Se trata de equipación general
para deportistas que, en la mayoría de las ocasiones, ya forma parte del
guardarropa del nuevo nordimarchador, de ahí que no se la considere parte
diferencial de este deporte. Sin
embargo, cabe reflexionar sobre las características más adecuadas de estas
prendas para la práctica de la marcha nórdica, y eso es lo que me propongo en
las próximas líneas.
Empezando por los bastones, mucho se ha hablado de
ellos en este y otros foros: de un tramo, ajustables en altura, con suelta
rápida o de dragonera ajustable, de aluminio, de fibra de carbono,… Este asunto
suele ser el primer quebradero de cabeza del que se inicia en la marcha nórdica,
y opiniones hay para todos los gustos.
Yo, como practicante y docente de este deporte desde hace 10 años, voy a
decir lo que pienso, fruto de esa experiencia, sin intención de entrar en
diatribas. Actualmente, a causa de mi
curiosidad innata y de mi necesidad de conocer el material de mi oficio, tengo
una decena de pares de bastones diferentes pero, al final, tras probarlos y
compararlos todos, sólo utilizo de forma habitual unos: de
aluminio 7075, ajustables en altura, con suelta rápida en la dragonera, y punta
de acero endurecido al tungsteno.
Estos bastones te sirven para todo, desde ALFA hasta competición, te
permiten experimentar con diferentes longitudes, no vibran, son cómodos,
duraderos…y baratos. Estoy hablando de
los FIZAN Speed, pero si encontrase otros que reúnan las características
apuntadas, por menos de 40€, no dudaría en probarlos.
Tan importantes como los bastones
son las zapatillas. De running,
muy flexibles y transpirables, pero con un buen talón, capaz de absorber el
impacto de la toma de contacto con el suelo, con la pierna hiperextendida…y
cambiarlas con la frecuencia adecuada al uso.
La utilización de zapatillas con la suela gastada es, además de
peligrosa, contraproducente desde el punto de vista de la salud y de la
eficacia en la impulsión. Mis preferidas,
las Nike Vomero 9 (tengo también las 10, pero son algo menos flexibles y tienen
menos agarre en la suela en terreno mixto; espero que rectifiquen en el próximo
modelo).
Y que sería de unas buenas
zapatillas sin unos buenos calcetines. El dinero mejor gastado de un marchador es el
invertido en calcetines. Evacuación de sudor, antiampollas, secado
rápido, con refuerzo/acolchado en zona de roce,…lo mejor, para mis
pies. Los calcetines baratos duran la
décima parte que estos, te hacen sufrir y al final, te salen mucho más caros. Yo me equipo desde hace años en la sección de
montaña del Decathlon, dónde tienes para elegir.
Los guantes son imprescindibles para mí. Con una media de dos horas diarias de marcha
nórdica, y manos de pianista (decía mi madre), yo busco guantes con buena
protección a la altura de las articulaciones distales de pulgares e
índices. Los guantes cortos de ciclista
se me quedan demasiado cortos y me molestan los refuerzos en las palmas de las
manos. Mi solución: compro
guantes largos de ciclista, sin refuerzos palmares, y les corto los dedos “al
gusto”. A veces (invierno) sólo les
corto un trocito al final de los dedos pulgar e índice, que son realmente los
que necesitamos con tacto para manipulaciones de precisión.
Esta mañana, como cada día, me he
cruzado con varios caminantes y corredores detenidos, sacándose esas chinitas
que te hacen la pascua (y te rompen los calcetines) cuando se te meten en la
zapatilla. Nada más fácil y barato de
solucionar: las polainas. Curioso que
una prenda tan sencilla y necesaria, no exista en las tiendas, o sean demasiado
rígidas, caras o incómodas. Yo me las fabrico con la parte inferior de
unas mallas viejas largas, que luego me coloco con la parte más estrecha
hacia arriba, y la parte ancha tapando el cuello de la zapatilla. Los que vengáis a la NORDICARTAGENA
2016, tendréis unas, de fabricación propia, en la bolsa del nordicompetidor.
Otra prenda imprescindible para
mí es la faltriquera o riñonera. Ahí llevo todos los enseres necesarios
(llaves, teléfono, conteras, DNI)…y mi MP3. No sé
andar sin mi música. La música me
“lleva” en volandas, me ayuda a cambiar de ritmo, me ameniza la sesión,… No me
gustan las mochilas, que me dificultan el movimiento de los brazos, si no son
absolutamente imprescindibles. Las
caderas y los hombros tienen que ir libres para poder movilizar toda la columna
y progresar sin restricciones. Si
necesitamos más capacidad de transporte, porque tengamos que llevar agua o un
bocadillo, pues una riñonera más grande.
Prefiero las mallas al pantalón de deporte. En la marcha es fácil que se rocen las caras
internas de los muslos, y las mallas previenen este problema mejor que
cualquier pantalón. Una malla tipo “pirata”, de un tejido suficientemente
elástico, sujeta la rodilla y ayuda a prevenir microlesiones provocadas por
un terreno irregular.
La camiseta, super
transpirable y, sobre todo, sin costuras prominentes entre brazos y torso,
para evitar rozaduras con el braceo amplio.
Casi más aconsejables sin mangas, o con mangas largas (invierno o si
necesitamos protección contra rayos UVA).
Una braga es útil en invierno, o si madrugamos mucho, para
proteger la garganta, ese lugar por dónde me empiezan todos los catarros. En días muy fríos o con viento, también nos
pueden ayudar a proteger los oídos, tapar la boca de los alérgicos en
primavera, etc. Las prefiero de tejido fino, algo elástico y
transpirable. Y cuando ya no son
necesarias, se llevan en cualquier parte (muñeca, cinturón).
Yo no salgo sin gorra. Aparte de protegerme del sol (y taparme la
calva), me ayuda a conseguir que las gotitas de sudor que caen de la cabeza, lo
hagan cinco centímetros por delante de mi nariz, y no directamente en los ojos,
como me ocurre sin gorra. Ligera, ajustable y transpirable, con una
buena visera.
El GPS de muñeca es muy conveniente
cuando hacemos un recorrido distinto del habitual y queremos saber cuánto
hemos hecho, la velocidad a la que hemos progresado, etc. Los hay por precios muy razonables, incluso
con pulsómetro. A mí no me gustan los
pulsómetros. Prefiero ir atento a los
mensajes que me envía mi cuerpo, tales como cansancio y dolor, en lugar de ir
pendiente de un aparato, que frecuentemente funcional mal o de forma incompleta. Ya lo decían los griegos antiguos en el
templo de Apolo en Delfos: “conócete a ti mismo”.
Las gafas, al gusto.
Pueden ser muy útiles, pero dan calor y se empañan. Una buena visera en la gorra, muchas veces
vale por unas gafas, en lo que a protección solar se refiere. Sin embargo, cuando hace viento, unas gafas ligeras y generosas son una excelente protección
para los ojos.
De sujetadores no hablo, porque de
momento no uso. De calzoncillos, que es
lo único que me queda por comentar, diré que para la práctica deportiva,
prefiero usar un bañador de competición (tipo slip), que además me ha permitido
darme buenos baños en los lugares más insospechados. Transpiran bien y secan mejor.
Y ya vale por hoy. Espero que esto sea de ayuda para alguien, y
no perdáis de vista que sea cual sea el equipo y material que tengáis, lo
importante es usarlo, y usarlo con frecuencia, de manera, que a darle marcha a
los bastones y a todo lo demás…y no os olvidéis de la cita que tenemos en
octubre, aquí, en la trimilenaria ciudad y puerto “a quien los de Cartago
dieran nombre…”
Lo bueno si breve dos veces bueno, gracias por el artículo.
ResponderEliminarLo bueno si breve dos veces bueno, gracias por el artículo.
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ResponderEliminarLo bueno breve dos veces bueno, gracias por el artículo, todas mis dudas aclaradas.
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