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lunes, 31 de enero de 2022

RAFA Y LOS HISPANOS

Rara vez hablo en este blog de asuntos que no estén directamente relacionados con la marcha nórdica, pero no puedo evitar el hacerlo hoy, tras los acontecimientos de ayer y la reacción de los medios y las redes sociales ante todo ello.

Que Rafa Nadal es un portento, un marciano, como dice L'Equipe en su portada, creo que todos los sabíamos.  Y no sólo jugando al tenis, sino como deportista absoluto y, lo que es más, como ser humano y buena persona.  Ayer se mereció ganar, una vez más, y toda España se alegró de ello y los medios y las redes sociales se hacen eco hoy de todo ello.  Rafa es uno de esos seres extraordinarios que nacen cada mil años para que el resto de los humanos no sintamos orgullosos de serlo, a pesar de todo lo demás.

Rafa habría sido igual de extraordinario si hubiese perdido el Open de Australia ayer, en un ajustado tie break, tras empatar el quinto set.  Al menos para mí.  No sé si los medios, y los hispanos en general, habrían reaccionado de la misma forma.

Cambiando ligeramente de escenario, durante las últimas semanas, los amantes del deporte hemos vivido pendientes de un grupo de Hispanos (así, con mayúscula) que han dado una lección de superación, capacidad de sacrificio y espíritu de equipo extraordinarios, consiguiendo la medalla de plata en el campeonato europeo de balonmano.

El europeo de balonmano, para los que no estén muy familiarizados con este deporte, es práctiamente un mundial.  Los mejores equipos del mundo están en nuestro continente.  De todas formas, los Hispanos ya saben lo que es ganar campeonatos mundiales.  Baste decir que en el último cuarto de siglo llevan ganadas la friolera de 17 medallas entre mundiales, europeos y olimpiadas, y eso que estos torneos sólo se celebran cada dos o cuatro años.  ¡Buen porcentaje!

En el mundo del deporte, los hispanos ha colocado a España en "to el miajón", como diría un extremeño, ganándose el respeto y la admiración de todos los aficionados del mundo a este deporte.  No sólo hacia los componentes de la selección, sino hacia España, que ha conseguido mantener en primera línea mundial la calidad de su representación nacional, a trravés de generaciones.  Eso es una verdadera proeza nacional, reconocida por todo el mundo (con la posible excepción de los españoles), y una muestra de un "bien hacer" del que todos deberíamos sentirnos orgullosos.  Yo lo estoy, a más no poder.

Los Hispanos han hecho un campeonato de Europa, una vez más, absolutamente ejemplar, superando situaciones adversas, con segundas partes memorables y espectaculares, con un juego generoso y extraordinario, y siempre dando muestra de la mejor entrega y deportividad.  Pero, en la final, contra Suecia (a la que ya habían derrotado en la fase previa), en los últimos segundos, con el partido empatado, hubo un golpe franco no pitado cuando España tenía el balón para ganar el partido y, en el último segundo, fueron sancionados con un penalty riguroso que los suecos transformaron.

Ningún Hispano lloró por el oro perdido.  El Grupo (como a ellos les gusta que los reconozcan, por encima de cualquier individualidad, que las hay extraordinarias) había llegado al campeonato con bajas importantes por lesiones, y el coronavirus también les pasó factura, pero no lloraron por el oro no conseguido.  Celebraron su medalla de plata (¡el metal número 17 de los últimos 25 años!), felicitaron a los campeones, y expresaron su fe en la continuidad del Grupo, alimentado por las nuevas generaciones que la "madre" creada en toda España está proveyendo.

Los medios de comunicación nacionales y las redes sociales casi no han hablado de todo esto.  La mala fortuna de los últimos segundos y el merecidísimo triunfo de Rafa privó a loa Hispanos de ver justamente reconocida su bien ganada gloria.  

Creo que los hispanos (así, con minuúscula) somos injustos.  El ganar un partido no debería ser la diferencia entre el ser o no ser.  Deberíamos ir más al fondo de las cosas.

jueves, 27 de enero de 2022

EL IMPACTO EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA

En mi afán de promocionar la práctica de la marcha nórdica, suelo difundir por la redes sociales los artículos de interés relacionados con este asunto que caen en mis manos. Sin embargo, soy muy escrupuloso en asegurarme de que no difundo nada que pueda confundir a mis lectores. Ayer me pasó con un artículo publicado por una entrenadora de marcha nórdica en un medio de prensa. El artículo, una entrevista, era una buena muestra de la pasión de la entrevistada por nuestro deporte. Sin embargo, movida por ese mismo entusiasmo, incluía una afirmación acerca de un menor impacto sobre el marchador, comparado con el que recibe el corredor, que creo que habría que matizar.

Recuerdo de mis años de estudiante que la tercera ley de Newton decía algo así como que toda acción ejercida sobre un cuerpo genera una reacción igual y contraria. Es decir, al avanzar, mi peso, más la inercia y la altura desde la que caigo sobre el suelo van a generar una fuerza de reacción del suelo sobre mi cuerpo, a la que voy a llamar impacto, sin entras en mayores disquisiciones.

El impacto puede tener repercusiones negativas sobre mis articulaciones (pie, tobillo, rodilla, cadera, y columna vertebral), aunque también ejerce una función positiva al estimular la producción de calcio en el interior de nuestros huesos y, por tanto, ejercer una función regeneradora (o al menos preventiva del deterioro con la edad) de los mismos.

En la marcha, el pie toma contacto con el suelo por el talón, estando la pierna hiperextendida. El impacto, así, se transmite íntegro a tobillo, rodilla, cadera y columna, sin otra amortiguación que la capacidad de absorción del tacón de la zapatilla (más la plantilla interior y el calcetín) que llevemos.

En la carrera, el pie normalmente toma contacto con el suelo por el metatarso, existiendo en ese momento una flexión en las articulaciones de tobillo, rodilla y cadera. Estas flexiones articulares absorben una parte importante del impacto, de manera parecida a cómo lo haría un amortiguador, quedando como zona más desprotegida de este “golpe” los huesos del metatarso y los dedos del pie, que sólo tendrían la amortiguación proporcionada por la parte correspondiente de la suela de la zapatilla, plantilla interior y calcetín.

De todo esto podemos sacar varias conclusiones:

  • La marcha parece un deporte más agresivo para rodillas, caderas y columna, en lo que a impacto se refiere, que la carrera.

  • La elección de la zapatilla adecuada es fundamental, tanto para un deporte como para el otro, en función de la amortiguación que proporcione en las distintas zonas de la suela.

  • De forma similar, la elección de plantillas y calcetines adecuados es bastante relevante.

Entonces ¿por qué se producen tantas lesiones entre los corredores? Bien, estamos analizando sólo el impacto, sin tener en cuenta el estrés al que se somete a los tendones y ligamentos, debido a que la mayor velocidad y el tiempo de vuelo de la carrera, genera fuerzas de inercia y potencial, que se añaden a nuestra masa a cada paso que, además, cuenta con una menor superficie de apoyo sobre el suelo, que se traduce en mayor presión unitaria e inestabilidad, que se transmite a las articulaciones generándo un mayor estrés y posibilidad de lesión, incrementado por el menor tiempo de reacción ante los primeros atisbos de cansancio o dolor, que en la marcha sí que a veces nos permiten reaccionar y corregir antes de que el daño esté hecho.

Estamos hablando de marcha y carrera, pero en el ejercicio nórdico, los bastones acuden en ayuda de nuestras articulaciones, tanto al andar, como al marchar o correr, siempre que la técnica sea la correcta.

En las distintas modalidades reseñadas, la toma de contacto del pie con el suelo (impacto) debe coincidir con el apoyo del bastón del lado contrario, repartiendo el impacto por dos cadenas de transmisión simultáneamente, disminuyendo así la intensidad del mismo en cada una de ellas.

La disminución de impacto sobre articulaciones del tren inferior y columna, así como la mejora en el equilibrio que proporciona la acción coordinada de piernas y bastones se refleja de forma inmediata en una menor sensación de dolor y cansancio, tras la práctica deportiva.

Sin embargo, el uso correcto de los bastones implica un impacto sobre articulaciones de nuestro cuerpo que normalmente estaban a salvo de estrés en la caminata, marcha y carrera simples. Se trata de muñecas, codos y hombros, articulaciones normalmente menos trabajadas de las del tren inferior y, por tanto, menos musculadas y protegidas, menos preparadas para esfuerzos.

A estas articulaciones del tren superior deberemos prestar una mayor atención en la práctica el ejercicio nórdico, dedicándoles más tiempo en calentamiento, previo a la práctica, y estiramientos, tras la misma. Tampoco estará de más la utilización de manguitos de presión durante el ejercicio y la práctica de masajes relajantes tras el mismo. En https://www.bubok.es/libros/263433/TEORIA-Y-PRACTICA-DE-LA-MARCHA-NORDICA y https://www.bubok.es/libros/227505/Andar-Sano describo ejercicios de calentamiento y estiramiento adecuados. Los dos panfletos se pueden descargar gratis.

Pero, sobre todo, no te olvides de sacar los bastones del paragüero. Si los dejas ahí, no te ayudarán a minimizar el impacto … ni a nada.

miércoles, 12 de enero de 2022

EL BOOM DE LA MARCHA NÓRDICA


El ancestral “andar con bastones” que los nórdicos, en su no menos ancestral “culto al cuerpo”, venían practicando durante los escasos meses en que tenían que colgar sus esquís, comenzó a tener carta de naturaleza propia a finales del siglo pasado, con los trabajos de estudiantes y profesionales del mundo de las ciencias del deporte y la salud. Sería uno de estos trabajos, solicitado por una avezada fábrica finlandesa de material de esquí, lo que permitiría a ésta bautizar la nueva modalidad como “nordic walking” (NW) y fabricar los primeros bastones específicos para la misma.

Con el cambio de siglo y el salto del NW al resto del continente, se produce en Alemania el verdadero boom del NW cuando, en sólo cinco años, pasa de 0 a 5.000.000 de practicantes habituales.

Los alemanes vieron inmediatamente el potencial de salud que encerraba este nuevo deporte, heredero de todas las virtudes del esquí de fondo, pero desprovisto del hándicap que supone la temporalidad y localización impuestas por la nieve.

Los beneficiarios inmediatos de un nuevo deporte que, básicamente, diversificaba y dulcificaba el esfuerzo realizado al andar, habrían de ser, necesariamente, los principales “andadores”: gente mayor y perjudicados de salud.

Pero primeros promotores del NW no tardaron en darse cuenta de que el potencial de salud de este deporte iba mucho más allá de aliviar las rodillas y mover los brazos mientras andamos. La observación de que una buena técnica alternativa en el uso de los bastones lleva a una eficaz contra rotación de hombros y caderas, con la consiguiente ejercitación, musculación y oxigenación del nexo de unión entre ambas cinturas (la columna vertebral), fue lo que realmente lanzó al estrellato esta nueva forma de ejercicio.

El NW ya no era sólo (como si eso no fuera importante) el más sano ejercicio para gente “tocada”, por la edad o los problemas de salud. Ahora, el NW se convertía también en un complemento ideal para atletas practicantes de deportes en los que la lateralidad o las posturas forzadas producen a la larga consabidos problemas de columna, así como en un herramienta eficaz para que a cualquier edad podamos prevenir problemas del “mecano” más complicado de nuestro organismo, el que a la larga nos va a proporcionar más problemas y dolores y, al mismo tiempo, el más difícil de ejercitar y mantener en una postura correcta.

Y fue el andar con bastones, de forma natural, utilizándolos con una técnica adecuada (la alternativa del esquí de fondo), la que nos ha permitido que hoy en día el NW sea el deporte más sano que existe, recomendado por sistemas de salud del todo el mundo para todo tipo de potenciales usuarios.

Cuando tras este boon el NW empezó a difundirse por España, era todavía deporte de “mayores y perjudicados”. Yo recuerdo que los “gurús” (y sus principales organizaciones) de este nueva forma de ejercicio preconizaban que la marcha nórdica era un “deporte no competitivo”. Incluso los primeros reglamentos de competición que se hicieron en nuestro país, el balear y su traducción andaluza, incluían el contrasentido de afirmar que no se podía marchar a más de 6,5 o 7 km/h, creo recordar. En aquellos años no veía yo una razón clara para todo esto. Más bien todo lo contrario: la competición podría traer a este deporte a la gente joven, a la que también vendría de maravilla la práctica de este deporte. Y yo, que nunca había sido un andador rápido, mejoraba continuamente mis tiempos gracias a la técnica en el uso de los bastones. Así que me lancé a competir y llegué a organizar varias competiciones a nivel nacional, participando en creación del Comité de Marcha Nórdica de la Federación de Montaña de la Región de Murcia, y en la redacción de su primer reglamento de competición.

También las organizaciones nacionales de NW se apuntaron a este “canto de sirena” competitivo, atraídos por las perspectivas de nuevos clientes y mejor negocio, renegando de la no competitividad del NW que antes defendieran con ahínco. Las federaciones nacional y autonómicas no fueron menos y así llegamos a la situación actual, en la que las competiciones proliferan como setas, aunque en contadas ocasiones pasemos del centenar de participantes, y los competidores menores de cuarenta años no lleguen nunca a un 20% del total.

No voy a entrar aquí en las causas de este fracaso. El tema es complejo y en mi blog he hablado largo y tendido del asunto. Baste ahora subrayar que, simplemente, la competición y la técnica no van de la mano. El competidor quiere ganar, o hacer mejor tiempo, es decir, ir rápido, aunque sea sacrificando una buena técnica. Pero la buena técnica es precisamente la base del NW, de su esencia como deporte extraordinariamente saludable, de lo que lo hace mejor y diferente de todos los demás deportes. Lo que lo convirtió en un boom hace veinte años, y lo que sigue atrayendo practicantes hoy en día, Aunque la mayoría de los que vienen ya pasen de los cuarenta. Quizá es que en esta edad es cuando empezamos a pensar en lo que realmente importa.

Siempre me gusta terminar mis reflexiones con una exhortación al libre albedrío y a la cordura, así que el que quiera competir, que lo haga, sin hacerse daño, que ya tenemos una edad y va costando más recuperar las lesiones … pero después, entre competición y competición, volved a hacer NW como Dios manda, cuidando esa técnica que siempre revierte en salud.

Y no dejéis de sacar los bastones del paragüero, que con tanta pandemia los tenemos abandonados.

lunes, 3 de enero de 2022

Nuevo Curso de Iniciación a la Marcha Nórdica en Cartagena

Comenzamos el 2022 con ilusión renovada por acercar la marcha nórdica a todos los que se preocupan por su salud.  El domingo, 16 de enero, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 1º de este año, 83º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras que hay junto al Parque de la Rosa, frente al UPPER (EuroSpar) de la prolongación de la calle Juan Fernández https://www.google.es/maps/@37.620062,-0.9925477,15.5z . Tras esta sesión, mejorarás tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, y adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 15 de enero.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o demarcha nórdica. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Dada la situación en que nos encontramos, durante el curso será OBLIGATORIO mantener en todo momento BOCA Y NARIZ CUBIERTAS, por medio de mascarillas, bragas o pañuelos de cuello.

No participes si presentas síntomas compatibles con el Covid-19 (tos, fiebre, sensación de falta de aire o dificultad para respirar, cansancio…) dentro de los 7 días previos a la actividad. Si dentro de los 7 días posteriores presentas alguno de los síntomas descritos, ponte en contacto con el teléfono habilitado para el coronavirus (900 12 12 12), y dímelo.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) - 659657981 (nordicartagena@outlook.com).