La marcha nórdica mejora la postura, la forma de andar, la movilidad articular y la musculación de todo el cuerpo, con un foco especial en la columna vertebral, algo cada vez más difícil e ingrato de trabajar, y fuente principal de problemas y dolores con el paso de los años. Mejora el riego circulatorio y, con él, la oxigenación de todo nuestro organismo, cerebro incluido. Quema grasas, mejora la resistencia, y la producción de calcio y endorfinas, combatiendo la descalcificación y el dolor en general, aumentando así la sensación de bienestar y la autoestima.
Es un deporte que se puede practicar en cualquier momento y lugar. Es apto tanto para atletas de élite, como entrenamiento cruzado, como para personas con movilidad reducida, por su gran adaptabilidad. Ideal para niños, que necesitan una formación integral de un cuerpo en desarrollo, y para personas mayores, que ven su movilidad reducida por la pérdida de reflejos y equilibrio.
La marcha nórdica está al alcance de todos, tanto por la poca inversión económica que requiere su práctica como por la sencillez de las habilidades requeridas para la misma, al basarse su técnica en los movimientos naturales que normalmente realizamos al andar. Tras un sencillo curso de iniciación de unas pocas horas, la mayoría estará en condiciones de empezar a practicarla y notar sus efectos. Sin embargo, las bondades de este deporte se intensifican geométricamente si el practicante se preocupa por observar y mejorar la técnica utilizada.
A continuación he recopilado, en forma de decálogos para facilitar su asimilación y retención, tres conjuntos de puntos clave, auto-comprobaciones y consejos que pueden ayudar al nordimarchador preocupado por obtener los máximos beneficios de su práctica habitual.
DECÁLOGO DE PUNTOS CLAVE PARA UNA BUENA TÉCNICA
Postura siempre erguida
Anda de forma natural, moviendo brazos y piernas
Amplitud de movimientos (evita trabas: mochilas, bolsos, anoraks)
Oscila brazos desde los hombros, no por los codos
Coordina cada brazo con pierna contraria
Empuja el suelo hacia atrás con bastones y piernas
Agarra fuerte la empuñadura para recuperar y clavar el bastón
Clava el bastón por detrás del pie adelantado (por delante en bajadas fuertes)
Afloja el agarre de la empuñadura y empuja sobre el fiador por detrás de la cadera
Siente el suelo desde el talón hasta el dedo gordo.
DECÁLOGO DE AUTO-COMPROBACIONES A CADA PASO
¿Vas bien erguido?
¿Ves un codo delante del cuerpo?
¿Dejas de ver una mano por detrás de la cadera?
¿Observas la contra-rotación de hombros y caderas?
¿Notas el impulso de cada uno de tus cuatro miembros?
¿Ves tu talón cuando éste impacta?
¿Clavas el bastón por detrás del talón?
¿Impactan talón y bastón sincronizados?
¿Extiendes completamente pierna y pie al completar el impulso?
¿Están alineados brazo y bastón al completar el impulso?
DECÁLOGO DE CONSEJOS PRÁCTICOS
Desarrolla rutinas de calentamiento, práctica y estiramiento
Practica con frecuencia
No compitas ni cometas excesos
Relaja hombros y caderas
Cuida la técnica
Atiende al entorno
Escucha las señales de tu cuerpo (cansancio, dolor)
Corrige molestias sobre la marcha para evitar el dolor
No te hagas daño nunca
Disfruta.
Espero que todo esto te sea tan útil como me lo es a mí. Entonces habrá merecido la pena el esfuerzo.
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