Una sesión de ritmo competición en buena compañía

Los que me conocéis más, sabéis que llevo un tiempo apuntándome a algunas competiciones (medias maratones, carreras populares, etc) de la región, en las que participo haciendo marcha nórdica.  El procedimiento que utilizo, y que os animo a copiar si esto os interesa, es el siguiente:  busco en la relación de pruebas de los meses próximos (existen muchos portales que las anuncian, tal como este que os pongo a continuación  https://cuatletas.es/events/corredores#onfoot=1&onbike=-1&onswim=-1&onskte=-1) la que me puede interesar y me inscribo poniendo en el apartado de observaciones "PARA PARTICIPAR HACIENDO MARCHA NÓRDICA, CON BASTONES.  SALDRÉ TRAS TODOS LOS CORREDORES, PARA NO MOLESTAR, Y COMPLETARÉ EL RECORRIDO DENTRO DEL TIEMPO PERMITIDO POR EL REGLAMENTO DE LA PRUEBA.  Naturalmente, antes de apuntarme, me aseguro de que puedo completar el recorrido en el tiempo permitido.

Cuando he pagado mi inscripción, imprimo una copia de la misma que siempre llevo a la carrera, por si alguien me recriminase la participación con bastones (hasta ahora nunca me ha pasado).  Salgo el último, a mi bola, disfruto como un enano, incluso adelanto a algún corredor, y sólo voy pendiente de hacer una buena técnica, de los kms y del tiempo.  No he encontrado más que apoyo y ánimos por parte de corredores y público que, cada vez más, saben o sospechan de qué va esto.

Algunas veces, los organizadores, más allá de permitirme participar, cosa que agradezco, me han contestado dándome ánimos y ofreciéndome la posibilidad de incluir en la prueba una específica de marcha nórdica.  Eso me pasó en Aranjuez, dónde acabamos organizando una competición de 15 km por sus sotos históricos, coincidiendo con la media maratón de este año, dónde nos dimos cita y tuvimos nuestros trofeos y clasificación separada una treintena de marchadores.

Sin llegar a esta situación ideal, algo parecido me ha pasado con la Vuelta al Santuario de la Esperanza de Calasparra, prueba que se celebra por primera vez el próximo 15 de noviembre (http://bladerunnerscalasparra.com/i-vuelta-al-santuario-14k-ruta-senderista/).  Los organizadores me mandaron el correo siguiente tras mi inscripción: "Hola, Jose Antonio. Hemos visto tu comentario en la inscripción que has hecho para participar en nuestra prueba.

Por supuesto que no hay ningún problema en que participes haciendo marcha nórdica, es más, vamos a intentar que algunos otros marchadores que conocemos te puedan acompañar.
Esperamos que disfrutes del recorrido que será precioso, a pesar de que hemos tenido que modificar un tramo por derrumbes.
Un saludo."

Naturalmente contesté agradeciendo su atención y ofreciéndome para ayudarles a incluir en sus competiciones pruebas de marcha nórdica, si alguna vez se deciden a intentarlo, y pasé mi correo de agradecimiento a un grupo de paisanos que ya han manifestado su interés por este tema de las competiciones de nordic.

Y ahora lo publico aquí, con esta entrada, por si alguien más está interesado y se anima.  En los enlaces de arriba tenéis toda la información y ya veis la buena disposición de los organizadores. 

Ánimo, pero si no queréis competir (a esto en realidad no le llamo yo competición, sino, simplemente, una sesión de ritmo competición en buena compañía), de todas formas, sacad los bastones del paragüero, porfa.

¿"Dragonera" o fiador?

A veces, en el idioma, se nos cuelan, como de rondón, de la mano de nuevas actividades o inventos, palabras extrañas que “españolizamos, sin saber que existen en nuestra rica lengua palabras ya inventadas y bien usadas con ese mismo significado.

El mundo de la marcha nórdica, con ser relativamente nuevo y venirnos de fuera, no es extraño a esta extendida práctica.  Así sucede con la palabra “dragonera” , que como veis, el diccionario de Word, valiente paladín que vela por nuestra lengua desde nuestros ordenadores, se ocupa con certera inmediatez en subrayar con esa ondulación roja que delata su falta de patente.

No sé si otros instructores de marcha nórdica, ajenos al mundo de la milicia, han sido capaces de explicar, como yo lo he hecho, el origen de este palabro, (palabra mal dicha o rara).  Sin embargo, toca hoy llamar a las cosas por su nombre y colaborar humildemente con nuestra RAE en aquello de limpiar, pulir y dar esplendor a nuestra lengua.

Con antecedentes en los “dimacos” macedonios de la antigüedad clásica, a partir del siglo XVI comienza a desarrollarse en Francia un tipo de Caballería que a veces echa pie a tierra para combatir, especialmente en la defensiva.  No se sabe con certeza si a causa de las figuras de sus primeros estandartes o por el mosquete utilizado, este tipo de caballería comenzó a conocerse como Dragones.  A principios del siglo XVII Gustavo Adolfo de Suecia desarrolló plenamente estas tropas, siendo imitado por casi todos los ejércitos europeos.

Según la Wikipedia francesa, una “dragonne” es una cincha pasada alrededor del cuello o de la muñeca y unida a un objeto, destinada a evitar que se pierda si se suelta, y añade, el nombre viene de las unidades de Caballería de Dragones, en las que sus miembros combatían principalmente con carabinas o pistolas, y accesoriamente, con el sable.  Para poder hacer fuego manteniendo el sable desenvainado, lo tenían unido a la muñeca por una correa.

Esta “dragona” (que no dragonera) es sin duda el origen de la intrusión idiomática que hoy nos ocupa, ampliamente extendida en nuestro país de la mano de la marcha nórdica.

Sin embargo, tanto en el Ejército como fuera de él, se ha utilizado siempre, en España, la palabra fiador, en lugar de dragona o dragonera.  Así, la acepción 3ª del diccionario de la RAE para fiador, reza: Cordón que llevan algunos objetos para impedir que se caigan o pierdan al usarlos; p.j.,…; el que lleva el sable en su empuñadura para rodearlo a la mano y a la muñeca… Tan sólo hay un lugar del citado diccionario dónde aparece la voz “dragona” (no dragonera), que en su 11ª acepción dice: en Chile, fiador de la espada.

Luego, queridos amigos del mundo de la marcha nórdica, aclarado queda el asunto.  Queda, asimismo, a vuestro entero albedrío el utilizar o no el referido palabro, pero en la sabiduría de lo que es correcto y por qué.

Una vez más, lo importante no es todo esto, sino que saquéis vuestros bastones de ese horrible paragüero dónde los habéis confinado, para disfrutar con ellos.

 ¡Sus y a ellos!

Marcha nórdica en silla de ruedas

Siempre digo en mis cursos y presentaciones que la marcha nórdica es un deporte para todos y para todo.  Mis cursos a audiencias tan dispares como afectados de fibromialgia y de esclerosis múltiple, o corredores de montaña, avalan esta aseveración, pero por si alguien todavía lo duda, os invito a ver el video siguiente https://www.youtube.com/watch?v=7QX102KYfHI.

Si alguien quiere profundizar sobre el asunto, le aconsejo que visite la web http://www.urban-walking.com/ dónde encontrará artículos técnicos de increíble calidad.  El Maestro Mariano Moreno, es sin duda, una fuente de sabiduría e información en todos estos asuntos.

Pero con silla de ruedas o a pie, no dejéis los bastones en el paragüero.  Sacadlos y disfrutad con ellos.

El juicio técnico en la marcha nórdica competitiva

El examen de los excelentes videos de Urnieta y del campeonato de Francia de marcha nórdica (MN), en los que se aprecian numerosas violaciones del reglamento por parte de participantes, muchos de los cuales es posible que ni siquiera fueran amonestados por los jueces, vuelve a poner sobre la mesa el delicado asunto del enjuiciamiento y sentencia de la técnica de los competidores de MN.  Se trata de un asunto intrincado, pero que exige una solución, si queremos que las competiciones de MN progresen y acaben instaurándose como un incentivo capital en la promoción de este deporte.

A mi entender, lo primero que necesitamos es un reglamento claro.  Las reglas básicas de 1) al menos un pie y un bastón siempre en contacto con el suelo, 2) codo y mano sobrepasando la cadera (por delante y por detrás) en cada paso, y 3) el movimiento de un competidor no debe poner en peligro la marcha de otros competidores, generalmente aceptadas, deben ir acompañadas de “indicadores” que ayuden a los jueces a detectar a simple vista posibles infracciones, merecedoras de amonestaciones.

Sin duda, la experiencia (que hoy no tenemos) irá dando pautas que faciliten la acción de dichos jueces.  De momento, yo tengo claro que si un competidor no apoya los bastones al mismo tiempo que tocan los talones el suelo, o los apoya a la altura o incluso por detrás del pie retrasado, esos bastones acabarán indefectible y simultáneamente en el aire.  De forma similar, me resulta obvio que un participante con el centro de gravedad demasiado bajo (culopato), acabará incurriendo en este defecto, que le llevará a infringir la primera de las reglas generales apuntadas en el párrafo anterior.

También parece claro que los corredores que no sujetan el bastón (mano semiabierta) en el momento de “clavar”, no lo están utilizando correctamente.  Es decir, lo llevan de adorno (lo que trata de impedir la regla básica 2 anterior), con el agravante de que la falta de agarre facilita el rebote del bastón en el suelo y multiplica las posibilidades de que interfiera con su propia marcha o con la de otros marchadores, con el consiguiente riesgo de caída y lesión (lo que vulnera la regla 3 anterior).

De forma similar, el cruce de las manos por delante del cuerpo de un competidor, no sólo muestra una técnica poco eficaz, sino que, además, implica una separación exagerada de las puntas de los bastones con respecto a la trayectoria de los pies de dicho competidor, poniendo así en peligro la progresión y la seguridad de otros competidores (regla 3 anterior).

Como dije, la experiencia de jueces irá dictando otros indicadores que deben facilitar su actuación en futuras competiciones.  La formación concienzuda, consensuada y reglada de dichos jueces, sobre la base de instructores y competidores duchos, recogiendo toda esta experiencia, dará, a su debido tiempo, frutos que permitan enjuiciar y sentenciar con menos dudas y, por tanto, mayor equidad y decisión, la técnica de los participantes en las competiciones de MN.

Pero siempre habrá dudas.  Quiero decir, siempre que fiemos todo a la percepción del ojo humano, a simple vista.  Estoy seguro de que los jueces de Urnieta y Francia hicieron lo que pudieron, pero la verdad es que, a simple vista, y si encima su experiencia no era demasiada, tampoco podían estar seguros de mucho.

Repasando los vídeos, a mí me costó ponerlos a cámara lenta y detenerlos repetidamente para observar sin dudas la mayoría de las infracciones.  No existe un ojo humano capaz de cazar dos bastones al vuelo en esa décima de segundo que coinciden fuera del suelo.  El juez avezado, podrá intuir que esto sucede, pero siempre le quedará la duda.  Y atreverse a amonestar o descalificar con dudas, es difícil, en una persona sensata, … y Dios nos libre de jueces insensatos.

En llegados a este punto, insisto en algo que he defendido con anterioridad:  ¿por qué no utilizar medios técnicos disponibles en el mercado para apoyar la toma de decisión de los jueces?

El arbitraje de la marcha nórdica competitiva (MNC) bebe en las fuentes del único deporte parecido: la marcha atlética de competición.  En este sentido, al hablar de que los jueces deben decidir “a simple vista”, no hacen más que copiar del reglamento de marcha atlética, esa marcha, por otro lado, tan denostada en otros lugares de los reglamentos actuales de MNC.  Pero, como he dicho en otras ocasiones, la marcha atlética tiene una buena razón para no cambiar esta norma: vistos a cámara lenta, todos los marchadores atléticos tienen un tiempo de vuelo, en el que los dos pies están en el aire, al menos en los momentos más álgidos de las competiciones.  Si ahora los jueces de esta disciplina deportiva comenzasen a utilizar cámaras de video, no se volvería a batir un record en varios siglos.  No hay deporte que soporte semejante prueba.  Por eso, y es una opinión personal, la marcha atlética jamás se apoyará en medios técnicos para enjuiciar a los marchadores.

Sin embargo, la MNC es un deporte que está naciendo y debe utilizar todos los medios que el momento actual pone a su alcance para asegurar la imparcialidad y justicia de las decisiones de sus jueces.  Nosotros todavía no tenemos records (los que hay no parecen fiables y, hasta dónde hemos visto, no tenemos ninguna seguridad de que se hayan obtenido respetando las reglas básicas mencionadas).

En un circuito de, digamos, 2 km, en el que se dispute una prueba de 10 km de MNC, podría haber entre dos y cuatro jueces que dotados de cámaras videofotográficas, pasasen material grabado “sospechoso” a uno o dos jueces principales que examinasen este material en sus ordenadores y decidiesen, con pruebas gráficas, la descalificación de infractores.

Con una buena cobertura telefónica del recorrido de la prueba, los jueces de pista podrían incluso enviar las imágenes tomadas con teléfonos móviles a una dirección de correo electrónico en la que otros jueces las analizasen y remitiesen, con el juicio correspondiente, al juez principal de la prueba.  

Yo no digo que estas sean las soluciones.  Yo no soy técnico en transmisiones.  Pero seguro que con la tecnología actual todo esto es posible, y rápido, y puede que incluso otras cosas que mi ignorancia en la materia pasa por alto.  Lo que sí digo, es que deberíamos aprovechar las competiciones que se están haciendo en España, para intentar probar estas ayudas.  La decisión seguirá siendo del juez principal, pero estará mucho mejor apoyada que con el simple parecer de una observación a simple vista de un juez de dudosa experiencia

¿Tacos de goma o puntas metálicas?

Existe una diatriba continua entre los practicantes de marcha nórdica sobre la utilización de conteras, tacos o pads de asfalto, que se colocan sobre las puntas de acero de los baastones para, supuestamente, mejorar su "agarre" sobre cierto tipo de superficies.  El principal tema de discusion es cómo alargar la vida de estos artilugios, ya que si proporcionan algún agarre, son tan blandos que se gastan con demasiada rápidez para el gusto y el bolsillo del usuario.

Para mí, el punto principal no es éste, sino si utilizarlos o no.  Yo, depués de los 15.000 km que calculo que llevo recorridos durante los últimos cuatro años de práctica intensiva de marcha nórdica, tengo que admitir que todavía no he encontrado unos tacos de goma que me proporcionen más agarre que las propias puntas de acero de mis varios Fizan que, como ya he dicho, no muestran desgaste apreciable de dchas puntas, teniendo algunos de ellos ya más de 3.000 km a cuestas, la mayoría sobre asfalto y superficies duras.  

Las razones aducidas para la utilización de los tacos de goma, aparte de la mencionada adherencia o agarre y desgaste de las puntas metálicas, que como he dicho en el párrafo anterior, no comparto en absoluto, son de seguridad o de ruido molesto.  De las primeras, también disiento: para mí es más seguro utilizar las puntas metálicas de mis Fizan, que me aseguran una progresion sin resbalones de bastones (pifias, las llamo yo, antiguo practinte de billar) sobre cualquier superficie (excepto losa pulida y mojada, donde tampoco la goma agarra) que, a la postre, es lo que realmente puede hacer que tropiece y caiga otro marchador, más allá del poco probable "pinchazo" o raspón con la punta metálica.  Naturalmente, tanto en una práctica colectiva normal, como en competición, la distancia a otros marchadores es la mejor garantía de seguridad ante un fallo en la utilización de los bastones, lleven tacos o no.  De las segundas, lo del ruido molesto, para mí no es tal, sino música celestial que me ayuda a acompasar pies y bastones, ritmo y técnica.

De todas formas, esta no es más que mi opinión personal; eso sí, basada en una larga experiencia, y experimentación, personal.  Si alguien ha encontrado unos tacos que agarren mejor que las puntas metálicas de unos Fizan, que se manifieste.

Pero, con tacos o sin ellos, sacad vuestros bastones del paragüero, porfa (aunque bien es cierto que ahí sí que no hacen pifias, ni con tacos ni sin ellos).

11 km de NW tras 300 corredores

Estupénda experiencia la de esta mañana.  La prueba comenzó con media hora de retraso sobre el horario previsto y la señalización de los kms era un "ccarajal", al coincidir el recorrido con parte del de la maratón, que había salido 15 minutos antes.  Todo lo demás, bien: buenas sensaciones desde el principio, buena musica, saliendo el último y adelantando a una veintena de corredores, con buen tiempo.  Creo que he llevado un ritmo constante, animado por muchos espectaadores y por los propios corredores de la prueba.  En resumen, muy buen ambiente que anima a continuar participando en estas pruebas.  La media obtnida, excelente: lo máximo que puedo hacer.  Sin problemas de lesiones, dolores ni agotamiento.  Ya estoy buscando la próxima, para el 8 o el 15 de noviembre, Caravaca o Calasparra, 10 o 14 km. A ver si alguien se va animando a acompañarme.  Y mañana, vuelta a mis 10 km diarios de fartlek musical y perfeccionamiento técnico, para recuperarme de los excesos cometidos hoy.