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miércoles, 24 de febrero de 2016

Definición de marcha nórdica

Suelo comenzar mis cursos de iniciación preguntando a los alumnos qué piensan ellos que es la marcha nórdica. A lo largo de casi cuarenta cursos he oído de todo, pero tengo que decir que siempre hay una nueva definición que me asombra. Desde “quedar con una sueca para ir de copas el sábado por la noche”, hasta “esquí de fondo sin nieve”, pasando por la que tanto le gusta a nuestros vecinos de allende los Pirineos, “andar impulsándose con los cuatro miembros, con la ayuda de unos bastones”.

Hoy, mientras hacia mi fartlek nórdico musical de cada día, por aquellas cosas raras de la mente humana, y porque la marcha nórdica siempre me anda rondando por ahí arriba, me he entretenido un rato tratando de perfeccionar la que a mí más me gusta. Y esto es en lo que ha quedado:

“La marcha nórdica consiste en andar de forma completa y natural, con dos bastones utilizados con una técnica que produzca los máximos beneficios de salud y eficacia del movimiento.”

Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, que marchar, entre otras cosas, es “Dicho de la tropa: Ir o caminar con cierto orden y compás.” Asímismo, andar es “Dicho de un ser animado: Ir de un lugar a otro dando pasos”, mientras que paso es el “Movimiento regular con que camina un animal con patas, levantando sus extremidades una a una y sin dar lugar a salto o suspensión alguna.”

De todo esto, podríamos colegir que la marcha exige un cierto “aire marcial”, esto es, una postura grácil y un ritmo vivo, manteniendo siempre un pie en el suelo, ayudados por un braceo adecuado a la amplitud y viveza del paso. Esto es lo que quiero decir en mi definición con el “andar de forma completa y natural”, algo bastante alejado de lo que solemos hacer a diario, medio arrastrando los pies, encorvados, con las manos en los bolsillos.

Por eso, en mis cursos de iniciación a la marcha nórdica, pasamos más de media hora recapitulando sobre la postura erguida, la bipedestación perfecta, que tantos siglos le costó a nuestros antepasados perfeccionar, y el andar completo y natural, parándonos en cada una de las fases del paso (toma de contacto, carga, equilibrio, impulso), con un trabajo activo del pie, empezando por el talón, recorriendo todo el arco plantal, hasta salir por la punta del dedo gordo.

Pasando al apartado de beneficios de salud que cito en la definición, el pie, en ese movimiento activo, trabaja sus más de 30 articulaciones, al tiempo que produce una acción de “bombeo” que activa la articulación de retorno de las extremidades inferiores.

Y todo ello, apoyado por un braceo amplio, generoso, desde el hombro (es curioso observar cuánta gente bracea sólo desde el codo, sobre todo mujeres ¿culpa de los bolsos colgados que inmovilizan los brazos?), la ingeniosa solución inconsciente del cuerpo humano para compensar de forma natural las variaciones de dirección de la cintura pélvica con cada paso, utilizando los hombros y los brazos, ociosos durante la marcha, para, en contra rotación con las caderas, evitar una deambulación errática.

Los bastones, en la marcha nórdica, nos permiten, aparte de impulsarnos también con lo brazos, aportar una “carga” al trabajo de hombros y brazos, poniendo en movimiento y trabajando con cierta intensidad los grandes grupos musculares del torso, tan necesarios para el sostén correcto de la columna vertebral, mientras que la contra rotación citada en el párrafo anterior nos permite trabajar, oxigear y en definitiva aportar salud a las más de 60 articulaciones de dicha columna.

El movimiento amplio de los brazos, manteniendo el impulso sobre los bastones más allá de la cadera, nos obligará también a abrir y cerrar las manos en cada paso, ejercitando así las más de 30 articulaciones de cada mano, al tiempo que favorecemos, con esta acción, la circulación de retorno de nuestras extremidades superiores.

Finalmente, el impulso sobre los bastones, apoyando la acción del pie contrario, desde que entra en contacto con el suelo hasta que lo abandona, aporta un plus de apoyo, equilibrio e impulsión que, además de descargar las extremidades inferiores, supone unos evidentes beneficios de eficacia en el desplazamiento del nordimarchador.

Pero lo de menos es la definición y mis elucubraciones teóricas. Lo importante es que salgas a disfrutar de tus bastones y que experimentes en tu propio organismo todos estos beneficios.

¿A qué estás esperando?

1 comentario:

  1. Yo estoy esperando a que llegue el sábado y recibir el curso de iniciación. Pero si preguntas que es la marcha nórdica al comienzo del curso creo que me voy a saber la respuesta que te gusta más ;)

    Un saludo y hasta el sábado.

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