi agenda bastante complicados, de manera que sólo tendremos un curso de iniciación a la marcha nórdica en estos dos meses, que previsiblemente será el domingo día 16 de diciembre.  Como de costumbre, un par de semanas antes lo anunciaré en este blog, y una semana antes en el del CExCartagena, incluyendo las instrucciones y el formulario para la inscripción.  De momento, esto no es más que un aviso para todos aquellos que puedan estar interesados, ya que rompemos la mecánica habitual.  Si este es tu caso, marca tu agenda y presta atención a las fechas y blogs citados.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Carrera nórdica



 Este blog está dedicado, desde su creación, a la marcha nórdica que, según mi definición, consiste en “andar de forma natural y completa, utilizando dos bastones con una técnica que nos permita sacarles el mayor beneficio”. De forma natural: en la marcha nórdica no hacemos nada distinto de lo que hacemos al andar sin bastones. De forma completa: pero salimos a andar, no a ver escaparates, ni de charla-whatsapeo-paseo con los amiguetes. Usando los bastones de forma que obtengamos el máximo beneficio de su utilización, tanto para nuestra salud como para nuestra progresión.

En algunas entradas anteriores he hablado de la diferencia entre marcha nórdica y caminata nórdica. Ambas responden a la definición anterior, en cuanto que las dos tienen los cuatro tiempos típicos que diferencian el andar (toma de contacto con el suelo – carga – equilibrio – impulso/toma de contacto del pie contrario) del correr (con un tiempo de suspensión añadido entre el de impulso de un pie y la toma de contacto del otro), estando la diferencia entre la caminata y la marcha en la posición del centro de gravedad del nordimarchador, por detrás o por delante, respectivamente, de centro de apoyo de sus pies1.

Aunque se habla con largueza de marcha nórdica, quiero llamar la atención del sufrido lector sobre el hecho de que, nuestro acomplejado, confuso y contradictorio reglamento de competiciones de marcha nórdica, al vetar explícitamente la marcha atlética, reduce en la práctica nuestro deporte a la caminata nórdica, algo sanísimo y muy recomendable, pero que difícilmente puede ser objeto de una competición en la que se premia la velocidad. Naturalmente, luego, en la práctica, los pobres e inexpertos árbitros, hacen lo que pueden (o lo que les dicen que hagan).

Pero hoy no quiero hablar aquí de reglamentos y “corsés”, sino de otra forma de movimiento nórdico, distinto de la marcha y de la caminata. Se trata de la carrera nórdica, una modalidad de desplazamiento en la que, con la misma técnica de utilización de los bastones, introducimos un tiempo de suspensión o vuelo entre la fase de impulso de un paso y la toma de contacto con el suelo del siguiente. Vamos, lo que viene siendo correr con bastones, utilizando una técnica que nos permita sacarles el mayor beneficio.

En la carrera nórdica, como en la marcha/caminata, cada bastón acompaña la acción del pie contrario, en todo su recorrido, pero apoyándose normalmente más cerca del mismo. Si observamos las tres funciones principales del bastón en su ayuda a la progresión: apoyo, equilibrio e impulso, en la marcha/caminata podríamos decir que en porcentajes, a cada una de las dos primeras le correspondería un 25%, mientras que a la última le asignaríamos un 50% del esfuerzo total realizado. En la carrera nórdica, yo diría que le corresponde un 35% al apoyo, otro tanto al equilibrio, y el 30% restante al impulso, al menos en gente mayor. Es posible que en menores de 50 años, haya una mayor despreocupación por la seguridad (apoyo y equilibrio), adquiriendo la progresión rápida (impulso) más protagonismo.

Al igual que sucede con la marcha/caminata nórdica, en la carrera nórdica la amplitud de la zancada va a depender, fundamentalmente, del tiempo de empuje sobre el bastón. Así, en esta modalidad también la continuidad del empuje por detrás del la cadera, tiene su importancia para la velocidad (amplitud x frecuencia) y, por supuesto, para la realización de un ejercicio sano y completo.

La carrera con bastones participa de bastantes de las ventajas de la marcha/caminata nórdica con respecto a la carrera normal, sin bastones, a saber:
  • Descarga las extremidades inferiores, repartiendo el esfuerzo del desplazamiento entre éstas y las superiores.
  • Ejercita el tren superior.
  • Ejercita los grandes músculos que sustentan la columna, así como todas las articulaciones de la misma.
  • Mejora la oxigenación general, al movilizar sangre y linfa de las extremidades superiores.
  • Mejora la estabilidad y el equilibrio, y por ende, la seguridad del corredor.
  • Mejora la eficacia del desplazamiento al doblar los puntos de impulso, y de retención (algo fundamental en las bajadas).

Comparada con la marcha/caminata, la carrera nórdica tiene las siguientes ventajas:
  • En el momento de la toma de contacto con el suelo, los pliegues en las articulaciones de pie y pierna actúan como un muelle y permiten una mejor absorción del impacto. En la marcha, el pie toma contacto con el suelo por el talón, con la pierna hiper-extendida, y el único “amortiguador” del impacto es el tacón de la zapatilla.
  • Al caer sobre el metatarso, se disminuye la carga sobre el tarso, aliviando presiones sobre calcaneo y astrágalo, posiblemente el hueso que más sufre en la marcha.
  • Aumenta la velocidad.

y los siguientes inconvenientes:
  • Al aumentar la cantidad de movimiento (masa por velocidad), las articulaciones de pie y pierna se someten a un mayor estrés, con el consiguiente aumento de peligro de tendinitis y lesiones.
  • Aumenta el ritmo cardíaco, que puede llegar a superar el umbral del ejercicio aeróbico, con lo que entramos en un trabajo en deuda de oxígeno, antesala del agotamiento (si no lo vigilamos).
  • Aumenta el peligro de caídas.

En fin, se trata de otra variante de todas estas formas de movimiento derivadas del esquí de fondo (nórdico), que tantos beneficios reportan a nuestra salud. En mi caso, es una estupenda alternativa para mi marcha nórdica, cuando mi vieja osteocondritis disecante del astrágalo del pie derecho vuelve a molestar. Pero creo que, en general, es una buena alternativa para diversificar nuestro ejercicio nórdico, y algo que todo corredor por montaña debería probar y experimentar.

En cualquier caso, caminando, marchando o corriendo, no dejes de sacar tus bastones del paragüero … todos los días. El incremento del gasto en zapatillas lo compensarás con el ahorro en médicos y medicinas.

1 Llamo “centro de apoyo de los pies” al punto imaginario dónde se aplicaría físicamente el vector de fuerza resultante del peso del marchador en cada momento de su desplazamiento: en algún punto entre los dos pies, cuando ambos están apoyados, y en algún punto del pie de apoyo, cuando hay uno sólo en contacto con el suelo.

martes, 6 de noviembre de 2018

Viernes por la mañana

Alicia MARTÍN <ama.2015beguiny@gmail.com>
Mar 06/11/2018, 11:14

Buenos días, me llamo ALICIA MARTÍN, y aunque vivo en La Manga, los viernes por la mañana estoy en Cartagena y me gustaría contactar con algún grupo o persona con quién poder salir a caminar.
Puedes ayudarme?
Espero tus noticias
Cordiales saludos

Una compañera de bastones me envía el correo anterior, que publico aquí 
por si alguien que salga los viernes por las mañanas en Cartagena, se quiere 
poner en contacto con ella.

lunes, 5 de noviembre de 2018

CAMPEONATO REGIONAL DE MARCHA NÓRDICA




NOV
18
2018

II CAMPEONATO DE MARCHA NÓRDICA REGIÓN DE MURCIA


18NOV2018

TARIFAS Y PLAZO DE INSCRIPCION

El plazo de inscripción se cerrará el martes 13 de Noviembre a las 23:59. A partir del miercoles 7 de noviembre solo se podrá pagar por TPV (Tarjeta bancaria)

La cuota de inscripcion es de 16€ para NO FEDERADOS y 12€ para FEDERADOS FMRM y FEDME. El descuento se aplicará automaticamente al escribir el numero de licencia en el formulario.

viernes, 26 de octubre de 2018

Evolución de la técnica de competición de MN en España


Observando vídeos de competiciones recientes de marcha nórdica en España me he puesto a reflexionar sobre la evolución que ha sufrido la técnica de los marchadores en competición desde aquellos días, ¡hace menos de dos años!, en que la FEDME extendió su “manto protector” sobre nuestro deporte.

En aquella época, y en los 10 años anteriores (me limitaré aquí a hablar de lo que personalmente he vivido), los escasos y poco curtidos competidores que peregrinábamos por España, huérfanos de competiciones, no nos preocupábamos demasiado por la inexistente reglamentación. Aunque ésta se reinventaba para cada competición (debo decir que básicamente no difería mucho de la actual), pero la falta de árbitros, o su calidad de “amigo” o “consejero”, más que de juez implacable, coadyuvaba a la “despreocupación” que mencionaba más arriba.

Lo cierto es que los nordimarchadores que nos atrevíamos a incursionar en este mundo desconocido de la competición estábamos más preocupados por la técnica que por la velocidad, dos factores que no suelen llevarse nada bien. En aquella época, la mayor parte de los iniciados en este deporte veníamos buscando la tan anunciada (y ansiada) salud, que sólo se nos garantizaba realizando una buena técnica con los bastones.



Durante estos años, pero sobre todo a raíz de la aparición del reglamento de la FEDME y la “oficialización” de las competiciones, cuando éstas brotaron como setas por todo el territorio nacional, se fue incorporando a las mismas una nueva clase de competidor, uno casi profesional, proveniente de otras disciplinas menos saludables, como el running y el trail, en las que la velocidad prima sobre la técnica. Aunque esta especie también llegaba a la marcha nórdica por problemas de salud (normalmente, lesiones graves o recurrentes, propias del mundo competitivo), o por un limitado porvenir en su “superpoblado” deporte de origen, sin embargo, llegaba “picada” por el malvado bichito de la competición y así, se lanzó a la de nuestro deporte de forma un tanto precipitada, con escasos fundamentos técnicos.

Debo hacer aquí un inciso para resaltar y alabar las extraordinarias facultades físicas de estos deportistas, algunos de ellos bien capaces de andar 10km en poco más de 40 minutos. Como en el caso del ibicenco Bernabé Rodriguez, que a comienzos de esta década llegó a ostentar una decena de records mundiales de marcha nórdica, en muy diversas distancias y firmes. Bernabé, uno de los atletas más completos que he conocido en mi vida, andaba como un demonio, con un centro de gravedad muy bajo y, aunque el uso de los bastones no fuese muy escolástico para los cánones actuales, en aquellos momentos nadie, en todo el mundo, tuvo nada que decir al respecto. Sin embargo, con la aparición de la reglamentación oficial y el atisbo de un posible monopolio en el incipiente y prometedor negocio de la marcha nórdica, los talibanes/mafiosos de este deporte (que como todos, también los tiene), lo desposeyeron ignominiosamente de sus bien trabajados y ganados laureles. Esos mismos talibanes que, poco antes, habían aclamado sus hazañas, cuando ésto todavía no prometía negocio y, por tanto, no resultaba tan atractivo para las mafias. http://www.noudiari.es/2013/08/dos-nuevos-records-mundiales-en-marcha-nordica-para-el-incombustible-bernabe-rodriguez/

Todos estos campeones, que lo son sin duda andando sin bastones, han de cumplir ahora, para poder destacar en esta nueva disciplina, con las prescripciones del reglamento de competiciones de marcha nórdica de la FEDME en lo que respecta al uso activo de los bastones. Mientras no se dote a los mismos de dinamómetros contrastados que “canten” cuando un nordicompetidor ejerce una tracción-empuje sobre sus bastones por debajo de unos valores que nos indiquen la falta de ese uso activo, los jueces de marcha nórdica no disponen de otra vara de medir que lo que escuetamente dice el reglamento al respecto:

5.4 - La fase de impulso: (movimiento del brazo hacia atrás), la mano rebasará la cadera liberando la empuñadura antes de ir hacia delante.

5.5 - La fase de recobro: (movimiento del brazo hacia delante) el codo rebasará el torso antes de ir hacia atrás.

Interesa, pues, instruir a los árbitros correctamente sobre estos aspectos, ya que van a resultar fundamentales para la preservación de la técnica, elemento esencial y diferencial de la marcha nórdica:
  • Por un lado, la cadera, según nuestro diccionario de la RAE, es cada una de las dos partes salientes formadas a los lados del cuerpo por los huesos superiores de la pelvis. No se trata, por tanto, de una zona amplia, sino de un punto bien definido, bajo la parte antero-lateral de la cintura. Según el artículo 5.4. del reglamento, la mano no tiene por qué ir más allá de este punto; ni más arriba, ni más atrás. Consecuentemente, la mano no tiene por qué verse por detrás de los glúteos, cuando miramos al nordicompetidor de perfil.

  • Por otra parte, ese mismo diccionario, que para los españoles debería ser como la Biblia a la hora de entendernos o de interpretar lo que otros dicen, explica que el torso es el tronco del cuerpo humano, es decir, un espacio que visto lateralmente es amplio y de contornos bien definidos. Por tanto, el codo debe verse claramente por delante del tronco cuando miramos al nordimarchador de perfil.
Los árbitros actuales tienen, necesariamente, poca experiencia como competidores (sólo hace año y medio que tenemos competiciones oficiales), y nula o casi, como jueces. Los formadores que han tenido, tampoco tienen, obviamente, una experiencia mayor. Sin embargo, lo que dice el reglamento ahora mismo está meridianamente claro, por lo que no se entiende la falta evidente de criterio al aplicarlo en las competiciones, o al explicarlo en los cursos de formación.

Con todo esto, los competidores con grandes facultades físicas para la marcha que se preocupan más por hacer podio que por realizar una técnica correcta, que no poseen, procuran darle a los árbitros lo que creen que ellos esperan: poca o nula preocupación por que el codo pase por delante del torso y más por que la mano se vea por detrás de los glúteos, sin que importe a qué altura. Que se empuje o no activamente sobre el bastón es indiferente. Para unos y otros.Lo anterior se traduce en un exceso de competidores que realizan un movimiento rápido de los brazos, parecido al de los corredores, susceptible de ayudar a la marcha rápida, pero prácticamente inútil para impulsarse con los bastones. El codo casi nunca pasa por delante del torso, y sin embargo, se eleva inútil y exageradamente tras la espalda para conseguir que la mano rebase los glúteos, sin empujar los bastones que,, para ellos, sólo son un estorbo.

La acción sobre el bastón, que en la técnica diagonal debe acompañar en todo momento la acción del pie contrario, se ejerce primero clavando y tirando de la empuñadura, para continuar después empujando sobre la dragonera, ejerciendo la fuerza en la dirección que marca el eje longitudinal del bastón inclinado entre unos sesenta y cincuenta grados. Este vector de fuerza tiene un componente vertical, que proporciona al nordimarchador apoyo y equilibrio, y un componente horizontal, que le proporciona impulso para progresar. Clavar el bastón sin adelantar el codo al torso y, sobre todo, elevar el codo por detrás de la espalda, limita enormemente dicho impulso, impidiendo el uso activo de los bastones y que éstos apoyen “en todo momento la acción del pie contrario” (definición de técnica diagonal en el reglamento, obligatoria en las competiciones).

El uso activo de los bastones supone un movimiento continuo de la mano adelante y atrás, y sólo adelante y atrás. El movimiento de la mano adentro y afuera (algo que también debería estar penalizado por el reglamento por el peligro que supone para otros competidores) y, sobre todo, el movimiento de la mano arriba y abajo, no ayudan en modo alguno a la progresión del nordimarchador, y deberían estar prohibidos expresamente en el reglamento. La elevación de las manos por encima del plano horizontal definido por nuestras caderas debería estar expresamente vetada por el reglamento (por supuesto, en un recorrido normal de competición, no de montaña).

Debo aclarar, en justicia, que una mayoría de los competidores observados realizan, a mi pobre entender, una técnica correcta, aunque sea una pena que éstos no suelan copar los puestos de podio. Es, por otra parte, altamente esperanzadora, si bien dolorosamente escasa, la participación de juniors y promesas que he visto compitiendo con una muy buena técnica. Estoy seguro que ellos acabarán por obtener la máxima eficacia de una técnica perfecta que, unida a su desarrollo físico y deportivo, les llevará a lo más alto, dando a nuestro deporte el esplendor que se merece. Desde aquí les animo a perseverar en el camino del perfeccionamiento técnico, sin dejarse deslumbrar por un podio fácil, más inmediato y asequible por otros medios.

Resumiendo, cuando competimos, todos falseamos la técnica en beneficio de la velocidad, de manera más o menos consciente. El reglamento de competiciones debe establecer los mínimos exigibles para que la marcha nórdica no pierda su característica diferencial: el uso de los bastones con el máximo beneficio, tanto para nuestra salud, como para nuestra progresión. Los árbitros deben formarse para aplicar el reglamento, de forma taxativa, sin inventar ni excusar nada.

Y cada nordimarchador debe disfrutar de sus bastones, con una práctica deportiva, que no le dañe. En competición, o fuera de ella, lo importante es sacar los bastones del paragüero cada día y usarlos teniendo presentes las premisas anteriores. Recuerda, tu marcha nórdica debe ser LSD (lúdica, sana y deportiva).