jueves, 21 de septiembre de 2023

MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA. ORIGEN, HISTORIA Y DESAMBIGUACIÓN TERMINOLÓGICA

 Hace ya dieciséis años que publiqué un Cuaderno de Andarines.com, "Andar sano", que seis años depués, colgué en BUBOK para su descarga gratuíta, sobre cómo mejorar los beneficios físicos del senderismo, minimizando sus riesgos, que ya incluía una somera introducción a la marcha nórdica, incluyendo ejercicios de calentamiento, estiramiento y vuelta a la calma y una sección de consejos prácticos, accesible en el enlace https://www.bubok.es/libros/227505/andar-sano.  El año pasado realicé una actualización/ampliación de aquel trabajo, al que llamé "Andar más sano", colgado también para su descarga gratuíta en el mismo sitio, abundando en lo relativo a la marcha nórdica, accesible en el enlace https://www.bubok.es/libros/272153/andar-mas-sano.

Ya más centrado en el deporte de la marcha nórdica, publiqué hace ahora tres años y medio, también en BUBOK, para su descarga gratuíta, "Teoría y práctica de la marcha nórdica", con una síntesis de sus orígenes e historia, explicación de su esencia, técnica y beneficios, incluyendo pautas para su aprendizaje y práctica, y reparando en sus lesiones más comunes, el equipo adecuado, así como mi visión de las competiciones y del prácticante tipo de este deporte, accesible en el enlace https://www.bubok.es/libros/263433/teoria-y-practica-de-la-marcha-nordica.

La vida sigue y con ella evoluciona mi experiencia y visión de este maravilloso deporte que nunca me canso de preacticar y promocionar.  Todo ello me impele a revisitar lo publicado y actualizar su contenido.  Esta vez, con la finalidad de hacerlo más "digerible" para el lector, he decidido publicar esta actualización del último trabajo mencionado en forma de "entregas" de lo que he denominado "mi visión de la marcha nórdica", título que pienso se adapta mejor al contenido de la obra que, en ningún caso pretende "pontificar"sobre nuestro deporte, sino símplemente exponer un punto de vista más sobre el mismo, eso sí, tan experimentado y documentado como el que más.

Espero que quienes se aventuren a la lectura de esta serie de entradas semanales que hoy cominzo no se arrepientan y sean indulgentes con la intención, estilo y fallos de este humilde nordimarchador y pobre escritor.


1 - ORÍGENES Y SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA MARCHA NÓRDICA

La mal denominada marcha nórdica (volveré sobre esto en el siguiente capítulo) tiene unos claros orígenes en la necesidad del hombre de mejorar su capacidad de desplazamiento por todo tipo de terreno, apoyando el esfuerzo de sus piernas (principales medios de locomoción) con las extremidades superiores, sin perder su postura erecta, a la que tantos milenios le costó llegar. Naturalmente, esta necesidad se va haciendo más perentoria con la edad, cuando las piernas van perdiendo vigor, las articulaciones se debilitan, aparece la artrosis y el equilibrio se torna más inestable.

Desde esta perspectiva, es fácil suponer que el hombre ha estado utilizando bastones para ayudar su desplazamiento desde que bajó de los árboles. Sin embargo, de las tres formas de ayuda que proporciona el bastón (soporte, equilibrio y apoyo al desplazamiento), históricamente la utilización de los bastones ha buscado principalmente las dos primeras, y para eso sólo tenemos que ver la definición que nuestra Real Academia de la Lengua da de la voz “bastón” , como vara … que sirve para apoyarse al andar.

Entre gente sin mermas físicas, e incluyendo la ayuda de los bastones como elementos facilitadores del desplazamiento, éstos se han utilizado desde hace siglos en los países nórdicos para moverse sobre esquíes. Hay historiadores que dicen que el pueblo Sami ya andaba así sobre la nieve hace 6000 años. Pero parece ser a mediados del siglo XIX cuando se empieza a practicar el esquí de fondo como deporte, de forma parecida cómo se hace en  la actualidad, aunque la primera descripción de un esquiador con dos bastones se remonta a mediados del siglo XVIII, en Laponia, coincidiendo con el registro de las primeras unidades de esquiadores en los ejércitos de los países nórdicos.

A lo largo de todo el siglo pasado abundan los documentos gráficos que muestran finlandeses andando con bastones de esquí, y hay diversos nombres de profesionales de las ciencias del deporte y la salud ligados al estudio de esta práctica, reivindicados hoy como originadores de este deporte por diferentes federaciones y escuelas de marcha nórdica. De todo esto, lo único en lo que todos parecen coincidir es que una empresa finlandesa de material de esquí, EXEL, fabrica en 1997 los primeros bastones de “nordic walking”, nombre con el que se conocerá esta actividad física en todo el mundo, un término inglés que se tradujo a nuestro idioma como “marcha nórdica”, denominación que ha llegado hasta nuestros días.

El nordic walking cruza el Báltico hasta Alemania sobre el año 2000, y es en este país dónde se extiende como la pólvora, pasando de cero a cinco millones de practicantes habituales en los cinco primeros años de nuestro siglo, entre una población mayor, asombrada por la potencialidad saludable de este novedoso, completo y equilibrado ejercicio. Y es también en Alemania dónde parece surgir el primer intento serio por estructurar y desarrollar normas para el desarrollo de esa potencialidad, definiendo y regulando su técnica y metodología, en pos de obtener los máximos beneficios de su práctica habitual, tanto a nivel físico como de la eficiencia en el desplazamiento.

Curiosamente, y aparentemente sin conexión alguna con lo sucedido en Europa, también en Estados Unidos, casi simultáneamente, tiene lugar una génesis y evolución de una forma de nordic walking, de la mano de antiguos competidores de esquí de fondo, que acaba cuajando en un denominado FITTREK (de fitness y trekking), con técnica y metodología similares a las definidas en nuestro continente.

El nórdic walking llega a España inmediatamente de la mano de alemanes afincados en nuestro país, por lo que se empieza a expandir a partir de sus principales centros de residencia (Alicante y Baleares), formándose diversas "autodenominadas" federaciones y escuelas que reivindican su “autenticidad” y conexión con diferentes asociaciones internacionales y con los antecedentes finlandeses citados anteriormente, en un afán a veces exclusivista, desprestigiador del resto, que deja un pobre “tufillo crematístico”.


Con la segunda década de este siglo se organizan los primeros “campeonatos” oficiosos de nordic walking en España, de la mano de iniciativas privadas de practicantes de este nuevo deporte, pensando en su posible expansión entre una población más joven, mientras que las principales escuelas todavía defienden el carácter “no competitivo” de esta práctica deportiva.C

Ignorada por la Federación Española de Atletismo, la marcha nórdica finalmente es reconocida como modalidad deportiva por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) en el 2015, organizándose los primeros campeonatos oficiales de España dos años más tarde.


2 - DESAMBIAGUACIÓN TERMINOLÓGICA

Como mencioné anteriormente, la traducción de “nordic walking” como “marcha nórdica” no ha sido muy afortunada, por lo que explico a continuación.

En inglés, el término “walking” incluye tanto el caminar como el marchar; de hecho, la marcha atlética, en aquél idioma se denomina race walking. Sin embargo, en español, todos diferenciamos entre caminar y marchar, a pesar de que nuestro diccionario los trate genéricamente como sinónimos y de que ambas modalidades se diferencien de correr en que en aquellas siempre hay al menos un pie en contacto con el suelo.

Así, el propio diccionario de la RAE recoge la acepción de marcha, en atletismo, como la carrera que consiste en caminar rápido con uno de los pies siempre en contacto con el suelo. Y ya que el nordic walking no tiene mucho que ver con la rapidez, la traducción más precisa parece que debería haber sido la de caminata nórdica. En la práctica, la diferencia entre andar y marchar, desde el punto de vista deportivo, estriba principalmente en la situación relativa del centro de gravedad con respecto a los apoyos de los pies, más adelantado en el marchador que en el caminante.

Este pequeño fallo en la traducción ha llevado, por ejemplo, a la paradoja de que el reglamento de competiciones de “marcha” nórdica, haya incluido durante años la marcha atlética como una falta sancionable, y aún hoy, después de haber corregido esta incongruencia, los árbitros siguen sancionando al competidor que marcha en lugar de andar, sin que se haya variado la denominación de “marcha” nórdica.

Aclarado este punto, y mientras la FEDME no corrija el entuerto, seguiremos denominando genéricamente a este deporte como marcha nórdica, a pesar de que en la mayoría de las ocasiones, nos estemos refiriendo más bien a caminata nórdica. En la entrada  http://nordicartagena.blogspot.com/2019/11/ejercicio-nordico-nordic-fitness.html trato más en profundidad la desambiguación del término, así como la diferencia entre andar y marchar, y una clasificación de los distintos deportes que se derivan del esquí de fondo en lo que, genéricamente, podríamos denominar “ejercicio nórdico” (nordic fitness).

En los apartados siguientes, aunque utilice el término marcha nórdica, me referiré especialmente a la caminata nórdica, por ser la aproximación más sencilla a la iniciación en esta familia de deportes. Siendo la técnica similar para todos ellos, su introducción y aprendizaje resulta más fácil de comprender y asimilar realizados sobre un ejercicio tan común y sencillo como es el caminar.

(continuará...)

viernes, 1 de septiembre de 2023

NUEVO CURSO GRATUITO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA

 


Comenzamos el curso 23-24 con nuevas ganas de continuar poniendo esta maravilla de deporte al alcance de quienes se preocupan por su salud y están connvencidos de los beneficios de una práctica deportiva habitual.  Casi llegando a los 100 cursos, no cejamos en nuestro empeño.  Anímate.  Seguro que no te arrepientes.

El domingo, 17 de SEPTIEMBRE, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 7º de este año, 99º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/@37.620062,-0.9925477,15.5z. Tras esta sesión, mejorarás sensiblemente tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 16 de septiembre.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,



José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).

jueves, 24 de agosto de 2023

Marcha atlética vs. Marcha nórdica

 Habiendo sido testigo de los cuatro oros conseguidos en estos días por la marcha atlética española, y tras visualizar varias veces, en directo y diferido, la marcha de nuestros representantes en sus respectivas competiciones, me pide el cuerpo retomar este asunto, que ya traté en una entrada del año 2015, cuando los primeros reglamentos regionales de competición de marcha nórdica citaban el uso de la técnica de la marcha atlética como una de las causas de descalificación. Me costó años de “cruzada” conseguir que este asunto desapareciera del actual reglamento de competición de marcha nórdica, y al final la lógica se impuso, aunque hay árbitros que siguen persiguiendo a quienes hagan algo que se parezca a la marcha atlética. En este enlace podéis revisitar la entrada citada, totalmente válida tras ocho años, con las naturales prevenciones acerca de la vigencia de los reglamentos que en ella se citan.

En esta ocasión, por tanto, me voy a limitar a hacer una comparación somera de las competiciones de marcha atlética y de marcha nórdica, atendiendo a sus características y diferencias, con la intención de apuntar algunos aspectos que pueden darnos la clave de por qué, aún siendo mucho menos saludable que nuestro deporte, la marcha atlética va a más como deporte competitivo, mientras que la nuestra no avanza en absoluto en ese aspecto.

Lo primero que llama la atención de una competición de marcha atlética es su celebración en circuitos urbanos de longitud limitada (normalmente 2 km), a pesar de tratarse de pruebas de largo aliento (en la actualidad 20 y 35 km).

Sin duda, la razón está el carácter técnico de esta disciplina. Una carrera se puede realizar en cualquier escenario, en circuitos de cualquier dimensión o en línea, y con todo tipo de desniveles, porque al correr no hay que vigilar la observancia de una técnica definida. Una prueba de marcha exige la realización de una técnica que asegure que los marchadores no corren, es decir, que en ningún momento tienen los dos pies en el aire (tiempo de suspensión o vuelo). Eso lo comprueban los árbitros de marcha atlética “a simple vista”, utilizando un mínimo de ocho jueces de marcha a los largo del recorrido de dos km (uno de ida y otro de vuelta), con lo que habrá un juez cada 125m, de manera que, en todo momento, cualquier marchador estará dentro del campo de visión de, al menos, dos árbitros de recorrido, que sólo tendrán de comprobar lo dicho sobre los pies y que la pierna de apoyo esté vertical cuando pasa bajo el centro de gravedad del marchador.

A mí me sigue llamando la atención que, a día de hoy, el reglamento de competiciones de marcha nórdica no defina en ningún momento el escenario de la competición, ni en sus dimensiones de circuitos, ni en los firmes, ni en las pendientes. Así, nos podemos encontrar una competición en línea, con pendientes que impiden la realización correcta de la técnica y firmes que provoquen accidentes y caídas. Y todo esto “controlado” por tres o cuatro árbitros de recorrido, alguno en bicicleta, que para una distancia media de 15 km nos da una densidad de un árbitro cada 4 o 5 km, que llevará a cualquier competidor “espabilado” a poder burlar la vigilancia de un juez durante la mayor parte de la competición, para desesperación de otro que puede llevar al “ciclista” pegado durante toda la prueba. Y estos árbitros deberán asegurar que nunca estén los dos pies en el aire, nunca estén los dos bastones en el aire, que el codo pase del torso a cada paso, que la mano pase de la cadera a cada paso, que no haya una oscilación lateral excesiva, que la mano sujete firmemente la empuñadura en el momento de apoyar el bastón, que los bastones se utilicen activamente en todo momento, que la entrada del pie al suelo se produzca por el talón, … y todo esto, a simple vista.

Para mí está claro que esto nunca va a progresar. Los reglamentos de los países vecinos no coinciden en todos estos preceptos y las competiciones de marcha nórdica están en distintas federaciones en cada uno de ellos (en España, en la de Deportes de Montaña y Escalada ?!).

Pero, por otro lado, ¿realmente queremos que esto progrese? Personalmente, a pesar que que fui uno de los pioneros de nuestro país en la organización de competiciones de marcha nórdica, me confirmo en mi idea de que la marcha nórdica es un deporte no competitivo. En aquellos primeros años, yo pensaba que la competición traería gente joven a nuestro deporte, algo que las listas de participación de las competiciones sigue demostrando que es una quimera. La marcha nórdica es un deporte cuya principal virtud es la salud que aporta a sus practicantes habituales, que suele ser, como es lógico, gente mayor, preocupada por su salud, a los que las competiciones pueden hacer mucho daño, en detrimento de esa virtud principal de nuestro deporte.


Las competiciones, sobre todo a partir de unas edades, no son buenas.
Cualquier prueba deportiva de tipo competitivo conlleva unos objetivos que a menudo obligan a no tener en cuenta los requisitos para una práctica deportivo saludable y exenta de lesiones. Los competidores de marcha atlética que persisten en el tiempo, con kilometraje excesivo, acaban con lesiones de rodillas, tibiales anteriores, osteopatías de pubis o prótesis de caderas. Para estos, también, una retirada a tiempo y su pase a una práctica de marcha nórdica sana, lúdica y deportiva, puede suponer un posibilidad de prevención de males fatales y el poder prolongar su práctica deportiva hasta una edad muy avanzada.

Enhorabuena, Alvaro y María, pero no me digáis que no es para pensárselo ... después de Paris 2024.


jueves, 17 de agosto de 2023

IMÁGENES DE CURSO DE MARCHA NÓRDICA

 


El verano me "seca" las ideas, así que cuelgo aquí un enlace con fotos y videos cortos de un curso impartido en mayo pasado.  Aunque se trata de un curso de perfeccionamiento, notaréis que hay algún asistente que se "coló" sin haber hecho el de iniciación (tengo que decir en su descargo que posteriormente asistió al curso de iniciación de junio).  No obstante, creo que las imágenes pueden ser de interés.  El trenecito de nueve no salió a la primera por la razón apuntada anteriormente.

CURSO NORDICARTAGENA   

https://1drv.ms/f/s!AjYM74WWdrV2gZZ_yvfANlnxIcJCXA?e=bO7Onc

Las imágens fueron tomadas por nuestro compañero Juanmi, del Centro Excursionista de Cartagena, a quién nunca agradeceré bastante su apoyo y dedicación.

Como podéis apreciar en las fotos, nuestro campo de prácticas de marcha nórdica es todo un lujo.

No paséis mucho calor, y salid a andar temprano (...PERO SALID!).

jueves, 3 de agosto de 2023

MÁXIMOS Y MÍNIMOS DE LA MARCHA NÓRDICA


 En mi última entrada de este blog hablé de la eficiencia ("Capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos") referida a la marcha nórdica. Abundando en esta cualidad,y aproximándonos a ella de otra perspectiva, podemos considerar la eficiencia como el logro de unos objetivos con el máximo de beneficios y el mínimo de perjuicios.

En lo que se refiere a la marcha nórdica, podemos partir de la base de que sus objetivos son la mejora/mantenimiento de la salud y del desplazamiento mediante la realización de un ejercicio completo, equilibrado y progresivo, basado en caminar de forma natural utilizando dos bastones con una técnica adecuada. Para ello, nuestro deporte ha de practicarse con…

  • máxima amplitud de movimientos, que nos permitan involucrar el mayor número posible de músculos y articulaciones,

    • máximo trabajo activo del pie, con una carga progresiva desde el talón hasta el dedo gordo, con unas zapatillas con buena amortiguación en el talón y mucha flexibilidad que nos permita movilizar las 23 articulaciones de cada pie,

    • máxima firmeza en la sujeción del bastón, aumentando progresivamente desde la fase de recobro hasta el momento de “clavar” y comenzar la tracción, que nos permita trabajar las 23 articulaciones de cada mano,

    • máxima extensión de los brazos durante toda su oscilación, que nos ayude a trabajar los grandes grupos musculares que sujetan y movilizan la columna y, especialmente,

    • máxima amplitud de la oscilación de los brazos, desde los hombros, viéndonos los codos por delante del torso a cada paso, hasta perder de vista la mano que empuja sobre la dragonera por detrás de la cadera,

    • máxima contra-rotación entre hombros y caderas, para movilizar y oxigenar las 64 articulaciones de la columna vertebral, principal sostén de nuestro organismo, de la que sólo nos acordamos cuando nos duele,

  • máxima coordinación entre el tren superior y el inferior, que redundará en un desplazamiento fluido, cayendo la punta del bastón al suelo al mismo tiempo que el talón del pie contrario y manteniéndose allí hasta que dicho pie lo abandona,

  • mínimas repercusiones negativas de nuestra práctica deportiva,

    • mínimo cansancio, debido a la coordinación y fluidez lograda en el desplazamiento,

    • mínimas molestias, que detectaremos de forma temprana, estando atentos a ellas, en la seguridad de que podremos identificar y corregir la causa (exceso de intensidad, exceso de carga, material -bastones o zapatillas- no adecuado, etc) antes de que degeneren en dolores o lesiones,

  • mínimo estrés, huyendo de competiciones y trabajos en grupo que nos dificultan atender convenientemente a nuestra práctica deportiva,

  • máximo disfrute de nuestra sesión, eligiendo buenos recorridos, agradables, sombreados y a horas que afloje este maldito calor (yo estoy saliendo a las 7 de la mañana y me estoy planteando salir a las 6, aunque sea con frontal), … y con buena música que me ayude a mantener y variar ritmos,

  • máxima preocupación por mantener la postura, erguida, durante toda la práctica deportiva.

    Y máximo posible de salidas de los bastones del paragüero … a pesar del calor.

viernes, 21 de julio de 2023

La eficiencia en la marcha nórdica.

 

El éxito de la espectacular expansión inicial de la marcha nórdica, cuando con el inicio del siglo consiguió pasar en Alemania de cero a cinco millones de practicantes habituales en tan sólo un lustro se debió, sin duda, a su potencial como deporte completo y saludable, basado en un ejercicio tan simple y difundido como el caminar, muy recomendado como actividad física, sobre todo para la población cada vez más envejecida de nuestro entorno.

Cuando, hace un siglo o más, los esquiadores nórdicos empezaron a utilizar sus bastones para caminar, en los meses en que se quedaban sin nieve, adaptaron su técnica alternativa para minimizar los efectos de la falta de deslizamiento, unos (los competidores) buscando mantener la mayor velocidad posible, y otros (los saludables) en pos de mantener la amplitud de movimientos que tenían en la nieve.

En los últimos tiempos, parece que todas las elucubraciones técnicas sobre marcha nórdica en las redes sociales de nuestro país van encaminadas a buscar la técnica más propicia para conseguir una mayor velocidad, pensando tan sólo en la dimensión competitiva de este deporte, olvidando que lo que realmente lo hace único es su carácter de deporte completo, equilibrado y saludable (el que más) entre toda la panoplia de disciplinas deportivas actuales.

Sin duda, la mejor técnica para andar rápido con bastones, la que nos va a permitir alcanzar mayores velocidades, es la que consiste, precisamente, en no utilizar los bastones. Nunca conseguirá un nordimarchador igualar las marcas de los marchadores atléticos porque, simplemente, los bastones son un handicap para andar rápido. Si el marchador se somete a una carrera de velocidad en la que tiene que utilizar unos bastones, tratará, por todos los medios, de hacer lo justo para que los jueces crean que los está usando, y éstos, a simple vista, y con el actual reglamento de competiciones de marcha nórdica, es muy difícil, por no decir imposible, que puedan detectar el engaño y penalizarlo. Así, aunque el reglamento preconiza el uso activo de los bastones, los jueces permiten sin sanción (no lo recoge el reglamento) el denominado “serrucho” con el que los competidores imitan el gesto de los marchadores atléticos, evidentemente, simulando el “obligatorio” uso activo de los bastones.


Recurriendo una vez más a mi definición de marcha nórdica, “andar de forma natural y dedicada, utilizando dos bastones con una técnica que nos permita obtener los mayores beneficios de su uso, tanto desde el punto de vista físico-saludable, como desde el punto de vista de la eficiencia en el desplazamiento”, ampliamente tratada, entre otras, en mi reciente entrada de este blog
LA ARMONÍA EN LA MARCHA NÓRDICA (16 de junio), hoy me voy a centrar en los referente a la eficiencia, definida en su acepción 2 de nuestro Diccionario, como "Capacidad de lograr los resultados deseados con e mínimo posible de recursos".

Supongo que aquellos esquiadores nórdicos no competitivos que seguían utilizando sus bastones para andar sin nieve era eso lo que buscaban, poder seguir haciendo su ejercicio habitual, o simplemente, desplazarse de un punto a otro, con la mayor economía posible de recursos, es decir, con el menor esfuerzo.

Uno de los efectos más notables para los que comienzan a practicar la marcha nórdica es la sensación de que, habiendo realizado un ejercicio completo, moviendo la practica totalidad de músculos y articulaciones de nuestro cuerpo, tenemos la sensación de que estamos mucho menos cansado que andando sin bastones (o sin la técnica adecuada). Esto es normal, puesto que estamos aprovechando la cualidad de ejercicio equilibrado y completo (el que más) de este deporte. Y ahí reside precisamente la eficiencia en el desplazamiento, consiguiendo ir de un lugar a otro con la mayor economía posible, repartiendo el esfuerzo coordinadamente entre los cuatro miembros motores, y realizando, además, un ejercicio de contra-rotación entre la cintura pélvica y la escapular que procura a todos los músculos y articulaciones de nuestra columna vertebral el mejor ejercicio posible, aportándole tono y capacidad de sujeción a aquellos, y movilidad a estas.

Cuando en lugar de un desplazamiento eficiente, con movimientos amplios, buscamos en la marcha nórdica velocidad, necesariamente limitamos la amplitud de dichos movimientos y, por tanto, los beneficios físicos y de salud que podemos obtener de nuestro ejercicio, incluidos los de la contra-rotación, que tan necesaria es para el buen mantenimiento de nuestra columna vertebral, tan difícil de trabajar, soporte principal de nuestro cuerpo y nuestra postura que, con el paso de los años y la falta de movimiento, se convierte en fuente de problemas y dolores que un buen ejercicio, tal como la marcha nórdica, puede paliar o prevenir.

Y cuando a ese ejercicio eficiente y sano, le añadimos el goce de practicarlo sin las tensiones de la competición, disfrutando del entorno y de una buena música que nos ayude a mantener y variar el ritmo, perfeccionando esa técnica que es la base de todas sus bondades, conseguimos la mejor practica deportiva habitual posible. De manera que, saca tus bastones del paragüero y ¡al ejercicio!



miércoles, 28 de junio de 2023

MARCHA NÓRDICA: UN DEPORTE MAL ENTENDIDO

 La mayoría de los que escriben, lo hacen para compartir un pensamiento, una idea, una historia. Pero, sobre todo, yo creo que lo hacen como respuesta a una imperiosa necesidad de sentarse delante del teclado y permitir que fluyan, negro sobre blanco, esos pensamientos, ideas o historias, aún a sabiendas (sospecha, cuanto menos) de que es muy probable que no haya nadie en el otro lado con el tiempo y la disposición de ánimo necesarios para leer, comprender o compartir lo escrito.

Escribir, para mí, es una forma de revivir el pasado, de reordenarlo, a veces, como si la vida nos diera una segunda oportunidad de corregir errores, o de abundar en ellos … quién sabe. En todo caso, es una de esas raras ocasiones en las que tomamos tiempo para nosotros mismos, fuera del quehacer continuo de cada día, y nos damos la oportunidad de sincerarnos con el yo que siempre nos acompaña.

Conócete a ti mismo, decía el sabio, ¡como si fuera tan fácil! Pero, al menos, sí que deberíamos dedicar más tiempo a estos momento de escape de la bendita rutina que nos mantiene vivos, para ese revivir o reordenar que nos supone el sentarnos frente a una página en blanco, y dejar que acudan a ella las cosas, importantes o no que, al fin y al cabo, todas ellas traman la urdimbre del vivir.

Dice Ujue, mi mujer, sabia como todas las mujeres, que si quiero que lean lo que escribo, tengo que ser escueto, que la gente cuando ve más de cuatro renglones, “se tira de la moto”. Bueno, pues hoy, mira tú por dónde, a lo mejor es que me da igual que me lean o no. Hoy, lo que me pide el cuerpo es explayarme. Así que, pidiendo perdón al posible lector despistado al que, a lo mejor, hoy lo que le pide el cuerpo es leer, aunque sea a un pobre cansino como yo, me pongo a ello.

Y ello, como no puede ser de otra forma por el sitio en el que escribo, es mi historia con la marcha nórdica, o mejor dicho, con el “andar con bastones”, como muy correctamente llamaron a este asunto aquellos finlandeses que hace un siglo empezaron a utilizar sus bastones de esquí para moverse sin nieve.

Yo los descubrí, hace ya diecisiete años, cuando preparando mi travesía pirenaica del GR11 comprendí que mis piernas no iban a dar de sí para completar aquellos 840 kilómetros, con sus 40.000 metros de desnivel acumulado de subida, y algunos más de bajada … ¿a que no sabíais que el Mediterráneo está más bajo que el Cantábrico? … Bueno, pues ahí, buscando apoyos para mis piernas, se me ocurrió empezar a utilizar dos bastones. Y enseguida descubrí que además de apoyo, me proporcionaban equilibrio, impulso en las subidas y capacidad de retención en las bajadas, aliviando mis castigadas piernas, al tiempo que me permitían ejercitar el resto de mi cuerpo..

Nada sabía yo por aquél entonces de las técnicas alternativa o simultánea de la marcha nórdica. Ni a duras penas había oído hablar de este deporte. Sin embargo, la técnica que desarrollé en aquellos meses, experimentando con mis bastones, fue perfecta, fruto de la conexión racional de su uso con la naturalidad (biomecánica, dicen) del andar, tal como pude comprobar años más tarde en mis cursos de instructor. Aquí tengo que hacer un inciso para denunciar, otra vez, a tantos vendedores de humo que proliferan por este deporte, defendiendo “su” técnica como la única auténtica, cuando todas son la misma. ¡Cuidado con estos personajes!

En aquellos cursos recuerdo que me llamó enormemente la atención que me dijeran que la marcha nórdica era un deporte no competitivo. Pensaba yo entonces que, aunque ciertamente complicado de arbitrar si se quería preservar la esencia de este deporte, con un buen reglamento y buenos árbitros, utilizando los medios técnicos accesibles en el mercado actual, no tenía por qué negar a los practicantes la posibilidad de competir, privando, además, a esta modalidad deportiva del efecto llamada que la competición tiene sobre la gente joven y menuda, rebajando así la media de edad de los practicantes habituales.

En esta idea, me uní al “selecto” (supongo que por lo exiguo) grupo de nordimarchadores que íbamos mendigando por toda la geografía española que nos dejasen participar con nuestros bastones en carreras populares y medias maratones. De ahí, fuimos organizando nuestras propias competiciones, falseadas por la falta de árbitros preparados y los reglamentos improvisados, de las que yo mismo monté dos en Aranjuez y una en Cartagena.

Recuerdo que todos los del grupo teníamos claro que la marcha nórdica competitiva debería estar dentro de la federación de atletismo, tal como ya pasaba en otros países. Yo mismo intenté un acercamiento a la federación murciana de atletismo, sin éxito, evidentemente, probablemente por la mencionada dificultad técnica de su arbitraje (ellos ya tienen la experiencia de la marcha atética, y la nórdica es bastante más complicada) o por la escasez de “negocio” que se adivinaba en los comienzos de nuestras competiciones y que el paso de los años ha venido a confirmar.

Finalmente, la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), a remolque de algunas federaciones regionales que la precedieron (Balear, Murciana, Andaluza), terminó por reconocer la marcha nórdica como una de sus actividades deportivas, aunque ninguna a comprendido la idiosincrasia de este deporte ni las exigencias de su práctica en un terreno tan especial como es la montaña.

Por aquella época yo, formando parte del comité de marcha nórdica que inició la andadura en estas lides de la Federación de Montañismo de la Región de Murcia (FMRM), escribía en su página web:La técnica de la MN es una herramienta de gran utilidad para el practicante de senderismo, montañismo y carreras de montaña. Sin embargo, el valor principal de la MN reside en su potencialidad como deporte específico, completo, saludable, apto para todos, económico y practicable en cualquier entorno y condición”. Fue un vano intento de que se comprendiera que este deporte es especial, sin mucho que ver con la mayoría de los existentes, siendo la salud, trabajada a través de una cuidada técnica, el activo que lo hace especial. Las tremendas divergencias con mis compañeros de comité sobre este asunto me llevaron a dejarlo poco tiempo después.

Y empezaron a hacerse “reglamentos”. Incluso yo hice el primero de la FMRM que, lejos del de Baleares y de la traducción que del mismo hizo Andalucía, mostraba una inusitada preocupación por el medio – la montaña – como escenario de competiciones. El astuto lector, que todavía sigue ahí a pesar de todo, habrá observado el entrecomillado de “reglamentos”. Y es que cualquier parecido con un reglamento, era pura coincidencia. Ni la definición de los espacios de competición, ni las reglas para preservar la técnica, estuvieron medianamente definidos como herramienta de utilidad para la difícil labor arbitral. Y lo que es peor, después de todos estos años, a pesar de algunos avances, siguen sin estarlo en lo esencial, por lo que la competición sigue siendo un lugar común de despropósitos técnicos, en el que árbitros poco preparados y lanzados a la arena sin una herramienta válida, hacen un paripé que sólo contenta quienes por nombre, parentesco o intereses de cualquier otro tipo, acaban haciendo un más que discutible podio.

Quizá por todos estos defectos, el efecto llamada sobre los más jóvenes sigue sin producirse.


Sólo hay que examinar las edades de los que acuden a las competiciones oficiales, dónde más del 90% son veteranos de las diversas categorías. Por mucho que se intenta maquillar esta realidad con “pachangas” disfrazadas de “promos” o “competiciones escolares”, lo cierto es que a las competiciones oficiales, con árbitros y tarjetas, llegan muy pocos jóvenes.

Y es que nos cuesta reconocer que lo que realmente hace único este deporte es su contribución a la salud de sus practicantes habituales, fruto de una buena técnica en dicha práctica. Y ambas cosas, la salud y la técnica, no tienen nada que ver con la velocidad, que es lo que se premia en las competiciones, y es preocupación lógica de quienes, con la edad, comienzan a sufrir dolencias y enfermedades. El otro día repasaba algunos de los primeros reglamentos regionales de competición en los que se hacía hincapié en que la técnica no se podía mantener por debajo de 6,5 o 7 minutos por kilómetro. Esto, como aquello de que la marcha nórdica es un deporte no competitivo, ha ido desapareciendo completamente de escritos oficiales y “oficiosos”. Simplemente, no se considera “políticamente correcto” recordar lo que los primeros “gurús” daban por sentado.

Entonces, ¿es que debemos aceptar que la marcha nórdica no es un deporte? Aquí es dónde debemos recurrir a los que saben más que nosotros a la hora de definir qué es deporte.

A menudo utilizamos exclusivamente la primera acepción de la voz “deporte” en el diccionario de la Real Academia: Actividad física ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas. Y solemos olvidar la segunda, que yo creo mucho más aplicable a nuestro deporte: Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.

Yo os invito a que practiquéis la marcha nórdica más como placer, diversión y ejercicio físico, que como una competición. Seguro que de esa forma preservamos mejor su esencia como fuente de salud, basada en una correcta ejecución técnica. Deportes hay muchos, pero que sean mas saludables que el nuestro, ninguno … siempre que no hagamos tonterías y olvidemos la importancia de la técnica.

viernes, 16 de junio de 2023

LA ARMONÍA EN LA MARCHA NÓRDICA

Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: Armonía.- 3. f. Proporción y correspondencia de unas cosas con otras en el conjunto que componen


Desde que empecé con esto de la marcha nórdica, hallá por el 2006, he ido buscando y perfeccionando (espero) una definición de marcha nórdica que, de momento, reza lo siguiente:
La marcha nórdica consiste en andar de forma natural y dedicada, con la ayuda de dos bastones utilizados con una técnica que nos permita obtener los máximos beneficios de su uso.

Nota del Autor: En puridad debería referirme a la “andadura” nórdica, ya que el concepto “marcha” se aparta de lo que entendemos por andar, pero para no complicar esta entrada, referiré al lector interesado por este tema a otra de mi blog, del año 2018, en la que trato la desambiguación de la terminología frecuentemente utilizada en este deporte http://nordicartagena.blogspot.com/2019/11/ejercicio-nordico-nordic-fitness.html

En la marcha nórdica no hacemos nada que no forme parte de la biomecánica natural de la andadura del ser humano, eso sí, cuando dicho ser humano sale a practicar el noble deporte de andar, sin otras finalidades y distracciones, tales como ver el paisaje, escaparates, charlar con los colegas, whatsappear, competir, etc.

Ahora, lo que hace único este deporte (junto con el esquí de fondo, del que procede) es la utilización de dos bastones con una técnica que nos permita aprovecharlos al máximo para obtener los mayores beneficios personales, tanto desde el punto de vista físico/saludable, como desde el punto de vista de la eficiencia en el desplazamiento.

En el plano de la salud, la marcha nórdica (nordic walking) es el más sano ejercicio con deplazamiento que se conoce. En él, los bastones, utilizados con la técnica adecuada, no sólo minimizan lesiones y repercusiones negativas de la marcha sobre columna y articulaciones inferiores, sino que, además, movilizan todo el cuerpo, haciendo de este ejercicio, junto al esquí de fondo, el más completo y equilibrado de todos, trabajando la práctica totalidad de nuestros músculos y articulaciones. La marcha nórdica proporciona salud: corrige la postura y ayuda a prevenir/aliviar problemas de columna y articulares en general, mejora la circulación, la oxigenación y la producción de endorfinas (el analgésico natural que genera nuestro organismo), quema grasas, aumenta la resistencia y la autoestima … muy económico, apto para toda edad y condición física, desde niños y personas mayores y/o con movilidad reducida hasta deportistas de élite, y se puede practicar con diferentes ritmos e intensidades, en cualquier lugar y momento. Si te interesa tu salud, sin duda este es tu deporte.

En lo que se refiere a la eficiencia en el desplazamiento, tanto en terreno llano como en pendientes de subida y bajada, de cualquier gradiente, la correcta utilización de dos bastones aumentan la adherencia del ser humano al terreno, permitiéndole mejorar tanto la impulsión como la retención, junto con el equlibrio y la seguridad en la deambulación que le procura el contar con cuatro puntos de apoyo, en lugar de los dos habituales.

Pero, independientemente de todas estas ventajas y bondades, seguramente bien conocidas y apreciadas por todos los que lestán leyendo esto, hoy quiero resaltar una cualidad de la que creo que poco se ha hablado: la marcha nórdica es un deporte de gran armonía.

La sincronización, movimiento coordinado y equilibrado del tren superior y el inferior es a la vez condición y resultado de una técnica correctamente aplicada. Durante su práctica habitual, el nordimarchador disfruta de la elegante armonía de un movimiento que, si además, se produce ayudado por un ritmo musical adecuado, fluye como la melodía de una orquiesta bien avenida y dirigida.

No es fácil explicar esto a quién no lo haya experimentado, pero quiero suponer que la mayoría de los que practican la marcha nórdica pura, lejos de quedadas y competiciones perturbadoras, saben de qué estoy hablando, y la felicidad añadida que comporta el alcanzar esta especie de “nirvana” … aparte de todos los demás beneficios bien conocidos de este extraordinario deporte.

Esto me vuelve a llevar a lo adecuado de este deporte para niños y adolescentes, cuando lo que buscamos es el desarrollo integral y armónico de ese cuerpo en formación, sin olvidar su aspecto psicosomático, la autoestima y el desarrollo de la personalidad. Pero, desgraciadamente, yo no he conseguido interesar a estos grupos de edad en la marcha nórdica “pura”, más allá de esa falsificación a la que les lleva la competición. Tan sólo en la práctica en el seno de la familia, y hasta una determinada edad, he visto algún resultado limitado. Dejo esta inquietud para gentes más capaces que yo, padres y formadores. Os animo a intentarlo. El objetivo merece la pena.

domingo, 4 de junio de 2023

NUEVO CURSO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA

 ¡ÚLTIMO CURSO HASTA DESPUÉS DEL VERANO!

El domingo, 18 de junio, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 6º de este año, 98º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/@37.620062,-0.9925477,15.5z. Tras esta sesión, mejorarás sensiblemente tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 17 de junio.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,



José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).