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martes, 14 de marzo de 2017

Juicio crítico tras la competición de Aranjuez

La tercera edición de la competición de Aranjuez me ha dejado un sabor agridulce...

Creo que todo en la vida tiene aspectos positivos y negativos. Nada es blanco o negro … siempre hay diferentes matices de grises, claros y oscuros. En esta competición ha habido aspectos muy positivos, como el número de participantes inscritos (138, de los que 107 completaron los 14.580 metros del recorrido), o la cantidad y calidad de los árbitros de la competición (10, que realizaron un curso específico de preparación on-line a lo largo de casi un mes, entre los que había 4 árbitros FEDME, 3 de los cuales eran también árbitros de la Federación de Montañismo de la Región de Murcia, de cuyo reglamento de marcha nórdica competitiva emanaba el reglamento de la competición de Aranjuez).

Sin embargo, creo que en los juicios críticos, si queremos que realmente sirvan para mejorar, tenemos que centrarnos en los aspectos negativos, los fallos; identificarlos, tratar de encontrar las causas y ver la forma de prevenirlos en el futuro. Cumple, además, tratar de hacer esto lo más rápido posible tras el evento (hot wash-up, o lavado en caliente, lo llamábamos en la OTAN), antes de que se olviden o de que la benéfica acción del tiempo los dulcifique y enmascare.

El reglamento de la carrera, esa espinita... En su artículo 9, este reglamento, que se encontraba en la misma pestaña de la inscripción para esta prueba, leía textualmente: “Cada participante, mediante la inscripción en la carrera, acepta este reglamento.“ Suponer que todo el que se inscribe en una competición se lee el reglamento de la misma antes de inscribirse, aunque parezca lógico, demuestra en la práctica ser una suposición bastante alejada de la realidad. Y lo peor es que yo lo sé…

Para la Nordicartagena 2016, una llamada en el mismo formulario de inscripción recordaba a los aspirantes la obligatoriedad de conocer el reglamento antes de inscribirse. Después, en varias ocasiones entre la inscripción y la competición, reiteré a todos los inscritos este extremo...y creo que ese esfuerzo dio su fruto. La gente acudió el día de la competición sabiendo a lo que iba.

Sin embargo, en Aranjuez, al estar imbricada la prueba de marcha nórdica en el marco de una media maratón, cuya organización no me correspondía, descuidé este aspecto de “machaqueo” del participante para que se leyese el reglamento, aparte de que el reglamento tenía que incluir, forzosamente, aspectos de la competición general que en poco o nada se relacionaban con el específico de la marcha nórdica.

La evidente no lectura del reglamento debe ser la causa de que la mitad de los competidores no cumpliera con lo especificado en el artículo 20 del mismo “Los nordimarchadores deberán encontrarse en su cajón de salida a las 10.30, para control de material y equipo y asistir a la Reunión Informativa que tendrá lugar a esa hora.Esto, aparte de abundar en su desconocimiento del reglamento, supuso que no se integrasen en su correspondiente “cajón” por velocidad promedio esperada, contribuyendo de esa manera a aumentar el peligro inherente a la proximidad entre competidores durante la salida, el momento más crítico de toda carrera en lo que a seguridad se refiere. Sin duda, la no presentación a la hora de la convocatoria previa deberá ser causa de eliminación en futuras competiciones.

Seguro que tampoco leyeron el reglamento (artículo 21 sobre normas a observar por los marchadores “A- Utilizar dos bastones que le permitan realizar correctamente la técnica diagonal de marcha nórdicalos cinco inscritos que se presentaron a la competición con un sólo bastón … y fueron eliminados de la competición. Estos inscritos (no me atrevo a llamarlos competidores, y mucho menos nordicompetidores, ya que evidentemente no tenían ni la menor idea de lo que es la marcha nórdica) hicieron todo el recorrido, a pesar de la advertencia de los árbitros de que estaban eliminados, pero habían pagado su inscripción y los árbitros no tenemos capacidad real (y no creo que legal) para sacarlos de la competición. Tampoco sé si las fuerzas de orden público, si hubiesen estado a mano, habrían podido ser requeridas para colaborar en este caso. Este es un asunto que nunca tratamos en nuestros cursos de arbitraje y que, desde aquí, elevo a consideración y consulta.

Otros casos, como los de algún competidor que llegó sin conteras de goma, a pesar de su obligatoriedad para la salida (artículo 21 H) pudieron ser remediados gracias a la colaboración de otros competidores y árbitros. También la sesión de perfeccionamiento técnico del día anterior sirvió para que algunos competidores que asistieron no llegasen a la prueba con ropa antirreglamentaria.

Tampoco creo que leyese el reglamento, al menos no con atención, el competidor que fue eliminado por tres amonestaciones, de dos jueces distintos, por “clavar” el bastón con la mano completamente abierta (en realidad, no agarraba la empuñadura en ningún momento). Según el artículo 21 G del reglamento, los marchadores deben “sujetar con fuerza el bastón en el momento de “clavar” para evitar rebotes y cruces que puedan provocar accidentes.Sentí especialmente esta descalificación por mi aprecio personal hacia el descalificado, a quién busqué tras la competición para hablar del tema, desgraciadamente sin éxito...gajes del “oficio”.

Seguro que tampoco leyeron el reglamento, al menos no con la atención requerida y, desde luego, no hasta el punto de corregir hábitos expresamente prohibidos por el mismo, la mayoría de los que recibieron la treintena larga de amonestaciones realizadas por los árbitros de la competición, ni los cientos de advertencias verbales realizadas sin sanción. Aquí tengo que agradecer la paciente labor “educativa” de los árbitros durante esta fase inicial de la marcha nórdica competitiva, labor muchas veces reconocida con el agradecimiento del propio competidor en el momento de ser advertido, pero siempre útil, a mi modesto entender. Algo, que también habrá de ir desapareciendo en el futuro.

Gran parte de esas amonestaciones tenían que ver con la seguridad (no mantener distancia al competidor que les precedía, o marchar en paralelo o por el centro de las calles, dificultando la progresión de otros competidores), pero también las hubo técnicas (mano que no llega a la cadera, bastones apoyados tras el pie retrasado), e incluso alguna por tener los dos bastones en el aire, a pesar de lo difícil que es observar esto a simple vista. Que yo sepa, ninguna por tener los dos pies en el aire, a pesar de la alegría con que algunos osados dicen que tal o cual corre, o trota.

En este sentido, tengo que reflejar aquí los comentarios de algunos competidores en relación con cierto altercado, sin duda lejos de la presencia de un árbitro, en el que algún participante increpó a otro por alguna supuesta falta técnica. Tengo que advertir desde aquí, y pedir a los que se presten a la difícil e ingrata tarea del arbitraje, que se castigue con la máxima severidad estas conductas, totalmente contrarias a la más simple expresión del espíritu deportivo requerido entre competidores. Si hay una conducta que se merezca una tarjeta roja directa, para mí, es ésta.

Pero el problema es que, a pesar del número y preparación de los árbitros de esta competición, la realidad es que no se pueden hacer competiciones de marcha nórdica en línea, con un mínimo de garantías. Es por eso que insto a quienes organicen esta bonita competición en próximas ediciones, a que la organicen en un circuito, lo que sin duda es fácil en el precioso entorno de los jardines y sotos de Aranjuez. Un circuito entre 2 y 4 km, al que los competidores den entre 4 y 6 vueltas, podría ser mucho mejor vigilado por la misma cantidad de árbitros, los marchadores observarían la técnica con más cuidado y la competición se desarrollaría con bastantes menos incidentes. Yo noté la diferencia entre las competiciones del año pasado en Aranjuez (recorrido en línea) y Cartagena (recorrido en circuito). Y no es mi apreciación, sino las conclusiones de las horas de visualización y análisis de la técnica de competidores que participaron en ambas pruebas.

El organizar competiciones de marcha nórdica dentro de otras pruebas, como la media maratón de Aranjuez, comporta desafíos desde el punto de vista del enjuiciamiento técnico, muy difíciles de superar, mientras la labor de los árbitros tenga que depender del juicio “a simple vista”. Pero no quiero decir con esto que no puedan participar nordimarchadores en estas pruebas y otras de corte “popular”. Todo lo contrario. Cualquier nordimarchador puede (y yo desde aquí lo animo a que lo haga, como yo mismo lo hago) aprovechar estas ocasiones para participar en un ambiente competitivo, exigiéndose a sí mismo la observación de las normas básicas de una competición de marcha nórdica. Naturalmente, llegará con los últimos corredores (obsérvese que digo “con” y no “tras”), y no tendrá trofeos al uso, pero disfrutará de la carrera y será un buen entrenamiento de “ritmo competición”, y el premio que obtenga de su lucha con su marca personal, o la satisfacción de la meta alcanzada.

En fin, escribo todo esto en la esperanza de que pueda servir para quienes andan inmersos en este complicado mundo de la organización y arbitraje de competiciones de marcha nórdica, y de los interesados, en cualquier forma, por estos asuntos que a mi (hay gente “pa to”, decía El Gallo) me apasionan. … pero como no quiero acabar estas líneas con la parte agria de mis sensaciones tras esta experiencia de Aranjuez, las termino haciendo referencia a ese podium de féminas sub-dieciocho, ocupado por tres campeonas de 12, 13 y 14 años, y una de 17 como tercera absoluta, que sin duda compensa, con creces cualquier otro aspecto, manifiestamente mejorable, de esta bonita competición, y es un aliciente para todos los que amamos este deporte y una llamada de atención para que la FEDME revise las categorías (entre otras muchas cosas) contempladas en su reglamento actual para competiciones de marcha nórdica.



2 comentarios:

  1. Bonita e interesante reflexión José A. pero no te atormentes . Quedan dos o tres años difíciles, con multitud de dificultades y adversidades pero sin duda necesarias. Lo que parece que puede ser cada vez más fácil por la experiencia que pueden ir acumulando los árbitros y organizadores, se irá complicando con la incorporación de nuevos marchadores a la competición atraídos por la proyección que la marcha nórdica está teniendo. Parte de estos nuevos deportistas,muy fuertes deportivamente hablando, llegarán con poca idea de técnica y complicarán el desarrollo de las pruebas.
    Si no somos conscientes de la necesidad de este proceso podríamos desilusionarnos por el gran esfuerzo e ilusion que se le pone. Sin embargo hay que estar ahí porque nos apasiona y porque alguien tiene que hacerlo. De ese puñado de valientes que siempre están dispuesto a tirar del carro, a luchar contra el inmovilismo, estamos pendiente muchos cientos y miles de personas que cada vez más se van enganchando a este deporte. Ánimo, hay poco que recriminar y mucho que agradecer sobre todo cuando se le pone tanto cariño, compromiso y la honestidad con que lo haces tú y otros muchos que con tú son un ejemplo a seguir y sirven de estímulos a los demás.
    Un saludo

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  2. Gracias por tus animosas palabras. No estoy bajo de moral, pero sí es cierto que pienso, como tú que esto está cambiando, y creo que hay que pasar el testigo. Llevas mucha razón en lo de la afluencia de nuevos nordicompetidores, más jóvenes y en forma, aunque fíen más a su forma física que a su técnica a la hora de competir. Creo que ahí tenemos una importante labor los instructores, para intentar evitar que entren en competición con una técnica defectuosa, y los árbitros, por supuesto, que no lo tienen nada fácil. Pero la potencialidad de este deporte es inmensa. A ver si conseguimos que no se la relegue a espacios confinados (salud, montaña, competición,...), una de las grandezas de este deporte es, como no me canso de repetir, que es un deporte para todos y para todo.
    Un abrazo.

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