Ayer me encontré con una de las primeras alumnas de marcha nórdica que tuve en Cartagena. Me dijo que había tenido una tendinitis en el codo y me dejó un poco preocupado, de manera que esta entrada va motivada por este asunto.
El cuerpo tiene dos maneras de advertirnos de que estamos haciendo algo mal: el cansancio y el dolor. La marcha nórdica es una actividad física tan racional y equilibrada, que me resulta difícil pensar en la posibilidad de una lesión debida a su práctica, si ésta se realiza bien, sin prisas ni exageraciones. Naturalmente, una práctica intensa, sobre todo en ritmos de competición (estoy hablando de 8-9 km/h, durante más de una hora), puede producir una sobrecarga muscular o tendinosa, en organismos no adecuadamente preparados.
Para prevenir estos problemas, es conveniente realizar un calentamiento, tanto más completo cuanto más intensa va a ser la sesión. Existen muchos y muy buenos sistemas de calentamiento, pero cualquiera que vaya recorriendo los músculos y articulaciones que más vamos a trabajar, aumentando progresivamente la intensidad, puede resultar adecuado.
Igualmente convenientes resultan los estiramientos, tanto antes del ejercicio (calentamiento estático) como tras el mismo (movilidad articular y vuelta a la calma).
Para aquellos que no estén familiarizados con los calentamientos y los estiramientos, en el enlace siguiente http://www.bubok.es/libros/227505/Andar-Sano tiene una rápida introducción a este universo, junto con algunos consejos sobre el "bien andar" y un breve acercamiento a la marcha nórdica, que os puede servir de recordatorio. El folleto tiene sólo 19 páginas, con dibujos ilustrativos y se puede bajar gratis en el enlace de arriba.
Espero que os sea de utilidad... y sacad a pasear los bastones, que no muerden.
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