Aranjuez ha sido para mí mucho
más que otra competición de marcha nórdica.
En una entrada anterior de este blog ya hablé de cómo se gestó y preparó
este evento, compuesto por dos actividades paralelas: “Aranjuez en Marcha”, un
curso de iniciación a la marcha nórdica en el que participaron 90 alumnos y
media docena de instructores, y la “II Competición 15 km Marcha Nórdica
Aranjuez-Sotos Históricos”, con 90 competidores inscritos , 8 jueces y 3
filmadores.
El curso de iniciación,
completado el día 12, fue todo un éxito.
Entre el Palacio Real y la segunda estación de FFCC más antigua de
España, en una mañana preciosa, a lo largo de cuatro intensas horas,
conseguimos meterle el gusanillo de la marcha nórdica a los 70 asistentes, no
sólo de la localidad, sino también llegados de otros puntos de Madrid y de
otras provincias. ¡Incluso tuvimos un
kazajo y dos indios! Creo que alcanzamos
sobradamente el objetivo que me propongo en todos mis cursos de iniciación: que
todos los alumnos consigan una técnica básica de marcha nórdica que les permita
disfrutar de sus bastones y los conocimientos teórico-prácticos necesarios para
que puedan mejorar su técnica de forma autónoma. Nada de esto habría sido posible sin la
inestimable y generosa colaboración de mis apreciados y eficientes
nordinstructores madrileños: Regina, Bea, Ruth, Javier y Fernando, y el
incondicional apoyo de mi club, el Centro Excursionista de Cartagena, y de la Federación de
Montañismo de la Región
de Murcia, que aportaron los bastones necesarios.
A pesar de mis consejos en contra
(pienso que no hay que tener prisa para empezar a competir, siendo preferible
desarrollar antes una buena técnica), algunos de los 20 asistentes a la primera
parte de este curso, tan sólo dos semanas antes, e incluso de los que lo
hicieron el mismo día 12, participaron en la competición del día 13 y, para mi
asombro, tengo que decir que su técnica no dejaba nada que desear, en la
inmensa mayoría de los casos. Creo que
la iniciativa fue acertada y animo a organizadores de competiciones para que,
aprovechando el tirón publicitario de las mismas, organicen “macro” cursos de
iniciación de este tipo, con la finalidad de fomentar la práctica de la marcha
nórdica entre la población de las localidades en las que se desarrollan estas
pruebas. De todas formas, el año que
viene tendremos una idea más aproximada de lo que este “invento” ha dado de sí,
cuando comprobemos in situ cómo ha evolucionado la práctica de la marcha
nórdica local. Volveremos sobre el tema.
Del curso, sin solución de
continuidad, pasamos a una comida en la que nos reunimos más de 30
nordicomensales (al día siguiente, seríamos más de 40). Esta tarea no habría sido posible sin el
apoyo incondicional de Regina, que no sólo es una campeona en el terreno
competitivo, sino también en el de nordicurrante, nordigenerosa y, sobre todo, buena
amiga. Creo que el capítulo “comidas” se
saldó satisfactoriamente. El Quid es un
restaurante céntrico, con precio ajustado y calidad asegurada, muy estimado por
la población local.
Tras comprobar el recorrido,
coordinar los últimos detalles con la organización de la Media Maratón de Aranjuez
(gracias a Casi, Emilio y, sobre todo, a Nacho, por creer en este deporte y
ofrecernos esta oportunidad), ducha, cena con los nordimarchadores y familiares
que nos quisieron acompañar, y sueño reparador, con la sensación de que todo
estaba preparado y no tenía por qué salir mal.
¡Por fin el gran día, tras tres
meses de continuo trabajo! Tempranito a
la gratificante actividad de la línea de meta y salida, que ya era un hervidero
de gente de la organización de la media, al que nos unimos los 8 jueces de la
nordicompetición. Preparación de la zona
de reunión, últimos detalles de coordinación interna y con la organización
general. Mi agradecimiento también para
este grupo de incondicionales (Marcelino, el único con experiencia en
competiciones, una colaboración inestimable, y los 3 José Luises, Mercedes,
Juan y Rafa, osados y generosos, con los que yo, la prueba y todos los
participantes tenemos una gran deuda).
A las 10:30 ya estaban casi todos
los participantes en la zona de reunión, próxima a la salida, dónde dedicamos
unos minutos a un rápido recordatorio de las normas principales del reglamento
y de los aspectos que los jueces íbamos a observar para asegurar el
cumplimiento de las mismas. No sé
exactamente hasta qué punto fue esto, y el llamamiento final a la deportividad
y obervancia de los participantes, eficaz para el buen desarrollo de la prueba. Ellos son los que deben juzgarlo. Personalmente, creo que todo ello tuvo parte
en que, al menos la salida y los primeros kilómetros, fuesen contenidos y con
un nordic más que aceptable por parte de los que optaban a podium. Puntos a mejorar: cerrar la zona de reunión, controlando a la
entrada dorsales, ropa adecuada y
bastones.,
así como asegurar una adecuada megafonía.
En la misma zona de reunión,
mientras los jueces marchaban a ocupar sus posiciones iniciales de control,
fuimos colocando a los nordimarchadores por tiempos estimados de progresión
durante la prueba, con el objetivo de asegurar una salida sin atropellos ni
carrerillas para asegurar una posición en el grupo de cabeza. Creo que esto, unido al uso obligatorio de
pads de asfalto durante el primer kilómetro, también fue un acierto a repetir
en próximas oportunidades.
Como ya he mencionado, de todos
los jueces de la competición, sólo Marcelino y yo teníamos cierta experiencia
en competiciones (ninguna en enjuiciamiento técnico). De contar con más jueces, o en competiciones
en circuito (no en línea, como esta) es aconsejable un férreo control entre el
primer y el segundo kilómetro, cuando ya los competidores han tenido tiempo de
romper el grupo inicial y puede observarse la técnica individual y, sobre todo,
hacer cumplir la normativa de seguridad en términos de separación mínima entre
nordimarchadores. La única queja de la
organización de la Media Maratón
fue debida a la circulación en paralelo de algunos nordimarchadores, que pudo
dificultar en algún punto el paso de los corredores. Aspecto a evitar, especialmente, es la
circulación por ”parejas de amiguetes”, algo perfectamente normal y bueno para
caminatas y quedadas, pero totalmente inadmisible en una competición. No me volverá a pasar.
Durante la competición, pude
observar, con satisfacción, la buena técnica de la mayoría. Mi “deformación” de instructor me llevó a dar
abundante consejo sobre pequeños defectos, que no consideré merecedores de
amonestación. Espero que los participantes
no se molestasen por ello. Naturalmente,
entre 90 participantes, hubo hasta 5 con una técnica (por llamarla de alguna
manera) deficiente que, evidentemente, jamás asistieron a un curso de
iniciación a la marcha nórdica. La
certeza de que no iban a hacer podium, ni estorbar a los demás competidores, me
llevó a ser benévolo con ellos y no amonestarles con tarjetas (sí
verbalmente). Esto también debe empezar
a corregirse si queremos seguir mejorando la calidad de nuestras competiciones.
El grupo de whatsapp incluyendo a
todos los jueces, con un encargado de la lectura y coordinación del grupo, y de
la contabilización de las amonestaciones, integrado en el equipo del juez
árbitro principal, se reveló como una práctica eficaz para el control de la
competición que, en un recorrido en circuito, puede incluir al encargado de la
pizarra de amonestaciones, en la proximidad de la meta, a la vista de todos los
participantes.
El desplazamiento del equipo del
juez árbitro principal por comunicaciones interiores del recorrido permitió
nuestra presencia en varios puntos distintos del mismo, lo que, unido a la
marcha de Marcelino en bicicleta con el grupo de cabeza, proporcionó una cierta
sensación de arbitraje continuo que, a todas luces, fue insuficiente para una
prueba de este tipo, con un recorrido en línea. Naturalmente, la labor del resto de los
jueces, sin experiencia previa en enjuiciamiento técnico, fue mayormente “disuasoria”,
aunque tenían la formación necesaria y las instrucciones precisas para cortar
cualquier violación exagerada de la normativa, algo que, gracias a Dios, no
sucedió. En el futuro deberemos, y espero
que podremos, contar con un mayor número de jueces más experimentados, pero de
momento, es lo que pude conseguir.
Dos estilos bien diferenciados
entre los nordimarchadores: los que andan y los que marchan. Para mí, ambos igualmente correctos, (a pesar
de lo criticado que es el segundo por parte de los que practican el primero)
siempre que respeten la regla básica de la técnica diagonal de mantener en todo
momento al menos un pie y un bastón en contacto con el suelo, y la fundamental
del uso activo de los bastones. Fácil de
decir, pero sumamente difícil de observar a simple vista, y menos por jueces
tan poco “fogueados” como los que allí estuvimos.
Aplicamos la cordura. Es preferible dejar a un transgresor sin
castigo, que castigar injustamente por una apariencia mal interpretada. El tiempo, con la mayor pericia y experiencia
de los jueces, dará sin duda un más justo enjuiciamiento técnico de los
competidores de marcha nórdica. Con
todo, sigo convencido de que deberíamos procurar un sistema más fiable que la
“apreciación a simple vista” para dotar a nuestras competiciones de un mejor
arbitraje. Los medios técnicos
existen. Falta por probar y desarrollar
el mecanismo adecuado para su acertada utilización.
Tuvimos tres filmadoras que
grabaron vídeos de los nordimarchadores en distintos puntos del recorrido (mi sincero
agradecimiento por su abnegada dedicación y buen trabajo). Ya he comenzado a
estudiar estos vídeos, con la finalidad de evaluar la certeza del juicio
técnico emitido durante la prueba y corregirlo, si fuese necesario, en futuras
ocasiones. Estos videos tienen para mí,
además, un altísimo potencial didáctico, para futuros cursos de técnica de
competición y formación de árbitros.
Finalmente, el visionado de estos videos es la mejor herramienta para que
los propios filmados puedan observar su técnica y mejorarla. Aconsejo a todos los organizadores de
competiciones de marcha nórdica que presten una atención capital a este aspecto
que tantos beneficios puede reportar a docentes, árbitros y competidores.
De los primeros visionados de
estas grabaciones, destaca una violación recurrente por parte de una gran
mayoría de los participantes en lo que se refiere a
tener siempre un bastón en el suelo. La no coincidencia de la toma de contacto con
el suelo del bastón y el pie contrario, así como el clavar el bastón demasiado
cerca del pié atrasado, o a la altura del pie adelantado, parecen ser la causa
inmediata de estas violaciones, imposibles de detectar a simple vista en estos
niveles. También la toma de contacto del
bastón con el suelo mientras el nordimarchador tiene
abierta la mano de ese
bastón
es un fallo observado con frecuencia. El
excesivo celo de los instructores en la necesidad de abrir y cerrar la mano en
cada paso creo que es la causa de este error. Mi consejo es que insistamos más en “apretar
para clavar”. A continuación, la mano “se
afloja sola” lo necesario para que el nordimarchador pueda pasar de la cadera,
si su técnica se lo permite.
La cantidad de premios (3+3 para
la general, 3+3 para seniors, 1+1 para los mayores y 1+1 para los más jóvenes)
parece adecuado para el número de participantes en esta edición. Animo a los organizadores de competiciones a
que se siga premiando a los más jóvenes para fomentar su participación. De ellos es el futuro de este deporte.
En fin, en general, pienso que el
trabajo realizado mereció la pena. Hay
mucho que mejorar, pero creo que estamos en el camino y que proporcionamos a
los nordicompetidores una buena oportunidad para disfrutar de su afición. Ahora toca empezar a trabajar para que la
próxima ocasión sea mejor, y que el número de competidores, y la calidad de los
mismos, siga creciendo.
Gracias a Urban Walking y a Fizan
por su apoyo a la prueba. Gracias a
todos los que habéis colaborado en la organización y a todos los que habéis
competido. Gracias por vuestra
comprensión y comportamiento. La marcha
nórdica es una bendición para todo el que la practica, y la competición es una
divertida forma de promocionarla y de aplacar esas irrefrenables ansias de
superación que, a veces por suerte y otras por desgracia, caracterizan a la
especie humana. Compitamos siempre en
buena lid, pero por encima de todo, sigamos disfrutando al máximo de nuestros
bastones.
Agarrar
fuerte para clavar es necesario para disminuir vibraciones, rebotes, cruces de
bastón y caídas, aparte del plus de impulso inicial que añade este gesto. Mucha gente marcha con los bastones separados
del cuerpo por miedo a volver a tropezar con ellos, cuando la causa del
accidente no fue la proximidad de los bastones a la trayectoria de los pies,
sino la falta de firmeza en el agarre en el momento de colocarlos en el suelo.