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lunes, 29 de mayo de 2017

Marcha nórdica en montaña. I – Bastones

Había prometido que este verano centraría mis reflexiones técnicas sobre el tema de marcha nórdica y montaña, y como lo prometido es deuda, voy a comenzar hoy, hablando de los bastones ideales para este asunto, no porque este sea o no el preámbulo lógico, sino, simplemente, porque el otro día tuve un pequeño percance con mis bastones de marcha nórdica en el monte, y eso me recordó mi compromiso y puso sobre la mesa un asunto que, a pesar de haberlo tenido siempre claro, a veces he obviado… con malos resultados. Aunque sé que no es fácil escarmentar en cabeza ajena, espero que estas reflexiones os libren de algún accidente parecido.

Siempre que mis alumnos me preguntan si se puede hacer marcha nórdica en el monte, mi respuesta es clara y automática: ¡SÍ! Tampoco tengo dudas con la pregunta siguiente: ¿Cuándo se puede hacer marcha nórdica en el monte? Respuesta: Siempre que el monte nos lo permita. Esto, que parece una perogrullada, no lo es tanto cuando explico la respuesta: Si la amplitud del camino, el suelo, el equipo que tenemos que transportar y la inclinación del terreno, nos lo permite, siempre que podamos utilizar la técnica de la marcha nórdica, será mejor para nuestra progresión y para nuestro cuerpo.

Naturalmente, la técnica de la marcha nórdica, aprendida y practicada en terreno llano y superficie regular, tendrá que adaptarse adecuadamente a las características del terreno; pero esto será motivo y tema para otras reflexiones. Hoy, como dije al principio, toca hablar de los bastones.

Los que me conocen saben que siempre he argumentado (y demostrado prácticamente en cuantas ocasiones he tenido) que se puede hacer una perfecta técnica de marcha nórdica con bastones de senderismo. Esto me ha costado no pocas miradas y comentarios, entre escépticos y recelosos, de puristas y vendedores de bastones… pero eso es una constante de mi vida, y mis espaldas son anchas...


Si la práctica se va a realizar por pistas y caminos sin dificultades, la utilización de un tipo u otro de bastones puede ser más o menos aleatoria, o a capricho del usuario. Un aspecto que habrá que tener en consideración es el peso de los bastones en el más que probable caso de que tengamos viento lateral en nuestro recorrido por la montaña. Los bastones de marcha nórdica suelen ser más ligeros que los de senderismo, y esto, con viento, no es una ventaja, que digamos.

Siempre hay que tener en cuenta que la posibilidad de tropiezo y caída aumenta con la dificultad del terreno. Una caída con unos bastones estrechamente unidos a la mano por un fiador de marcha nórdica suponen un riesgo añadido de lesión si la mano se apoya al caer sobre el bastón, o es retorcida en forma alguna por esta ligadura. El fiador de bucle de cinta de los bastones de senderismo permiten, en caso de caída, una separación mano-empuñadura que puede reducir este peligro.

Si la caída es por deslizamiento y “sentada”, lo más normal en bajadas por pendientes pronunciadas, la unión rígida a la mano por medio del fiador de los bastones de marcha nórdica puede llevar, en caso de que uno de los bastones quede fijado en el terreno, a una peligrosa distensión de la extremidad fijada o, como en la desdichada experiencia personal que cito al principio de esta reflexión, a la rotura del bastón.

Si la práctica por montaña transcurre por algún paraje en el que tenemos que recurrir a las manos para alguna trepadita, los bastones de marcha nórdica se convertirán en un engorro, y tendremos que meterlos en la mochila. Pero normalmente, estos bastones no suelen ser de tres tramos, por lo que su alojamiento en espacios reducidos se ve, normalmente, dificultado. El fiador de bucle de cinta de los bastones de senderismo nos permite dejar los bastones colgando de las muñecas para utilizar las manos en pequeñas trepadas, y su normal estructura en tres tramos facilita la adaptación al interior o exterior de las mochilas, si esta situación se prolonga en el tiempo.

También en descensos por pendientes inclinadas o escalonadas, los fiadores de bucle de cinta de los bastones de senderismo, así como el engrosamiento final de su empuñadura, nos permiten una mayor versatilidad de movimientos y apoyos y, en suma, una mayor seguridad en la bajada.

Si la practica en montaña se realiza en tiempo invernal, en el que necesitamos utilizar unos guantes gruesos, la elección de bastones de senderismo resulta forzosa. Además, estos bastones nos permitirán la colocación de rosetas especiales para nieve, en caso necesario, algo que los bastones de marcha nórdica normalmente no admiten.

Resumiendo, gracias a que podemos hacer marcha nórdica con bastones de senderismo, podemos escoger este tipo de bastones para ir al monte sin sacrificar las ventajas que la técnica de la marcha nórdica proporcionan a quien la practica. Sólo en caso de recorridos conocidos por pistas y caminos con buen firme y sin grandes desniveles, se podrían utilizar bastones de marcha nórdica sin peligro para la integridad física y la comodidad del andarín. En todos los demás casos, y en cualquier caso de duda, mejor utilizar los bastones de senderismo… eso sí, sujetos de manera que podamos aplicar la técnica de la marcha nórdica.


Y ya sabéis, con unos u otros, en el monte o dando la vuelta a tu manzana, lo importante es que tus bastones no duerman el sueño de los justos en el paragüero.

1 comentario:

  1. Buenos dias,
    Siento tu desafortunado percance. Y me agrada por otro lado tus reflexiones en este tema. En mis salidas al monte me acompañan mis otros bastones de empuñadura libre. Y he experimentado lo que tú expresas de forma tan clara.
    Un abrazo.

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