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viernes, 21 de octubre de 2016

De competiciones oficiales y sus reglamentos


La marcha nórdica es un deporte equilibrado y completo, posiblemente el más equilibrado y completo, junto con el esquí de fondo, con la ventaja sobre éste de poder ser practicado en todo momento y lugar, y por cualquier persona, sea cuál sea su condición física y edad, con muy diferentes objetivos, desde una terapia recuperadora hasta un entrenamiento para atletas de élite, pasando por el mantenimiento y la práctica deportiva habitual.



Tanto en mis cursos de iniciación, como en mis conversaciones con compañeros instructores, como tuve la oportunidad de hacer durante el reciente Seminario Nordicartagena 2016, siempre intento remarcar este carácter polivalente y universal de este extraordinario deporte.



Precisamente porque no quiero renunciar a (ni privar mis alumnos de) ninguna de las múltiples posibilidades de la marcha nórdica, es por lo que me resisto y opongo al etiquetamiento de nuestro deporte por una sola de ellas. La marcha nórdica no es un deporte para gente mayor o con problemas físicos, aunque me encanta que nosotros también podamos practicarla. No es un deporte para senderistas, aunque su técnica sea un verdadero regalo para los que caminamos con bastones en la naturaleza; ni para corredores por montaña, aunque también haya dado cursos específicos para este sector, muy agradecidos por sus practicantes. Como repito continuamente, la marcha nórdica es un deporte para todos, y para todo.



Cuando las federaciones de montaña empezaron a interesarse por este deporte, a muchos nos asustó la idea de que se restringiera su practica al ámbito del monte, o de la naturaleza en general. A pesar de todo, algunos pensamos que el encuadramiento en una federación bien experimentada, ayudaría al desarrollo de la marcha nórdica en todo su potencial: un deporte de masas.



Siendo federado en montaña desde hace años, senderista, amante de la naturaleza y de la marcha nórdica, con esa idea contribuí a la constitución del Comité de Marcha Nórdica (CMN) de la Federación de Montañismo de la Región de Murcia (FMRM). Desde él, he tratado desde el primer momento de preservar el carácter polifacético de este deporte, intentando que no se redujera a un simple “caminar con bastones por el monte”, o una forma no muy bien diferenciada de “senderismo”. Tengo que confesar que a pesar de lo que hay escrito en nuestros estatutos, no siempre he tenido éxito en que mis compañeros compartieran plenamente esta idea, o al menos esa es mi impresión, ni que los directivos de la Federación comprendiesen la extraordinaria particularidad de la marcha nórdica.



Ahora, cuando la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) ha reconocido la marcha nórdica como una de sus actividades, y el Consejo Superior de Deportes le ha conferido el marchamo de deporte federado, la FEDME acaba de publicar un borrador de reglamento para sus competiciones y convoca a los clubes de toda España para que oferten pruebas para el campeonato y la copa del año próximo, a mí me vuelven las dudas sobre lo adecuado del camino emprendido. Me explicaré.



En lo que se refiere al borrador de reglamento de la FEDME, hasta dónde yo sé, en el momento de su redacción había en España tres reglamentos de competiciones de marcha nórdica aprobados a nivel regional, de las federaciones balear, andaluza y murciana. El nuestro, por no sé qué razón, no se utilizó como referencia, ni fuimos invitados a participar en la redacción del borrador nacional. Si no hubiera sido así, probablemente el borrador de la FEDME diría, como el nuestro, que la finalidad de las competiciones de marcha nórdica es fomentar la práctica de la marcha nórdica en general, sobre todo entre los sectores de edad más jóvenes, en lugar de todos los lugares comunes, insustanciales, que menciona en dicho apartado.



No voy a entrar en asuntos manidos y muy tratados en este blog, como el tema del “trote” o el de la incomprensible inquina hacia la marcha atlética, de cuyas competiciones y experiencia deberíamos aprender, en lugar de ignorar o denostar. Increíble que esto se siga reflejando en reglamentos serios.



Sin embargo, no tengo más remedio que mencionar el problema del enjuiciamiento técnico de estas competiciones. En la actualidad no hay en España árbitros con una mínima experiencia en competiciones. Las celebradas hasta el momento con un cierto carácter (no oficial) nacional, o pan-regional, o no han tenido árbitros, o éstos se han formado (en el mejor de los casos) específica y expeditamente para el control de esa competición concreta. Las regionales, se ha controlado por árbitros “formados” con la mejor voluntad por otros compañeros, sin demasiada (por decir algo) experiencia, ni siquiera como competidores.



Estos árbitros, casi todos con una venerable edad, según el borrador de la FEDME, habrán de subirse en una bicicleta, con mayor o menor habilidad y reflejos, para, sorteando baches y competidores, observar, a simple vista, si un marchador tiene simultaneamente los dos pies, o los dos bastones, en el aire, o si su mano pasa completamente o no de la cadera, y decidir, sobre la marcha (y la bicicleta), si deben ser sancionados o no.



Lo anterior, ya parece de por sí una osadía extrema. Pero la cosa no acaba ahí. En la marcha atlética, esa que lleva cien años de competiciones y de la que no queremos aprender, un marchador puede ser amonestado (tarjeta amarilla) dos veces, sin penalización alguna (quizá porque son conscientes de los errores que sus árbitros pueden cometer al tener que enjuiciar a bote pronto y “a simple vista”, a pesar de no ir en bicicleta y de haber sido, normalmente, competidores experimentados antes de formarse como jueces). Tras tres amonestaciones, al menos de dos árbitros diferentes, el posible infractor puede ser descalificado. Según el borrador de reglamento de la FEDME, la primera tarjeta amarilla conlleva una penalización de 2 minutos, y la segunda, 4 minutos. Cualquiera que haya competido, intentando hacer podium o batir su propia marca, sabe de sobra lo que eso significa.



Al margen de lo anterior, que considero gravísimo, yo invitaría a los redactores del citado borrador a revisitar ciertas inconsistencias, o falta de claridad, en los puntos 4 (simplemente, no lo entiendo), 6 (si las tarjetas blancas no se comunican por radio, ¿cómo sabe un árbitro que se ha advertido a un marchador más de dos veces por el mismo motivo?) En los apartados siguientes volvemos diferenciar entre trotar (tarjeta amarilla) y correr (tarjeta roja). Necesito que alguien me lo explique. Ambas palabras suponen un tiempo de suspensión entre paso y paso, que es lo que debe estar prohibido, y no conceptos que no se aclaran e inducen a crear confusión. Pero claro, con la definición del apartado 5.1, no me extraña leer estas cosas. Y vuelta a la marcha atlética (esto es ya una fijación). 6.2 (no entiendo que los organizadores de una competición tengan que controlar el seguro deportivo contratado por la FEDME para sus federados. Digo yo que eso vendrá garantizado por la propia tarjeta federativa). 7.1 (volvemos a hacerle el negocio a los vendedores de bastones, pero esa es una batalla que doy por perdida). 7.2 (que alguien busque en el DRAE qué es una dragonera... y que me lo cuente). 7.3 y 7.4, son generalidades que no me aclaran qué está permitido y qué no. En 9.6 se han olvidado del público. En 10, se amonesta al competidor que lleva auriculares, sin que se haya prohibido en el reglamento. Según 14.7, la Nordicartagena 2016 ha sido una competición ¿en medio natural? ¿en medio urbano? Francamente, ¿importa mucho? Me parece una restricción innecesaria el asociar estas competiciones a la naturaleza del firme y, sobre todo, calificarlas en función de porcentajes del mismo. Finalmente, el punto 18.6, tal como está redactado, invita a violar otros artículos del reglamento.



En general, se nota un excesivo favoritismo por los recorridos en línea, contra los circuitos, mucho más fáciles de arbitrar, sin necesidad de exponer a jueces y participantes al peligro de las bicicletas. En mi opinión, esto denota una falta de experiencia en la organización y control de competiciones, por no mencionar la posible necesidad de evacuación de un accidentado. Se ha copiado demasiado del reglamento de carreras por montaña, sin tener en cuenta que para la marcha nórdica no valen los mismos escenarios.



Por otro lado, incomprensiblemente, el borrador de la FEDME no hace nada por ampliar el espectro de las competiciones de marcha nórdica a escenarios de la naturaleza que en alguno de sus tramos no permitan la práctica de la marcha nórdica diagonal, cosa que el reglamento de la FMRM trata, con mayor o menor fortuna, pero como corresponde al ámbito de su redacción, al menos lo intenta.



He compartido todos estos comentarios e inquietudes con compañeros y directivos de la federación murciana, sin que hayan merecido el apoyo suficiente para ser puestos en conocimiento de los redactores del citado borrador de manera oficial. Si hoy los publico en mi blog es por una necesidad  de compartirlos con otros que puedan tener la mismas inquietudes, en cualquier parte de España, y con la tenue esperanza de que lleguen a quienes puedan tenerlos en cuenta en posibles revisiones del borrador.



En lo que se refiere a la convocatoria de ofertas de pruebas a incluir en el calendario de la FEDME para el año que viene, que nos llega con menos de un mes para contestar, hay dos aspectos que me retienen a la hora de incluir en ese calendario la Nordicartagena 2017. El primero es mi frontal desacuerdo con el actual borrador de reglamento por el que se tendrían que regir estas competiciones, sobre todo en lo referente al sistema de arbitraje y amonestaciones. Tampoco las calificaciones y restricciones de las pruebas en lo que se refiere al medio natural o urbano me animan en ese sentido. El segundo aspecto conflictivo es la restricción de la participación de personas no federadas. La marcha nórdica, hoy por hoy, mueve a una mayoría de no federados, a los que de alguna manera se veta la participación en competiciones si no pasan por el aro de la tarjeta federativa. Yo llevo muchos años federado en montaña, pero sigo sin entender que se vete o se cobre un plus que exceda el mero seguro de la competición a los no federados, o que se trate de alcanzar un acuerdo para que otras federaciones (atletismo, por ejemplo) cubran la participación de sus federados en estos eventos. La restricción actual supondrá un beneficio (económico) para la federación, pero sin duda perjudica la promoción de la marcha nórdica.



En conclusión, con harto dolor de mi corazón, porque tenía grandes esperanzas (y las sigo teniendo) de que la marcha nórdica ganaría en el seno de la federación, creo que el año que viene, si vuelvo a organizar la Nordicartagena, no estará en el calendario de la FEDME. Insisto, nadie lo siente más que yo.



Similares consideraciones son de aplicación a la competición de Aranjuez para el año próximo, suponiendo que los organizadores de la media maratón de Aranjuez, en cuyo seno se desarrolla esta prueba, me pidieran que, como en los dos años anteriores, me encargase de su preparación y control.  Si son otros los encargados, a ellos competerá la decisión, y yo me limitaré a o que realmente me gusta de la competición: participar.



En cualquier caso, mis reticencias a aceptar el actual borrador de reglamento se restringen al terreno organizativo: moralmente no puedo imponer a los participantes en una prueba que yo organice un reglamento que considero ilógico. En ningún caso de trata de un boicot: a nivel personal me plantearé la aceptación del reglamento de cada competición para decidir si participo en ella o no, y no descarto a priori la participación en pruebas del calendario FEDME.



De todas formas, con FEDME o sin ella, compitiendo o no, no dejéis de darle marcha a vuestros bastones. Disfrutad con ellos.

1 comentario:

  1. Básicamente estoy de acuerdo con el planteamiento. Efectivamente hay detalles que cuando menos chirrían, para mí incluso a nivel de competidores, no sólo organizativo. Tengo la sensación de que la casa se ha comenzado por el tejado y los cimientos no son demasiado firmes, demasiadas precipitaciones y no se ha contado con todos los que tenían algo que decir... Veremos en qué desemboca esto, pero como bien dices lo importante es coger los bastones y ponerse a marchar.

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