Pero
no trato aquí de analizar una definición más o menos defectuosa,
sino de llegar a la esencia de la marcha nórdica; al hecho
diferencial de la marcha nórdica; a lo que nos define si lo que
estamos practicando es marcha nórdica o no. Y es que parece ser que
lo que piensan los autores de este reglamento que realmente define la
marcha nórdica es la utilización de bastones especiales de marcha
nórdica. Yo discrepo … totalmente. Yo creo que lo que define y
diferencia la marcha nórdica es la forma de utilizar unos bastones,
sean especialmente diseñados, o sean los de senderismo de toda la
vida.
Yo
prefiero decir que la marcha nórdica consiste en andar de forma
natural, utilizando unos bastones con una técnica que nos permita
obtener el máximo rendimiento de su uso, tanto desde el punto de
vista del ejercicio físico como de la progresión. Y esto se puede
hacer perfectamente con unos bastones de senderismo, como
muestro en todos mis cursos de iniciación, y estoy listo a demostrar
a quién esté dispuesto a razonar sobre el asunto, porque la clave
es la forma en que utilizamos los bastones, no los bastones en sí.
No
sé si la insistencia en incluir la necesidad de bastones específicos
de marcha nórdica en estas definiciones, así como en el material
obligatorio para las competiciones, está motivada por una evidente
falta de reflexión sobre el asunto, o por el afán de vender estos
bastones, normalmente más caros que los de senderismo y, por tanto,
con mayor margen de beneficio para intermediarios y comisionistas.
Yo,
que he trabajado bastante el asunto, y que no negocio con los
bastones de marcha nórdica, siempre recomiendo a mis alumnos que si
tienen bastones de senderismo, hagan marcha nórdica con ellos, y que
luego, cuando estén convencidos de que éste es su deporte, si
quieren, y les sobra el dinero, se compren unos “especialmente
diseñados”, como reza la definición de marras, sobre todo, si
quieren participar en competiciones en las que sus reglamentos lo
exijan. Los bastones de senderismo valen para hacer marcha nórdica
en espacios naturales y urbanos. Los específicos de marcha nórdica,
representan un peligro añadido para la articulación cúbito-carpiana
en caso de caída, por lo que no recomiendo su uso en “terrenos
complicados” dónde se incrementan sensiblemente las posibilidades
de accidente. Y esta es la razón por la que para la prueba piloto de marcha nórdica no competitiva que hemos incluido este año en la XI CTTrail, es obligatorio el uso de bastones de senderismo.
De
todas formas, volviendo a la definición inicial, habría que aclarar
en qué consisten unos “bastones especialmente diseñados para el
desarrollo de esta actividad física”. Para entender lo que quiero
decir, basta con buscar en Google “imágenes de bastones de marcha
nórdica” y asombrarse ante la diversidad de los modelos mostrados,
con muchos de los cuales me temo que no nos dejarían participar en
una competición “oficial”, mientras que algunos alumnos me han
venido a los cursos de iniciación con otros, quizá aceptables como
específicos de marcha nórdica para jueces de competición, que yo
les he recomendado que tiren a la basura a la mayor urgencia.
En fin,
creo que no es el hábito el que hace al monje. No son los bastones,
sino la técnica con que los usemos, lo que nos va a decir si hacemos
marcha nórdica u otra cosa. Al menos a mí.
Pero con unos u
otros, con mejor o peor técnica, lo realmente importante es que los
saquemos todos los días del paragüero.